El horror que no cesa
«El cambio climático mata»; sí, un poco, pero mucho menos que las políticas que nos mantienen muriendo en la España actual; o sea, desde que nos gobierna el cambio climático a las órdenes del progresismo.
El progresista se lleva tal tajada de todo y de todos que se vio obligado a declarar: «Soy plenamente consciente… y me hago cargo». Efectivamente se hace cargo cargando a otros con las culpas suyas, con las cargas suyas, con las mentiras suyas, con los super-gastos suyos; es su forma de hacerse cargo.
Jamás se enterará, aunque se lo digamos mil veces, de sus responsabilidades por —entre cientos de otras razones— tener en el cajón una ley desde hace años, con la que se podría haber aliviado, solamente un poquito, los efectos de los fuegos que matan, asolan, empobrecen (menos a él), y cambian mucho el clima. Hay que ser estúpido por ignorante y 14 adjetivos más.
«Me voy a dejar la piel para defender a la clase media trabajadora del país (de Jauja)». Y va y se deja la piel para engatusar al PSOE y que le salve su trasero: remodela cargos, propaganda, portavoces, reúne al rebaño de culiparlantes, que ni rechistan a sus soflamas autistas; en ello se dejó la piel. Para defender… ¿qué?
Se defiende: recurre a amiguetes del antiguo PSOE para defenderse de su propio «partido sanchista» que hace aguas por todas partes. Y recurre con solemnidad: «Hay pocas cosas más mezquinas en política que traicionar a tus siglas, a tus ideas y a tus compañeros» (P.S. dixit). Eso sí que lo sabe bien él, por experiencia propia que traicionó al PSOE, pero sin mezquindad ¿eh?.
Lamentable, vergonzoso, miserable el comportamiento de algunos, muchos socialistas de siempre, que acuden raudos a salvar al destructor del PSOE de toda la vida. El sanchismo y el PSOE sólo tienen en común que el primero secuestró la sede del segundo con una caterva de paniaguados, sumisas ovejitas colaboradoras en la traición. ¿Qué hará P.S. con el clima que mata? Pues, de momento, lo que sabe hacer, engancharlo a su carroza lo mismo que ha hecho con ETA, «que ya no existe». Él piensa que de ese modo dejará de matar, pues dejará de existir, ¿el clima? ¿el cambio? ¿los dos? Él se hace cargo… y mucho, de su sillón.
El supercontrolador de todas las instituciones del Estado, que ha puesto a España en gobernanza totalitaria, acaba de unir la sede partidista a Moncloa, partido y gobierno son lo mismo para él; tanto monta Ferraz como Moncloa. El Estado es él y él es el partido sanchista, pero además él es todas las instituciones y hasta su propio dios.
Muy pronto controlará el cambio climático, el fuego y cuanto se ponga por delante: «Voy a por todas», ha dicho, y todas significa: todas, todos, todes y yo; una democracia femi-comunista, muy democrática.
«Gobernar es remangarse». ¡Menos mal!, porque hasta ahora hemos visto, oído, leído y sufrido ideología progre, básicamente género; o sea, términos gramaticales, lo que se aprende en 1º de Primaria. Este gobierno no ha pasado de ahí. No ha pasado, pero se ha desviado un poco, utiliza también el decretazo para todo, así como el género para todo. Y así, con esas dos armas, crean las máximas diferencias posibles entre ciudadanos; jamás la igualdad creó tantas diferencias y tan graves.
Arrimar el hombro, según nuestro ínclito demócrata-comunista, es dejarse esquilmar para que él pueda pasearse en falcón, monte chiringuitos votantes, compre voto nuevo a 400 euros la unidad, facilite la entrada de cientos de miles para ser subvencionados con el dinero público y voten sanchismo, multiplique sin medida los parásitos políticos con privilegios sin fin, compre caro el sectarismo de medios de comunicación de toda calaña y fomente los ninis como gran «fondo de armario». Todo de cara al futuro próximo; a eso lo llama «voy a por todas» y para ello todos «arrimáis el hombro» por las buenas o por las peores. ¡Sí señor, eso es arremangarse! ¡eso es hacerse cargo! ¡eso es dejarse la piel! ¡Eso es ser plenamente consciente! Y el rebaño, a callar.
Las consignas han sido claras para sus voceros: Mucha palabrería, hay que engatusar, buenismo tonto, lucir mentiras, vender humo y pagar votos. Todos los ignorantes, tontos, fanáticos y sectarios verán los cielos sanchistas abiertos.
Hasta ahí Sánchez. De aquí en adelante, algunas de mis ideas acerca de sus formas y palabras.
Toda ley que no atiende al bien común, deja de ser ley; según el orden internacional. Los decretazos son abuso de poder para desgracia social.
Como no sabe gobernar, le echa las culpas a «manejos ocultos», a la oposición porque hace oposición, a Putin, etc. Solo él no tiene culpa alguna, don perfecto.
Te has salido de España ya hace tiempo y no sabes por dónde se entra. Pediremos a Puigdemont que te enseñe la entrada. Muchos no tenemos la más mínima duda de que salvar a España es salvarla de ti. Tomo palabras de la gran poetisa y pensadora Ángela Figuera Aymerich:
«No quiero/ que haya frío en las casas,/ que haya miedo en las calles que haya rabia en los ojos».
De todo eso hay muchísimo en España hoy, por tu culpa.