Diario de León
Publicado por
Antonio Pérez Henares
León

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Después de un año de hostilidades, el gesto marroquí de ofrecer durante tres meses prorrogables sus caladeros a la flota gallega es sin duda la mejor noticia que hemos tenido en cuanto a nuestras relaciones internacionales se refiere. España y Marruecos son vecinos y es mucho mejor llevarse con ellos bien que andar a la greña. Para ambos. Lo que nos estaba sucediendo es que parecía que Marruecos se había empeñado en llevarse mal con nosotros y en una escalada sistemática: fin del acuerdo pesquero, retirada de embajador, oleadas permitidas de pateras llego a la provocación militar de Perejil. Ahí España demostró una firmeza y una contundencia inusual en su política internacional y luego tendió la mano. Pienso que quizá sea en ese momento donde haya que buscar el inicio de un cambio de actitud que ha propiciado este nuevo clima. España es sólida y sabe defender sus intereses pero quiere ser buena vecina. Marruecos parece haberlo entendido y ello es una magnífica noticia. La entrevista en Madrid de Ana Palacio y Benaisa transcurrió por buenos derroteros y con calma y en su tiempo los dos países intercambiaran de nuevo sus embajadores. Pero el gesto del rey marroquí, inteligente pues sabe que llega al corazón de una España entristecida por la catástrofe del Prestige, da una nueva dimensión. Que los marroquíes nos tiendan ahora la mano tendrá una segura recompensa y puede abrir vías de colaboración creciente. Maruecos debe saber que los españoles queremos los acuerdos con ellos y que nuestras inversiones pueden ser crecientes en su país. Si lo que nos quiere también insinuar con su generosa actitud de ahora Mohamed VI es que quizá pueda llegar en su día a firmar un acuerdo de pesca justo y rentable para ambos bienvenida sea la posibilidad. Si quiere que España sea su valedor ante la UE solo tiene que ser leal a los compromisos y un buen socio en los conciertos. Ojalá se haya comprendido que hay mas que ganar en la amistad que en la hostilidad.

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