Diario de León
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León

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LA gran mancha navega viento en popa hacia Francia, pero el Prestige tiene más grietas y es de temer que flete otras que acudan en su persecución. El chapapote se ha convertido en el Corsario Negro y la lucha contra él ya tiene un carácter conjunto. El batiscafo Nautile, cada vez que baja a darse una vuelta por los jardines submarinos, constata nuevas fugas, pero el ministro de Defensa, Federico Trillo, que no se mete en profundidades, dice, tras sobrevolar Galicia, que las playas están «limpias y esplendorosas». Se comprende que los que están acarreando mierda en plenas navidades hayan dejado de oír la radio y de ver la televisión: quieren ahorrarse el cabreo que le producen las declaraciones gubernamentales. ¿A quién tranquiliza decir que «no es el apocalipsis que nos han descrito»? A la tardía reacción y a la ineficacia les ha sucedido la mentira. ¿A qué viene disminuir la gravedad de los hechos cuando incluso el Rey ha hablado de «calamidad»? El primero que dijo que no existía el menor peligro de que llegara una sola gota de petróleo a la orilla fue Arias Cañete y el que nos dice ahora que las playas están preciosas es Trillo. ¿En qué lugar de la mancha se habrán situado? En las emergencias dan su verdadera talla los políticos, ya que para poner primeras piedras, cortar cintas de carreteras y visitar asilos en época preelectoral sirven todos. Cuando vienen mal dadas es cuando se comprueba que unos son tan torpes como nos parecían y otros más torpes de lo que nunca pudimos imaginar. La constatación es desoladora. Si no se refleja en las urnas es que somos más brutos que ellos. La verdad del siniestro cuento es que los ecosistemas tardarán años en reponerse del efecto tóxico. La naturaleza tiene una admirable capacidad de reconstrucción, pero hay que darle tiempo y los seres humanos disponemos de menos tiempo que ella. Los científicos dicen que va para largo: la devastación va a continuar cuando las manchas de fuel no sean visibles. Lo menos que podemos pedir, ya que no podemos pedir percebes, es que no nos engañen.

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