EL BALCÓN DEL PUEBLO
Medidas para la lujuria
El mítico 90.60.90 ya no es la medida universal para incitar a la lujuria. Parece más un teléfono de gachí, dicho sea con absoluto respeto. Aquí se satirizó con «nevenka, sesenta, nevenka» para entender que cayera el corregidor de Ponferrada, Ismael Álvarez, en el paraíso de la huríe que llevaba las cuentas del Ayuntamiento. Estos días se celebra en Nigeria el concurso de Miss Mundo. Una auténtica provocación. En un país que aplica la ley islámica y condena a la lapidación a las adúlteras y madres solteras, de rancio machismo, no se ha soportado la exhibición de las concursantes con escotes mirando al cielo, sonrisas sensuales y nalgas como de Corporación Dermostética. Un periodista la ha mangado gorda. Tuvo la feliz insensatez de escribir que todas estaban tan buenas que hasta el profeta Mahoma, si se levantara de su tumba, se casaría con alguna. El sarpullido del integrismo se apoderó del alma islámica. ¡Blasfemia!. Y se liaron el turbante a la cabeza -nunca con más propiedad- y convirtieron a la ciudad de Kaduna en un brasero de ira, incendios, destrucción y caos. Los incidentes se han cobrado ya un centenar de muertos y miles de heridos. Y sigue el «dies irae» con música de Bardiot, navajazos en los vientres y degolladuras de cristianos. Un día antes, un suicida palestino apretó un ojal más su cinturón de explosivos y mandó al otro mundo a una docena de israelíes, la mayoría mujeres y niños, e hirió a medio centenar. El suicida ya estará en el jardín del placer, rodeado de las setenta vírgenes o huríes. El profeta Mahoma no dice si sus medidas son 90.60.90, o ese logaritmo no pasa de ser el número de un teléfono erótico de clase o de cuatro pedorras que no harían carrera ni en el Paseo de Papalaguinda. A estas fieras no las amansa ni la música de Baremboin, de la que dicen que ayuda a unir el mundo. Escribía ayer mi admirado Manolo Alcántara que «señoras escuálidas desfilan por las pasarelas como si se les hiciera tarde para ir a la compra». Es posible que todas aspiren a ser modelos. Coincido con el maestro: a ninguna le estarían bien las bragas de la Venus de Milo, ni tendría nada que hacer como aspirante a modelo del escultor Botero. El certamen de Miss Mundo en un país que esclaviza a la mujer es algo parecido. Una astracanada. No menor que la autopsia en directo en una televisión inglesa. Mingote lo radiografió como un sabio: a diferencia de la nuestra -la tele, claro-, allí han esperado a que estuviera muerto. Todo está muerto: el Palacio de Don Gutierre, los vertidos de fuel del «Prestige», la ilusión y entusiasmo de Fraga, la denuncia de Paco Vázquez sobre la «España definida», que voceó aquí, invitado por el Círculo de Empresarios, con el mismo tono que en el Club Siglo XXI, o el avión Eurofhigter que se estrelló en Toledo. Raspen hoy la costra mínima de cualquier ciudadano y en su adrenalina estará escrito el choque Barça-Real Madrid.