Diario de León

70 (41, 37) años de silencio de la familia Canseco-Beinhorn

Publicado por
Casimiro Bodelón Sánchez, psicólogo clínico y sexoanalista
León

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El día 28 de diciembre de 1951, es decir, hace exactamente 70 años, cerró sus ojos y apagó su voz D. Miguel D. G. Canseco (Miguel Antonio Díez Gutiérrez), un hombre bueno, un leonés nacido en Busdongo (León) el día 26 de octubre de 1876, merecedor de nuestro recuerdo y del de tantos y tantas personas que le deben haberles pagado sus estudios o haberles proporcionado un puesto de trabajo, en tiempos de mucha escasez y sobrada pobreza.

La Iglesia, como institución, también le debe gratitud a este prohombre, pues fue un gran benefactor de muchas parroquias y, como mecenas generoso, pagó multitud de becas a seminaristas y los estudios civiles a muchos jóvenes oriundos de la montaña leonesa. Más aún, don Miguel Canseco, así se le conocía, fue el fundador del Club de fútbol ‘La Cultural y Deportiva Leonesa’, cuyo campo los mayores conocimos en La Puentecilla.

Por mi parte, no voy a olvidar que, siendo diputado provincial, del 1905 al 1911, desempeñó con gran entrega la dirección del Hospicio del Obispo Cuadrillero, situado frente al parque San Francisco, donde hay se levantan los edificios de Correos, el Conservatorio, la Biblioteca pública y el Instituto Leonés de Cultura.

En su larga vida política fue diputado provincial más de 25 años; durante un año y medio fue presidente de la Diputación y trabajó en el Ministerio de Fomento codo a codo con Primo de Rivera, hasta la proclamación de la segunda República.

Si buceamos en los archivos nos encontramos con su vivienda en el número 4 de la calle Era del Moro, tras la muralla, a pocos metros del arco de la cárcel. Tuvo despacho y oficinas en la calle Cervantes, nº 9; en 1927, una vez dejada la presidencia de la Diputación compró abundantes terrenos y parcelas en el entonces ayuntamiento de Armunia y allí construyó su amplio chalé La Fontana, donde hoy se sitúan Auto Palacios y los talleres de la Ford, los Salesianos y la llamada Ermita de San Miguel, construida entre 1957-1959 por la viuda del D. Miguel, Dña. Elsa Beinhorn Weiland, que la erigió en recuerdo de su difunto esposo y luego la regaló a la Diócesis de León, convirtiéndose en parroquia de San Antonio de Padua.

San Miguel y San Antonio de Padua eran dos advocaciones muy queridas de toda la familia Canseco. La actual avenida de Antibióticos, originariamente llevó el nombre de avenida Canseco y todo el barrio, hoy lamentablemente bastante abandonado, que va desde la citada avenida hasta las vías del tren, incluyendo la factoría farmacéutica, también se conoce como barrio Canseco, porque todos o la mayoría de esos terrenos fueron de su propiedad.

Volviendo a la parroquia de San Antonio de Padua, deben saber los lectores que bajo la torre eclesial existe una pequeña cripta donde descansan en tres sarcófagos de piedra los restos de Miguel, Elsa y Liselotte. Hay también un cuarto nicho vacío, que estaba reservado para el ama de llaves: Joaquina Palencia Moreno; pero sigue vacío porque ésta, tras el fallecimiento de Elsa (1980) y de Liselotte (1984), abandonó el piso de León donde vivían las tres, en la calle República Argentina y se trasladó a Madrid, para hacerse cargo de la herencia de su familiar, porque había muerto abintestato la hermana del pintor Benjamín Palencia, Salomé.

Joaquina falleció en octubre de 2005 en Madrid, tras haber pasado buena parte de su vida con Liselotte, como si fueran hermanas, por eso el deseo de acabar juntas hasta en la sepultura, pero, lamentablemente, y constando documento escrito del permiso de enterramiento en León, firmado por el Obispo D. Juan Ángel Belda, hoy sigue el sarcófago vacío en León y la otra en Madrid, quedando también en el aire la herencia millonaria del pintor albaceteño por el abintestato y los intereses encontrados de unos y otros.

Yo me pregunto, por simple bonhomía, ¿cuántos, de los cientos de personas aún hoy vivas y que fueron beneficiarios de este mecenas y de su familia, recuerdan o se acuerdan de su benefactor Miguel D. G. Canseco, tras 70 años de su fallecimiento?

Siempre tuve y sigo teniendo muy claro el principio plasmado en nuestro refranero: Es de bien nacidos, ser agradecidos.

Hablando en plata, los miles de leoneses, socios de la Cultural y Deportiva, deberían saber que el fundador y primer patrocinador de su club fue D. Miguel Díez Gutiérrez [Miguel D. G. Canseco]; deben saber también dónde descansan sus restos, por si alguno desea visitarlo algún domingo o depositar ante su tumba un ramo de flores, como se hace con los seres queridos. El párroco de San Antonio de Padua permite bajar a la pequeña cripta. Por otro lado, creo también de justicia, que la otra institución, con la que D. Miguel y su familia fueron muy generosos, es decir, la Iglesia diocesana, debe recordarlos y así lo entiende su actual párroco D. Juanjo Ruiz Husillos.

Para la Historia y recuerdo dejo bien puntualizados los datos de los tres personajes, pues todos ellos fallecieron en el mes de diciembre. Yo, siendo un preadolescente, de paso en León, tuve la suerte de estar acogido en su casa durante dos días y por ello les muestro mi gratitud:

—D. Miguel D. G. Canseco: Nació en Busdongo (León) el 26.10.1876; se casó en Valencia el 20.3.1940; falleció en León, el 28.12.1951.

+ Dña. Elsa Beinhorn Weiland: nació en Bremen (Alemania) el 14.7.1891; se casó en Valencia el 20.3.1940; falleció en León el 26.12.1980.

+ Dña. Liselotte Paege Beinhorn: nació en Valencia el 3.9.1918; consiguió nacionalidad española el 21.5.1951; falleció en León el 8.12.1984.

¿Será mucho pedir que en el primer partido de futbol que se celebre en el Reino de León, con un minuto de silencio se homenajee a D. Miguel, a Dña. Elsa y a Dña. Liselotte? Yo pido ese homenaje y recuerdo, esperando la respuesta de la dirección de este club ya casi centenario.

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