¿Inmunizarse? ¡Sí!

«La Renfe debería exigir el pasaporte covid, para poder viajar en tren». «Los antivacunas transforman la sagrada libertad en coartada para el más descarnado egoísmo». Estas dos frases, proceden: la primera del presidente de una asociación de usuarios del AVE, de Valladolid, que pretende que a los viajeros del tren, se les exija estar inmunizados, y la segunda de Isabel San Sebastián, en un artículo de opinión.

«Además de «propagadores del virus», «antivacunas», «descarados egoístas», se les califica de: «irracionales que rechazan la inmunización», «atentan contra la salud pública y contra la economía», son ignorantes» y «fanáticos», además exige que quien no quiera vacunarse que sea confinado y que no pueda ir ni a la compra». Estos sagrados derechos de los provacunas se fundamentan en el hecho de que «las vacunas son de lejos nuestra mejor opción, por no decir que la única»; al parecer se desconoce que si a los primeros síntomas de la enfermedad, se hace una transfusión de suero de convaleciente, los afectados no necesitan ni de hospitalización.

Analicemos esta postura, tan tolerante y democrática, de los inmunizados con los no inmunizados:

1º. «Una vacuna es una sustancia compuesta por una suspensión de microorganismos atenuados o muertos, que se introduce en el organismo para prevenir determinadas enfermedades». De acuerdo con este concepto de vacuna, en España, no se ha inoculado ninguna vacuna, pues se han inyectado unos fármacos elaborados con: adenovirus de chimpancé; células embrionarias de riñón humano (de niños abortados) modificadas genéticamente; y organismos modificados genéticamente. No queremos comer alimentos genéticamente modificados, (ni que los coman nuestros animales), y sin embargo quieren que nos inyectemos organismos modificados genéticamente.

¿Existen vacunas contra la covid?. La respuesta es ¡sí!, la pregunta es ¿por qué en Europa no se han inoculado estas vacunas? o ¿por qué no se han elaborado?, la respuesta hay que pedírsela a los gobiernos, yo sólo tengo la sospecha.

Para las enfermedades producidas por virus, al parecer, no hay tratamientos con los antibióticos actuales. Las personas inmunes, pueden estar en uno de los grupos:

1º. Ser inmunes genéticamente, se estima que entre el 30% y el 40%, de las poblaciones humanas, son inmunes a determinadas enfermedades, por supuesto también a la covid, por eso cuando la población inmunizada ha alcanzado el 70%, se dice que se ha logrado la inmunidad de rebaño.

2º. Personas que produciendo sus propios anticuerpos, han superado la enfermedad.

3º. Inmunizados por medio de una vacuna, que estimula a lo que se conoce como las defensas, (los glóbulos blancos), para producir sus propios anticuerpos.

De este virus, según lo publicado por varios centros sanitarios, se sabe que en el 99,99%, de los casos letales, los fallecidos padecían una, o más, enfermedades crónicas; por lo que a los enfermos, el coronavirus, expresado en lenguaje taurino, les da la puntilla.

Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, con los primeros casos confirmados en España, los hospitalizados son el 20,46%.

El 73,98% de ellos con más de 60 años. El 96,8% de los fallecidos tenían más de 60 años y todos con patologías crónicas previas. Parece evidente que el coronavirus sólo es letal para los individuos que ya tienen una o más enfermedades crónicas, por lo que en los países desarrollados, donde se tienen controladas a base se medicamentos, la letalidad es alta, frente a los países subdesarrollados, con una esperanza de vida de 40 a 50 años, en los que los mayores de 60 años, con enfermedades crónicas, apenas quedan algunos.

En España, calculando que la inmunidad natural sea, no ya del 30% o el 40%, incluso de sólo el 20% tenemos: 9.500.000 inmunes por su genética. Según Sanidad, los casos detectados menos los fallecidos, son 5.000.000: han desarrollado anticuerpos. La población a inmunizar mediante la vacunación sería de 33.000.000 de personas. Según los datos de inmunización, en España se habrían inmunizado 37.000.000 millones, por lo tanto se habría alcanzado, con creces, la inmunidad de rebaño.

Pero los contagios diarios actuales son incompatibles con lo que se afirma sobre la eficacia de los fármacos administrados, la interpretación que, como diría el «tío Chila», se me alcanza a mí, con mi corto saber y entender, es que los fármacos no son vacunas, por lo tanto hay 33.000.000 de españoles susceptibles de contagiar y contagiarse, bien inoculados o sin inocular; como la relación es de cuatro a uno, los positivos «vacunados», ¿son más del 70% de los detectados, que es, precisamente la relación actual en los hospitales y como los «vacunados»? con más de 60 años, entre los cuales están la mayoría de enfermos crónicas, los fallecidos son todos enfermos con patologías previas.

Creo que no es mucho suponer que todos querríamos estar inmunizados, no sólo contra este coronavirus, sino contra ¡todas las enfermedades! Y la pregunta del millón : ¿Quién contagia más? ¿Los inoculados o los no inoculados? es evidente que si son más los inoculados, éstos son los que más contagian.

En cualquier caso, si en Europa, se llega a disponer de vacuna contra este virus, ¡no! se debería vacunar a las personas que, sintomáticamente o asintomáticamente, han superado la infección. Ahora casi todos los políticos quieren imponer el llamado pasaporte covid, lo que demuestra que no tienen ninguna seguridad en el beneficio de «sus vacunas».

Menos mal que en el siglo XXl, no se puede culpar a los Judíos o a los Gitanos, pero sí a los niños, y cuando se compruebe que tampoco los niños son los culpables, encontrarán otro chivo a quien culpar, pero no reconocerán que los culpables son los políticos y sus expertos asesores.