Matonismo fiscal (I)
Los impuestos específicos a un determinado sector se justifican cuando generan alguna externalidad o coste al conjunto de la sociedad, como el medio ambiente por el uso de gasolina o la salud por el consumo de tabaco. Por ello es preocupante el precedente de asignar cargas o gravámenes de cuantía significativa a aquellos a los que parece que se quiere señalar públicamente de manera descarada como presuntos beneficiarios de la crisis actual y descargar en ellos el malestar social por la drástica pérdida de poder adquisitivo que sufren la mayoría de los españoles. El comentario «si esta medida molesta a la señora Botín vamos bien» es impropio de un Presidente del Gobierno y da idea de su rigor técnico. En estas líneas desglosaremos los principales cambios que afectan a determinados sectores empresariales y en su continuación, los relacionados con personas físicas.
Hace dos meses se anunciaba un Impuesto sobre beneficios extraordinarios de la banca y energéticas. Los conocidos como windfall profits ya tributan en el Impuesto de Sociedades y son difíciles de delimitar en muchas ocasiones, pudiendo confundirse con una buena gestión empresarial o una decisión de inversión al margen de factores externos. Unos días más tarde PSOE y Podemos presentan una Proposición de Ley, actualmente en trámite de enmiendas entre las cuales se va a incluir también el Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas. En la Exposición de Motivos se justifica en repartir equitativamente el coste de la inflación y la guerra de Ucrania ya que hay determinados «sectores cuyos márgenes se ven favorecidos por el aumento de los precios o existen claras perspectivas de que lo hagan». Al no tramitarse como Proyecto del Gobierno, se eluden una serie de filtros técnicos como el dictamen del Consejo de Estado, consulta pública o memoria del análisis del impacto normativo, burla al proceso de elaboración de las normas, ya que está claro que no la han redactado los citados grupos parlamentarios, sino el propio Gobierno a través del Ministerio de Hacienda. Se encarga de su defensa en el Congreso el nuevo portavoz del PSOE, Patxi López, cuyo mayor logro académico es el certificado de Bachiller, mientras que en el laboral, con 62 años, está por estrenar. Este es el nivel.
Se vaticina una fuerte batalla jurídica, caso de aprobarse en su literalidad, ya que se trata de un «impuesto» aunque lo pretendan travestir de «prestación patrimonial de carácter público temporal de naturaleza no tributaria», para justificar su no deducción en la base imponible del de Sociedades, lo cual daría lugar a doble imposición por lo menos en esta parte. Se prohíbe también la repercusión del gravamen. Figúrense que a los bares les establecen, como en toda Europa, el IVA de las bebidas alcohólicas al tipo general (21%) en vez de al reducido (10%), les impiden subir precios y no pueden computar el incremento como coste. Incluso Podemos llegó a pedir el añadido de un apartado bis al artículo 284 del Código Penal estableciendo un «Delito fiscal por repercusión de impuestos» con pena de cárcel de hasta 10 años a los directivos de energéticas y bancos que trasladen al cliente el nuevo. Por último, llama la atención que el gravamen no recae sobre los presuntos beneficios extraordinarios sino sobre cifra de negocio, pero aplicable retroactivamente a la de 2022 quebrando la seguridad jurídica, pero mejor explicarlo para cada sector.
—Energéticas: Se pretende recaudar 2.000 mn anuales, gravando al 1,2% la cifra de negocios en España de empresas eléctricas, gasistas y petroleras con ventas superiores a 1.000 mn en 2019. Existe cierto consenso en que este tipo de entidades han podido verse favorecidas por un sistema que no está diseñado para situaciones extraordinarias y por ello, diversos países han pensado en gravarles más, sin embargo Bruselas plantea solo para petroleras y gasistas una tasa adicional a lo que supere en un 20% la media de resultado neto de 2018 a 2021, no a los ingresos. Portugal prudentemente esperará a un acuerdo del Consejo Europeo. Quizá por ello BNP Paribas Exane sitúa a España como el país con mayor riesgo regulatorio para invertir en el sector, según la encuesta que hace trimestralemnte a inversores y en el lado opuesto los países nórdicos y nuestro vecino luso. Como no se puede a la vez exprimir y pedir que se invierta en renovables, Iberdrola responde aumentando en 3.000 mn sus inversiones en Portugal. Cabe resaltar que los resultados de la citada compañía a 30 de junio subieron un 36%, pero en España descendieron un 26% debido a no haber traspasado incrementos a los clientes con contratos a precio fijo acordados previamente.
