Diario de León
Publicado por
Luis-Ángel Alonso Saravia, exempleado de Caja España
León

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Hace seis años, el 30 de abril de 2016, escribíamos en esta misma tribuna un artículo titulado Menos lamentaciones, más memoria y más autocrítica en referencia a lo que acontecía entonces en Banco Ceiss, entidad heredera del negocio financiero de lo que anteriormente había sido Caja España-Caja Duero, así como a las reacciones que, ante tales hechos, hubo por parte de determinados políticos y de algunas personas de la sociedad leonesa.

El 5 de abril de aquel año, responsables de Banco Ceiss habían trasladado a la representación legal de los trabajadores el anuncio de 1.120 despidos. Al día siguiente, portavoces del PSOE en diferentes instituciones de la Comunidad salieron en tromba vociferando y acusando al PP y a la Junta de Castilla y León de ser los culpables de tal situación, cuando el PSOE lo era en la misma medida. El jueves 14, el Diario de León publicaba unas manifestaciones que, por ese motivo, realizaron Juan Martínez Majo (presidente de la Diputación), Javier Cepedano (presidente de la Fele), Manuel Mayo (secretario provincial de UGT) e Ignacio Fernández (secretario provincial de CC OO). Y el día 15 de abril era el abogado Enrique Mendoza Díaz quien, ante lo sucedido, escribía una tribuna en este Diario bajo el título El expolio de Caja España . Por todo ello, señalábamos en nuestro escrito que era momento para menos lamentaciones, más memoria y más autocrítica.

En septiembre de 2016, durante el año 2017 y en el segundo trimestre de 2018 escribimos en esta tribuna diversos artículos acerca de la desaparición de las cajas de ahorros españolas. En ellos nos referimos al diseño por parte de las autoridades políticas del nuevo marco regulatorio y del nuevo marco de entidades financieras como el inicio de un proceso que se desarrolló rápidamente en tres fases a las que dimos los nombres de integración, bancarización y oligopolización; apuntamos las justificaciones que se utilizaron para encubrir las verdaderas causas, sus causantes y los culpables, que serían señalados en siguientes artículos, así como los perjudicados por la desaparición del que se denominaba «sector ahorro»; y terminamos el relato a primeros de diciembre de 2018 con otro artículo titulado Caja España, fin de trayecto , dedicado a la desaparición de la mayor institución de ahorro que ha existido en nuestra Comunidad Autónoma.

Todos aquellos artículos eran la avanzadilla de un proyecto en el que estábamos trabajando con el fin de descubrir interioridades y el desenlace vivido por empleados y clientes de unas cajas de ahorros arruinadas y expoliadas como consecuencia de una nefasta gestión realizada por gestores incompetentes, consentida por políticos corruptos e ignorada por unos supervisores ausentes y unos sindicalistas acríticos.

El proyecto de trabajo consistía en dar a conocer a través de varios libros cómo fue nuestra experiencia profesional en Caja España, la evolución de las cajas de ahorros españolas desde su fundación hasta su desaparición y finalmente escribir la historia de Caja España desde su fusión hasta su absorción por Unicaja Banco.

En abril del pasado año, con la publicación del primero de los libros titulado Yo trabajé en Caja España y con los subtítulos De la ilusión a la decepción y Ser uno mismo, aunque moleste , se daba cumplimiento al primero de los escritos propuestos. Su contenido se compendia en una frase: ¡la verdad desde la libertad!

Próximamente, a fin de hacer realidad el segundo de los escritos del proyecto, publicaremos un nuevo libro en el que se cuenta la historia de unas instituciones que, desde su fundación hasta su desaparición, practicaron el conocido como «Modelo de las Cajas», el cual consistía en un modelo de banca exclusivo al realizarse al mismo tiempo lo que se ha llamado «banca minorista», «banca de proximidad» y «banca social». Solo cuando los gestores de las cajas de ahorros dejaron de hacer ‘banca minorista’, se alejaron de practicar ‘banca de proximidad’, se olvidaron de realizar ‘banca social’, ignoraron el ‘criterio de prudencia’ y el ‘componente ético’ sobre los que apoyaban sus decisiones, e introdujeron en su forma de actuar ‘conductas inapropiadas’, se dio el paso decisivo hacia su desaparición, a lo que contribuyó de forma importante la ‘ruptura del principio de colaboración’ que durante años había sido respetado por todo el sector y había ayudado a mantener la unidad entre todas ellas.

En la introducción se explican las cuatro palabras base del texto: usura, caridad, codicia y expolio. En los seis primeros capítulos —la mitad del libro— se expone de forma estructurada y cronológica los distintos períodos, etapas y fases que recorrieron las cajas de ahorros españolas a lo largo de su desarrollo histórico, los montes de piedad, la obra social, y algunas instituciones que formaron parte del sector como el Icca, la Ceca y los llamados órganos de cooperación como la Coas, la Funcas y la Esca. Y en el séptimo capítulo —la otra mitad del libro— se refiere cuanto sucedió con su desaparición: así, se aportan testimonios de quienes temían su conversión en bancos; se rechazan las justificaciones dadas sobre tal desaparición; se señalan las verdaderas causas, causantes y culpables de esa deriva, con sus correspondientes responsabilidades; se indica quiénes fueron los perjudicados y sufrieron sus consecuencias; se argumenta la solución que pudo ser posible para salvarlas, en contraposición a la tesis oficial; y se dan a conocer los casos más relevantes —caso Bankia y los de las cajas más cercanas—.

Con el libro se pretende desvelar ¡La verdad de una gran mentira!

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