AL DÍA
Corea juega con fuego El Galileo no arranca
Las bravatas de Corea del Norte, que ha amenazado con «un castigo sin piedad» a Estados Unidos, moverían a hilaridad si tras ellas no se entreviera la hambruna de un pueblo trágicamente dominado por una dinastía de visionarios, alimentados por Pekín hasta hace poco pero hoy autónomos y sin conciencia de su posición. China tiene una gran oportunidad de conseguir la respetabilidad que reclama tras su ingreso en la OMC si consigue desactivar este elemento de desestabilización. España observa en carne propia la utilidad que tendrá para el tráfico de buques la implantación del proyecto Galileo, que competirá con el imperfecto sistema GPS norteamericano, de uso tanto civil como militar, que permite obtener las coordenadas de cualquier punto del globo por referencia a unos satélites fijos de ubicación conocida. Sería absurdo que la pugna de Alemania e Italia por su fabricación, que Washington alentará si pue- de, forzará un aplazamiento o frustrara la empresa.