Molestias por las obras en el Hospital de León Carta a José Luis Rodríguez Zapatero Sobre el deterioro de la ciudad de León

No dudo que dentro de unos años, cuando enfermemos, la calidad asistencial en el Hospital de León sea de lujo. Pero, hoy por hoy, y presiento que en mucho tiempo, mientras duren las obras, no es así. Ni mucho menos. Todos los que nos ha tocado la lotería de pasar por la planta de oncología lo sabemos bien. Entendemos que va a ser para mejorar la estancia del paciente (nunca mejor dicho) el soportar esos ruidos infernales durante todo el día. Lo entendemos, lo asumimos, nos resignamos, tal y como hemos hecho con nuestra enfermedad, somos lo más paciente posible. Y no nos quejamos, ni dejamos que nuestros familiares lo hagan por nosotros. Quizás alguien, lo haga de dolor, pero nadie, nadie, reclama por esas molestias. Sí, cada habitación tendrá su baño, que será para dos personas, y no para ocho, como actualmente, y seguro que mejorarán notablemente otras cosas también muy importantes, pero a costa de qué o quiénes. ¿No se podrán hacer las cosas de otra forma que sea menos molesta para el enfermo? Es triste que alguien termine sus días en paz, pero es penoso soportar ese fin entre obras estruendosas y golpes que sobrecogen incluso al más sano. Señores responsables, ¿habrá merecido la pena tanto lío? A.S.V. (Trobajo del Camino). Estimado señor director y lectores de Diario de León. Quiero empezar agradeciéndoles la oportunidad que me conceden para poder expresar mis opiniones. Dirijo esta carta en primer lugar al secretario general del PSOE, señor Rodríguez Zapatero, para decirle que discrepo de las opiniones que usted ha manifestado en los últimos días, al afirmar que el Partido Popular y el señor Aznar están sacando beneficios políticos al utilizar a las víctimas del terrorismo; quiero manifestar mi más profundo apoyo a tantas personas que vienen padeciendo y sufriendo durante muchos años. Señor Zapatero, he de indicarle que estamos asistiendo al asesinato y exterminio nazi de mucha gente que no es nacionalista, entre ellos mucha gente del PP, como Miguel Ángel Blanco, hecho que causó gran impacto en la sociedad española. Por último, indicarle al señor Zapatero que tenga la valentía de decirle a los ciudadanos que tiene un pacto secreto con el coordinador general de IU, señor Llamazares, para desacreditar al PP; ustedes afirman que viven en Sudamérica, en países como Brasil o Bolivia, los asesinos de los abogados laboralistas matados por pistoleros de la Falange de Blas Piñar. Tengan el valor de dar la cara. Paulino Caurel Núñez (León). Rosa María Fernández, asidua lectora de Diario de León, llama al Teléfono del Lector para decir lo siguiente:«Me siento tan impotente por ver al concejal de Urbanismo comportarse como un auténtico megalómano. Según el diccionario, persona con ideas delirantes de grandeza. Se lo digo con todos mis respetos. Hace unos días, en este periódico, se despachaba este señor en cuatro páginas contándonos a los leoneses sus logros y conquistas, poniéndose él mismo todas las medallas del auge y transformación de nuestra ciudad en un estado de euforia total por lo que había conseguido. Personalmente, creo que es responsable directo del gravísimo deterioro económico, social y patrimonial de nuestro querido casco antiguo y le nombro sólo algunos ejemplos: los comercios de la zona hundidos y en retroceso; los artesanos al paro; el mercado del Conde, un bochorno para León, en estado ruinoso y abandono total para ver si se cansan los propios comerciantes y le dejan libre el edificio para hacer usted un edificio de uso social que le da más votos; los hosteleros, todos los días cabreados; el mercado de la plaza Mayor es un circo de comodines al que cada vez acuden menos vendedores porque no les dejan y se van a otros ayuntamientos, cuando no hace mucho el mercado semanal ocupaba toda la plaza y varias calles; los edificios del casco antiguo, bastante se ha dicho esta semana. Señor Vallejo, explique la verdad del párking de la plaza Mayor. Y la zona más rica de León, en cuanto a patrimonio y comercio, en unos pocos años se ha venido abajo, y nunca mejor dicho. La reforma de peatonalización, puede preguntar a los vecinos del barrio del Ejido, ha quedado aislado y dividido; los comercios hundidos. Pero, eso sí, nos ha dejado el casco antiguo de adoquines hasta las cejas, las grandes empresas de la construcción estarán encantadas, cosa que no ocurre con las pequeñas constructoras leonesas. Rezo para que no se presente usted a ningún cargo público, por el bien de León y del Partido Popular».