¿Es desleal Zapatero?

Cumplió ayer tres semanas y un día el inicio del siniestro ecológico causado por el «Prestige» en el litoral de Galicia, y el azar de los vientos favoreció que los manchones de petróleo se alejasen algo de las Rías Bajas, tras haberlas dañado, más adentro incluso de sus bocanas. Y el vicepresidente Rajoy compareció en comisión parlamentaria para informar acerca de la actuación del Gobierno en relación a la catástrofe. Por la mañana había pedido Fraga perdón por los errores de coordinación que pudieran haberse producido, asegurando seguidamente que ya se dispone de todo el material necesario para hacer frente a la deriva de chapapotes. Las imágenes de los marineros y pescadores gallegos luchando a brazo partido contra los chapapotes son elocuentes, y ayer inspiraron en el Congreso la medida de que hoy no se sirva en la festividad constitucional, con presencia de los Reyes, el cóctel de otros años. La iniciativa partió del grupo socialista, tal vez para que el diálogo sobre la catástrofe de Galicia que Aznar aceptó a Zapatero, y que sólo habría de celebrarse en la fiesta aniversario de la Constitución, no se desarrollara entre canapés y copichuelas. Todos los grupos, por unanimidad, acordaron que el día no estaba para ningún jolgorio. Pero ayer, cuando el Gobierno accedía, a las tres semanas de iniciada la catástrofe del «Prestige», a explicar sus criticadísimas actuaciones, el ambiente en el Congreso era tenso, más incluso que un día antes, pues tras el consejo de ministros, el propio Rajoy se encargó de tensarlo al decir que hoy, en la fiesta de la Constitución, Aznar iba a pedirle a Zapatero que abandone su deslealtad. «En un tema de estas características -puntualizó Rajoy- no se puede ser tan desleal, no ya con el Gobierno; no se puede ser tan desleal ni con su país ni con la gente ni con todos los que estuvieron tantas y tantas horas esforzándose, trabajando y jugándose el futuro. Se ha sido enormemente desleal». El PP dejó correr por la mañana el rumor de que Aznar, en réplica a la inesperada intervención de Zapatero en el debate de los Presupuestos Generales, iba a irrumpir ayer en la comisión para informar, al menos, sobre sus gestiones internacionales en relación a la catástrofe. Pero el asunto se complica, porque la democracia exigiría que se abriese un gran debate nacional sobre qué es leal y desleal en el comportamiento de la oposición, siempre que no se comparasen, para evitar penosas excursiones retrospectivas, la oposición que hace el PSOE y la que hizo el PP.