En el Día Universal del Niño Más prudencia, por favor Secuestro y reflexión

José Manuel Peña Rodríguez. llama para hacer un sugerencia coincidiendo con el el Día Universal del Niño. «El 20 de noviembre de 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad la convención sobre los derechos del niño. A partir de ese año se considera necesario aprovechar el aniversario de tal aprobación para recordar a toda la sociedad la importancia que tiene respetar los derechos de todas las niñas y niños del mundo. Todos los países del mundo excepto EE.UU. y Somalia han aprobado y ratificado la convención y se han comprometido legalmente a que todos los niños puedan disfrutar de una vida digna que les permita desarrollar al máximo sus potencialidades y en definitiva ser felices. Sin embargo esto no se ha logrado todavía y millones de niños y niñas viven en situaciones que niegan claramente sus derechos. La primera sensibilización que tienen que hacer todos los países del mundo, empezando por los EE.UU. de América ya que ellos mismos se consideran los libertadores del mundo, defensores de la paz y de la libertad, pues para todo esto hay que empezar por respetar los derechos de todos los niños y niñas del mundo. Hoy, día 20 de noviembre, se celebra en Salamanca, capital europea de la cultura, la conmemoración de esta importante efemérides. Que todos seamos sensibles a tal proyecto». Antonio González Gonzálezse dirige a esta sección para hacer un comentario «sobre el titular del Diario de León del sábado 16 de noviembre, que escribe «Tres muertos en un choque frontal a causa de la niebla». Yo, leyendo esto, pregunto si hay algún conductor, entre ellos yo mismo, que ante esta circunstancia peligrosa en la conducción pase a 60 kilómetros por hora; yo creo que no hay nadie. Y si la causa del accidente fue la niebla, ¿por qué la Dirección General de Tráfico no la prohíbe?. Hace años, en la carretera que va a Truchas, una familia gitana perdió a su hijo por exceso de velocidad en una curva y el coche fue a chocar contra un árbol. Al día siguiente la familia de estos gitanos fueron con una sierra y cortaron el árbol, seguro que ese árbol ya no va a causar más muertes. Eso sí, la curva sigue allí. Yo lo que pido es más prudencia que falta nos hace a todos». Jaime G. Barra llama para hacer una «reflexión» al hilo de la noticia del muchacho que secuestró durante unas horas a una veintena de niños en una escuela de Hospitalet. «Yo creo -dice- que los medios de comunicación tenían que tratar estos asuntos de otra manera, sobre todo, cuando está claro, como es el caso, que este chico sólo buscaba notoriedad por su hazaña. Amplificar estas «machadas» no tiene mucha justificación y sería mucho más importante, a mi juicio, que funcionase un filtro racional de estas noticias lo que no tiene nada que ver con la censura».