Carta al señor alcalde de Villaquilambre Ánimo a la Cultural Críticas y contradicciones

Esta carta no es de protesta ni de reclamo, simplemente y aunque no sea habitual, es una carta de agradecimiento. Porque en esta vida no sólo hay que criticar lo malo, también hay que ser honestos y cuando hay algo que está bien hecho, reconocerlo. Esta carta es en representación de las madres de los niños de tres años de Navatejera. Cuando comenzó el curso vimos asombradas y atónitas el lamentable estado del aula en el que nuestros hijos iban a pasar las primeras y más importantes horas de su educación. El aula era pequeña, demasiado para los veintiséis niños de este curso, el radiador, un peligro, y nos preguntábamos: ¿Cómo vamos a dejar a nuestros hijos en estas condiciones? Supongo que cualquier madre quiere lo mejor para sus hijos y decidimos luchar para conseguir que tuvieran una enseñanza digna dentro del mejor ambiente. Empezamos a mover algunos hilos, a informarnos de los pasos que debíamos seguir para lograr nuestro propósito y estábamos dispuestas a llegar hasta el final. El señor presidente de la Junta Vecinal, nos propuso muy amablemente cedernos un aula de la Casa de Cultura de Navatejera, que le agradecemos enormemente, pero una vez comentado el tema creímos que no era lugar, ni el ambiente más adecuado para los niños, puesto que allí también se encuentra el consultorio médico, y después de sopesar los pros y contras decidimos seguir adelante. Concertamos una entrevista con el alcalde de Villaquilambre, que nos recibió el día y la hora acordada. En una entrevista amena y distendida le presentamos a Lázaro García Bayón nuestros problemas y ruegos. Se hablaron de varias soluciones, una de ellas la construcción de una nueva aula más amplia y en mejores condiciones, pero en honor a la verdad, las madres que acudimos a la reunión, queríamos una solución rápida y que se llevara a cabo dentro de este curso escolar. Se nos prometió un aula prefabricada nueva, más amplia y en mejores condiciones, estuvimos de acuerdo y quedamos en que la solución llegaría rápido. Ha pasado un mes y hoy cuando hemos ido al colegio, vimos dos camiones con el aula prefabricada que se nos prometió. Es verdad que han pasado más de quince días y nuestros hijos siguen estando en el mismo aula, pero entendemos los problemas de fuerza mayor que han surgido y sólo esperamos que las obras se realicen lo más rápido y satisfactoriamente que se pueda para complacer a todo el mundo. Por eso hemos decidido escribir esta carta, para que se sepa que independientemente de la ideología política de cada uno, sólo podemos decir que fuimos a hablar con la máxima autoridad de este Ayuntamiento y que nos escuchó y no sólo eso, sino que sólo nos prometió lo que pudo cumplir y también le queremos decir que seguiremos luchando para conseguir que en este pueblo se mejore entre otras cosas, los edificios donde nuestros hijos pasan la mayor parte del día y por eso estamos dispuestas a enfrentarnos a quien haga falta, porque este ya no es el pueblo pequeño de hace unos años, ha crecido mucho y con ello los habitantes y los niños, y está claro que no puede haber el mismo espacio que había para unos pocos niños que para ahora el doble o el triple. Para terminar, decirle, señor alcalde, que muchas gracias por habernos escuchado y por habernos dado una solución rápida y satisfactoria, y no dude que cada vez que nuestros hijos necesiten el apoyo de sus madres en cuanto a su educación, lucharemos con todas nuestras fuerzas. Gracias. Camino Pardo García, en representación de las madres de educación infantil de 3 años de Navatejera. Fernando Martínez, asiduo lector de Diario de León, se pone en contacto con el Teléfono del Lector diciendo:«¡Aúpa Cultural! Llamo a esta sección para felicitar a la Cultural por la exhibición del domingo en Pontevedra frente al líder. Soy socio desde hace años y me da pena comprobar que cada vez más a menudo se valora más a la Cultu y a Tomé fuera de León que aquí, en nuestra tierra. Creo que, de momento, va a ser muy difícil que la Cultural juegue tan bien en el Amilivia como lo está haciendo fuera porque existe un sector del público que no tienen ninguna paciencia y a las primeras de cambio arremeten contra los jugadores y el entrenador. Algunos aficionadillos parecen sufrir cada domingo viendo a Tomé en el banquillo y a algunos jugadores de León en el equipo. Les da igual que la Cultu gane o pierda, sólo están dispuestos a silbar y a vocear mientras no esté el entrenador y los jugadores que ellos quieren; y así parece que la Cultural siempre juega fuera de casa y luego ocurre que los equipos visitantes se aprovechan de ello porque la presión la tienen nuestros jugadores. No podemos olvidar que son jugadores de Segunda B y que por mucho campo y por mucho presupuesto que tengamos, son de Segunda B. Algunos se imaginan los domingos, como si fueran Don Quijote, que están en el Bernabéu o en el Nou Camp y los de abajo son el Madrid o el Barcelona. Menos silbar y vocear y más aplaudir y animar la afición. ¡Aúpa Cultural!». Francisco Aller llama al Teléfono del lector para hablar sobre un artículo en el que una lectora apoyaba una original columna de Pedro Trapiello en la que criticaba los insufribles ensayos de las bandas de Semana Santa. «Quiero decir que estas señoras luego son las primeras que van a las procesiones y ahora se están quejando. No deberían escribir esos artículos cuando son las primeras que van a verlas».