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Publicado por
Eduardo Tocino Marcos
León

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La década de los ochenta fue especialmente negativa para la dotación de infraestructuras en León, y porqué no decirlo, en especial para el ferrocarril; El Gobierno socialista decretó el cierre en 1985 de la línea entre Astorga y Palazuelo, por ello es paradójico que entre las propuestas que el PSOE ha presentado a los presupuestos de la Junta se califique como «destacable» la petición para que construya una línea férrea que una León, Zamora y Salamanca. Desde luego que es destacable esta propuesta, primero porque no hay que construir una línea férrea: ya está construida y se conoce popularmente como Ruta de la Plata. Es cuestión de rehabilitarla, rediseñarla y dimensionarla adecuadamente. Y también, claro, es destacable que sea ahora el PSOE el que se queje de las malas comunicaciones con Salamanca, pero ¿acaso no recuerdan que fue el gobierno socialista de Felipe González el que cerró la línea? Conviene recordar que nunca en la historia de los ferrocarriles españoles, se habían cerrado tal cantidad de caminos de hierro, pues en concreto aquel decretazo clausuró 914 kilómetros de líneas férreas para tráficos de viajeros y mercancías, otros 643 kilómetros para viajeros y 299 para mercancías, es decir casi 1.600 km, de los cuales 1000 fueron en Castilla y León. Está bien reclamar más vertebración entre León y Salamanca por la Ruta de la Plata, todos lo anhelamos y estamos de acuerdo en su necesidad, pero es difícil recuperarse de las soluciones aportadas por los teóricos gobiernos socialistas, que solo en los mítines defendieron «lo público» y luego se escudaron en estrictos, rígidos y cortos estudios económicos para aplicar soluciones desacertadas sin molestarse en emplear nuevos sistemas de gestión ferroviaria, más allá de los cómodos cierres, cierres y más cierres. Con su política errática de infraestructuras arruinaron buena parte de las comunicaciones de León. Línea de la MSP: permanecía al borde de la desaparición por su precario estado, demostrando la Administración de entonces nulo interés por invertir en ella. La Junta de Castilla y León adquirió el compromiso de rehabilitarla y evitar las desastrosas consecuencias que tendría desviar hacia la carretera las miles de toneladas que transporta el tren de forma segura y ecológica. Se renovaron las vías, el parque de vagones tolva, que por cierto fueron construidos en León, generando empleo, y se compraron más locomotoras. La inversión ha sido un total éxito. Línea del tren Hullero entre León y Bilbao: afortunadamente otro recuerdo negro pasado al olvido, pues dicho eje, el más largo de Europa en vía estrecha, fue cerrado un 28 de diciembre de 1991 también por el gobierno socialista, argumentando falta de seguridad, que evidentemente era cierto, como también era cierto que el Gobierno no había invertido en la línea ni tan siquiera en cambiar tornillos. La comunicación ferroviaria a La Vecilla, Boñar, Cistierna... se había esfumado y el tren turístico Transcantábrico nunca volvió a salir de León. Diez años después, dicho tren regresará en verano aportando turismo, y los habitantes de la montaña leonesa vuelven a disfrutar diariamente de modernas y confortables unidades ferroviarias. Han sido invertidos 50 millones de euros (10.000millones de pesetas). En aquellos tristes años, nadie hubiera creído posible que la reapertura del Hullero volviera a ser una feliz realidad. Alta Velocidad: del famoso PTF (Plan de Transporte Ferroviario) tan solo se ejecutaron dos grandes infraestructuras que se fueron a Sevilla y Levante, no existiendo ni tan siquiera los estudios informativos hoy ya realizados, para las líneas de Palencia, Asturias o El Bierzo, a punto de concluir. El acceso a Ponferrada, se prevé con características técnicas aptas para alta velocidad, sumando otra gran ventaja como es que León cuente con los importantes tráficos de mercancías con procedencia y destino a Galicia, logrando que todas aquellas sinergias económicas e industriales se consoliden, confluyan y se asienten en torno a nuestra provincia, cuestión más que vital para nuestro sector productivo. Una de las escasas aportaciones de la década de los ochenta al ferrocarril, fue la construcción de doble vía entre León y La Robla, 44 kilómetros y 1.900 millones de lenta inversión ejecutada en más de diez años, todo un record en pasividad hacia León. En ese tiempo el Gobierno del PP comunicará por AVE León con Madrid en dos horas a velocidades entre 250-350km/h. De momento ya están en obras los dos túneles de veintisiete kilómetros bajo la sierra de Guadarrama, y la plataforma está cercana a Valladolid. Otro dato; en Castilla y León la empresa Talgo ha batido el record mundial de alta velocidad en tracción diesel, alcanzando por la nueva vía, (256 kilómetros por hora) siendo dichos trenes aptos para el ancho ibérico e internacional, algunos de los cuales se prevé que comiencen a circular por nuestra red. Las características del trazado entre León y Palencia, según el estudio informativo, permitirán superar los 220 km/h previstos inicialmente y alcanzar los 300 km/h en numerosos tramos. Con el gobierno del PP, las inversiones en ferrocarril han superado a las de carreteras por primera vez, todo ello para intentar compensar el gravísimo desequilibrio modal a que condujo la antigua política de transporte socialista que dejó vacío de contenido el papel del ferrocarril, ya que hoy en España no alcanza ni el 4% en cuanto a la participación global del transporte, lo que está avocando a que la red de autovías se colapse y, literalmente, se reviente por el desmesurado tráfico. Mientras que la red de carreteras se transformó estructuralmente, la de ferrocarriles permaneció con idénticos trazados que hace un siglo, y eso aún se está pagando hoy. Paso a nivel del Crucero: Siempre, año tras año, su consignación presupuestaria fue «cero», por parte del entonces Ministerio de Transportes. Ni proyecto, ni estudio, ni nada para solventar el problema urbano más grave de la capital y que ahora cuenta con plazos y un presupuesto de financiación de 143 millones de euros; el paso a nivel por fin, tiene los días contados. Empleos en los Talleres: UGT sospecha ahora, de una supuesta reducción de empleo; sencillamente asombroso. A principios de la década de los noventa, en los talleres de material remolcado trabajaban más de 210 personas, hoy son 120 y en material motor se pasó de 230 a 60 empleados; la sospecha del sindicato parece que llega demasiado tarde y con cierta intencionalidad.