Lindezas del PSOE a Núñez Feijóo
La verdad es que la situación es delicada y a la vez complicada. Es evidente que la consigna se Sánchez a sus ministros-monaguillos ha sido tirar a dar, sin contemplaciones. Y eso es lo que se está viviendo. Eso es lo que el ciudadano conoce y, desgraciadamente, no emite la mínima protesta. Nada menos que diez ministros/as han dedicado «piropos» a la persona de su adversario político, Núñez Feijóo. Ladran...luego cabalgamos. Ministros y ministras que, en ningún caso pueden ser definidos como políticos que piensan en el bienestar del ciudadano, de su país. Lo dicen, sí. Lo hacen, no.
Si nos tomamos la molestia, que lo es, de pensar realmente en el contenido de esos piropos, nos pondremos colorados de pura vergüenza ajena. Ellos no, ellos y ellas, con tal de no enfadar al baranda, que para eso es baranda, dicen y hacen cualquier cosa. La ministra de Educación, ¿de Educación?, dice que Feijóo es el primo de Rajoy y le pide que estudie más.
El ministro bailarín, Miquel Iceta declara que Núnez Feijóo actúa como un ignorante, un sectario y un incompetente. Le dijo la sartén al cazo.
El ínclito Félix Bolaños, éste tiene tela, proclama que Feijóo no es de fiar. Ole, ole y ole. Mentiroso, falto de liderazgo, peor que Casado, negacionista, aparece como voz cantante Ayuso, egoísta le llama Raquel Sánchez. Un sinfín de «elogios» destinados a zaherir la imagen del adversario político. Dijo Núñez Feijóo hace unas semanas que en lo que sí le ganaba Sánchez era en insultos. He aquí la prueba.
Piensa el presidente mentiroso que, el ciudadano, no tiene memoria. Pero resulta que desde que la informática que convive con nosotros, sabemos que nuestro cerebro y nuestra memoria es el mejor disco duro que existe.
Era previsible la situación vivida ahora. Cada día que nos acerquemos a las elecciones generales, veremos resurgir una y otra vez insultos, mentiras, maldiciones, etc. y, en todo caso cualquier argumento que deteriore y machaque la imagen del adversario, Núñez Feijóo. Es el estilo de esta banda que a la mínima oportunidad dicen que, ellos, hacen las campañas sin utilizar el «y tú más».
El Sr. Núñez Feijóo intenta hablar con Sánchez e intenta acercar soluciones a los problemas existentes en la sociedad española. Imposible. Sánchez está apagado o fuera de cobertura. Sin embargo con el descaro de que hace gala dice que él no llamará a Feijóo. Es Feijóo quien debe llamarle a él. Hasta en eso miente este ser. Su perfil político se identifica con los que mueren matando, como ocurría en el oeste americano. Ël, tiene la razón, sí o sí. Y esa convicción nos llevará a vivir episodios nunca antes conocidos.
Si sufrimos incendios, la culpa es de la guerra. Si la inflación nos invade, la culpa la tiene la sequía. Si la cesta de la compra se desboca, la culpa es del PP. Si nos falta energía y la luz tiene precios astronómicos, la culpa es del cambio climático. Es decir, siempre hay un culpable, pero exceptuando, como no a él y a su gobierno.
Sin embargo poco o nada habla del enorme ridículo ante Marruecos por la gestión del Sahara. De la situación de España con Argelia o del derroche de su veraneo en La Mareta, cuando el país atraviesa una de las peores crisis económicas que se recuerdan.
El hecho evidente es que cuando Sánchez siente en su cogote que la oposición está presionando y diciendo las cosas claras llamándolas por su nombre, él, reacciona como una hidra y ordena a sus ministros lanzar misiles dialécticos de mal estilo, insultar en otras palabras, dirigidos al líder de la oposición mientras que él viaja a sur y centro América, para ir satisfaciendo cada vez más su ego.
Esta situación no tiene más futuro que reconvertirse y encauzar lo que está descontrolado. A ver si, de una vez por todas podemos ver a España donde se merece y como se merece.
Ya va siendo hora.