—Impuesto a los bancos: Se pretende recaudar 1.500 mn anuales, gravando al 4,8% la cifra resultante de sumar el margen de intereses (cobrados menos pagados) y las comisiones netas a entidades que superaron los 800 mn en 2019, advirtiendo el Presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE) Andrea Enria, lo errado del planteamiento al no tener en cuenta las provisiones por un aumento esperado de la morosidad. Además debe reseñarse que los bancos tributan al 30% en el Impuesto sobre Sociedades, en vez de al tipo general del 25%, además de pagar el Impuesto sobre Depósitos incluso con los tipos de interés en negativo (0,03%), la imposibilidad deducirse el IVA soportado, contribución al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) o pagan el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) en la hipotecas que soliciten sus clientes además de no poder computar como gasto deducible ese 1,5% que cobra la Junta de Castilla y León sobre el valor de garantía de la hipoteca, Impuesto sobre Transacciones financieras (0,20%) así como diversos gravámenes por cajero automático en muchas localidades. El efecto del nuevo gravamen será del 8% del beneficio estimado para 2023 y el 35% del generado en España, lo que llevará a un endurecimiento del acceso al crédito.
Lo increíble es que se justifica en que tendrán beneficios extraordinarios, cuando, al contrario, la baja rentabilidad del sector es debido a los excepcionalmente bajos tipos de interés, incluso negativos desde junio de 2014 hasta fechas recientes. Parece que nadie se acuerda que las hipotecas eran prácticamente gratis hasta hace poco, por lo que las subidas previstas en 2022 y 2023 por parte del BCE responden a una normalización de las tasas, que se esperan puedan llegar al 2,6%, muy inferiores a las sufridas antes de la crisis de 2008. Esta situación ha provocado que todos los bancos (excepto Bankínter) coticen por debajo de su valor contable, al 40% de este en el caso de Unicaja, lo que equivaldría a que un piso que costó 150 mil, lo valore el mercado en 60 mil por el bajo alquiler que genera.
También se justifica por el rescate a determinadas entidades financieras, curiosamente ninguna era un banco, excepto Galicia y Valencia, en la órbita de cajas de ahorro. Los bancos fueron rescatados por sus accionistas, entre ellos 4 mn de españoles que tienen títulos directamente y 10 mn a través de Fondos Inversión, los cuales capitalizaron las entidades, de manera que hoy el banco Santander tiene 6 veces más acciones que en 2007 diluyendo sus ganancias, lo que ha llevado a que hoy cotice un 80% por debajo de ese año. Por cierto, la Señora Botín a quien el gobierno está encantado de molestar ostenta el 0,163% del Banco y España supone sólo el 11% del beneficio total del grupo, ya que el 80% se genera fuera de la Unión Europea.
—Supermercados: Parece que no va a llegar a más, pero la última ocurrencia de Podemos es la propuesta de un impuesto a la gran distribución, señalándoles entre los mayores beneficiarios del aumento de la inflación. Se trataría de aumentar en 10 puntos el Impuesto sobre Sociedades y además poner tope a los precios de productos de primera necesidad, lo cual produciría desabastecimiento como muy bien saben en Cuba. El Ministro de Agricultura no ve viable ninguna de estas dos propuestas, pero prepárense porque el incremento de los precios de los alimentos, un 14,4% en los últimos 12 meses no se va a quedar ahí, ya que hay que contar con el nuevo Impuesto sobre los Envases de Plástico no Reutilizables por el que se espera recaudar 500 mn en 2023.
Es grave el desconocimiento de la realidad, ya que de toda la cadena de valor de un alimento el eslabón con márgenes más bajos, en donde la competencia es feroz, es la distribución, basando su negocio en el volumen, además los resultados de 2021 (últimos de los que disponemos ya que no cotizan en Bolsa) son en muchos casos inferiores a los de 2020 al estar absorbiendo parte del incremento de los costes. Baste señalar que de cada 100 euros de ventas, ganan neto 2,44 euros en el caso Mercadona, líder del sector, 2,05 en Eroski, 3,12 en Lidl, 1,47 en Froiz o 1,03 en Alimerka. En el caso de un formato en claro retroceso como son los grandes almacenes, El Corte Inglés, después de unas pérdidas de 3.000 mn en 2020, gana en 2021 120 mn, 1 euro de cada 100 de ventas, habiendo bajado las mismas un 17% desde 2008 y reduciendo su beneficio neto a un tercio desde entonces.
Resumiendo, excepto gasistas y petroleras, quien de verdad está obteniendo ingresos extraordinarios es el Estado gracias a la inflación. Además haría bien en explicarnos por qué seremos el último país desarrollado en alcanzar, para 2024 según el fondo Monetario Internacional (FMI), el nivel de actividad pre-COVID, formando parte del mismo pelotón que Venezuela, Sudán, Libia, Yemen y Haití. De eso hablaremos mañana.