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Publicado por
Máximo Soto Clavo, Asociación Pro Identidad Leonesa
León

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Negar la mayor en León. ¿A qué vino si no el que líder del PP nacional español que en su fuero interno desea «acaudillar» España, más que a tratar de poner firme en su órbita al presidente de un ente autonómico que le apoya? Al señor Mañueco, un tanto inestable por distintas causas, quien ha prometido que «su» comunidad será un muro ante lo que llaman sanchismo. ¡Y los leoneses sometidos!

Si el leonesismo es un sentimiento, éste es inherente a los leoneses. Discrepantes «ayer y hoy» de una comunidad impuesta que no comparte, centraliza. No entienden esta obligada Comunidad, grande en extensión pero parca en comprensión, sin personalidad propia por el necio empeño de fundir territorios y sentimientos sin respeto alguno; en la que, además, se ven maltratados.

¡León, provincia y región, los leoneses, asume el señor Casado que no existen más allá del nombre, por ello olvidarlos no es tarea difícil en su pensamiento de altos vuelos nacionales cuando quiere «acaudillar» España, una y grande para la «extrema nacional» que se le escapa con votos.

¿Acaso lo férreo que el verbo acaudillar encierra se lo fue a prometer «con el alma» en plegaria a las alturas dirigida durante la misa aplicada a Franco? Dictador al que llamaron Caudillo, así con mayúscula, como gran título. El acto religioso, bastante más que una anécdota, 20/11/2021, tuvo lugar en aquella ciudad donde se dijo en celuloide español que todo era posible: Granada. Y precisamente en su Catedral… cada cual a lo suyo, lo «ignoraba» Casado y lo recogieron los medios.

El castellanoleonesismo, un exabrupto emocional, amasado en el ente y soltado por Casado que deviene en humillación, ni existe, ni es posible como sentimiento, por la sencilla razón de que no hay pueblo que lo soporte. Y no se le ocurre otra cosa que venir a León a citarlo, animado por aquello de que «todo es posible»… para un político con aspiraciones.

Eso del castellanoleonesismo, lo lanzó en Botines, donde se reunió con «sus» presidentes. Allí, entre sus piedras, si que había un tesoro, no el de la fábula peliculera de Granada, sino el que siempre encerró para los leoneses el patrimonio de su Caja de Ahorros. La Caja España que luego pretendieron controlar en el ente. Todos los políticos (hay que decirlo) la manejaron y ahora como banco sumiso está en otras manos. Su patrimonio artístico con Fundos pretende el ente autonómico no sólo encabezar el control, sino que sus valores sean (para ellos los son ya) castellanoleoneses, de ahí la frase, durante la soflama: «nuestra cultura, identidad y memoria»… hacer lo leonés castellano, o castellanoleonés que igual obliga.

No importa que para tratar de situarse, como halagador manifiesto, lance lo de ser «medio leonés», por ser su padre de Matadeón de los Oteros; esta expresión no se conjuga con el castellanoleonesismo que ha acuñado de forma inconsecuente para ubicar anímicamente a unos leoneses inermes ante un ente mechado de feroz atropello autonómico, ostensible en avaricia política.

Un «castellanoleonesismo cordial y útil», que se practica en toda la Comunidad según él. ¡Diga dónde y cómo! Si yo tuviera voz potente y predicamento le emplazaría a que nos explicara a los leoneses cómo se puede hablar de un sentimiento común, compartido, donde no hay unión y sí prisión para los leoneses. ¿De dónde puede salir ese amancebado substantivo si no es del imperativo interés político/partidista de quien no escucha a los ciudadanos de la comunidad? He dicho ciudadanos pues los castellanos y los leoneses no son un solo pueblo, sino dos, y bien diferenciados, cuando más, ciudadanos de una comunidad que ni en los gestos ni en la palabra muestran ni tan siquiera rudimentos de hermanamiento.

Evidentemente la media hora que dedicó a los presidentes populares, que al parecer le aplaudieron con efusión, fue suficiente para comprender la incomprensión de lo leonés que ni sobrevolaba, ni lo esperaban. Y ello se centralizó en su persona, poco importó que citara lo de Cuna del Parlamentarismo, cuyo rendimiento tratan de aprovechar como comunitario, ni que soltara que nos van a promocionar como provincia. Dónde y cómo, es lógico preguntar, datos que se escapan de la realidad a ojos vista, especialmente el cómo. El dónde lo esconde el ente autonómico. Y el temporal cuándo se lo marcarán las urnas, para entonces quedará el «… digo diego»

El Museo Casa Gaudí con el que buscaba epatarnos, es nuestro, es leonés. En peligro cierto, dada la intromisión Fundos y fundaciones ad hoc, lo barnizarán de castellanoleonés, y se marcarán otra manipulación más.

Quiere Casado al partido popular leonés activo, pero sometido a lo castellanoleonés, y que le apoye en su vuelo nacional. Ayuso en Madrid se lo está poniendo difícil. Vino a actuar en política, y no por breve fue mejor. No dejó más que palabras. ¡Palabras! Y además la torpe enunciación de un castellanoleonesimo que ni él mismo se cree, con el que trata de ocultar el verdadero sentimiento nuestro, individual y compartido, el de «ser leonés», sencillamente leonés, del que se nutre el leonesismo, en todas sus facetas, que vaya que si preocupan a Mañueco. ¡Y con razón!