Diario de León

La plaza de Castilla y León en Malta

Publicado por
Afrodisio Ferrero Pérez, abogado y periodista
León

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«Más sabe quién mucho anda, que quien mucho vive». Se ha dicho siempre que el viajar y mudar abren, siempre, nuevos horizontes culturales, por suponer un aprendizaje de conocimientos históricos y humanos. En esta crónica quiero comentar un viaje reciente a la isla de Malta y otros lugares de su entorno rodeados por el mar y quiero centrarme en La Valeta, que es la capital de esta isla.

Nada más iniciar el recorrido por esta ciudad monumental y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (1980), tuve la fortuna de escuchar de la persona que ejercía de guía el siguiente comentario: «Ahora, nos encontramos en la plaza de Castilla y León». Confieso que me quedé sorprendido y con cierta emoción; en efecto a mi lado se hallaba el edificio llamado «Albergue de Castilla y León», donde convivían los caballeros hospitalarios de la orden de San Juan de Jerusalén, es decir, la orden militar destinada a proteger y defender los Santos Lugares.

Como dato complementario hay que decir que la Orden de Malta se fortaleció con los miembros de la misma orden destinados en la isla de Rodas, que se habían establecido, con anterioridad, en la llamada «Casa de España», en cuya sede está esculpido el escudo tradicional de Castilla y León, formado por dos leones y dos castillos. Es un edificio construido a principios del siglo XIV, que constituye el verdadero corazón de Rodas, una realidad que pude verificar en un viaje anterior.

A partir de entonces, los caballeros hospitalarios de San Juan fueron trasladados a la capital de la isla de Malta. Y siguiendo las explicaciones de nuestro guía, de 1190 a 1530, los normandos pusieron fin a la dominación árabe y posteriormente las islas Malta y Gozo caen en manos de los franceses, concretamente de la Casa de Anjou, quienes ocuparon el poder hasta las denominadas «Vísperas Sicilianas», escenificadas en una ópera del mismo nombre de Verdi. Así los franceses fueron sustituidos por la corona Catalano-aragonesa de Pedro III, que dominó la isla hasta 1530. La historia sigue dando vueltas y en este año, el emperador Carlos V, decidió la cesión de las islas Malta y Gozo a la orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que gobernó durante más de dos siglos. Y cuando entró en decadencia esta orden heroica, en 1798, fue conquistada por las tropas napoleónicas, con el pretexto de su expedición a Egipto. Tras la expulsión de los franceses en 1800, las islas pasaron a manos de los ingleses, y así permanecieron durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Por fin, llegó la independencia de las islas, fue mediante un referéndum en 1964 y la proclamación de la República diez años más tarde. Y en fechas muy cercanas a la actualidad, el 1 de mayo de 2008, Malta se convierte en miembro de la Unión Europea, siendo miembro de la zona euro.

Quizá me haya extendido en esta descripción, pero considero necesario clarificar la situación de Malta, en cuyos antecedentes históricos se entrecruzan con la presencia de España, con la participación de Castilla, León y Aragón y, en consecuencia, con el enorme imperio español. La densidad actual de población es la más alta de los estados miembros de la Unión Europea, con más de medio millón de habitantes. Hay lugares que no he podido olvidar, por su singularidad, en este viaje: el gran puerto, con su privilegiada situación en medio del Mediterráneo, que constituye el centro de importantes rutas comerciales y que han hecho de la isla, a lo largo de la historia, un enclave codiciado siglo tras siglo por sucesivas civilizaciones: romanos, árabes, turcos y europeos.

Al estudiar uno de los acontecimientos más destacados de la historia de Malta, nos encontramos con la presencia de San Pablo y San Lucas, que llegaron a la isla a causa de un naufragio, y para recuerdo y evocación de este suceso, se construyó la Iglesia de San Pablo Naufrago, que es uno de los templos más antiguos de la capital, La Valeta.

La mayor parte de los grupos que participamos en esta visita a Malta, (españoles, italianos, alemanes, franceses) teníamos como objetivo recorrer las calles, rincones, museos, templos y otros monumentos, que son un centenar los que están catalogados en La Valeta. De ahí el dicho que hace referencia a la capital: «La Valeta es una ciudad construida por caballeros y para caballeros», y así la contemplamos los visitantes que recorremos la ciudad capitalina, fortificada y amurallada con su gran riqueza monumental. El viajero tiene la impresión de poder encontrar en sus calles a los caballeros de la soberana y militar orden hospitalaria, de los caballeros de San Juan de Jerusalén (caballeros de Rodas y de Malta). En casi todas las esquinas del contorno monumental existe un templete de un Santo que protege los rincones de la capital.

Es visible en la ciudad a través de sus muchos templos, palacios y albergues, la huella de las de órdenes de Castilla y León y Portugal, Italia, Aragón, Baviera, Provenza, y Auvernia. Allí convivieron, también, iglesias y órdenes religiosas distintas a las órdenes militares: Santo Domingo, San Agustín y San Pablo.

Como dato de interés hay que decir que la influencia de los caballeros de San Juan de Jerusalén fue el origen del nacimiento de la nueva orden de Malta, que plasmó su impronta en los blasones utilizados durante las cruzadas. En la actualidad, dicha orden representa un «Estado sin territorio» al que pertenecen personalidades relevantes de todo el mundo, con legaciones diplomáticas propias, y que no se debe confundir con la actual República de Malta, que data de 1974.

Para finalizar, hay que decir que, en el transcurso de la visita a La Valeta, una minoría, tuvimos la fortuna de visitar la Catedral y Museo de San Juan, cuya fachada con sus dos torres y su frontispicio reflejan gran sobriedad, aunque pertenece al estilo barroco. Antiguamente fue la iglesia convento de la orden militar en el S. XVI; y tras una reforma posterior, el papá Pío VII, en el siglo XIX, ordenó elevar su condición a la categoría de Catedral y Museo de San Juan.

Tras el recorrido por la capital de La Valeta, los viajeros regresamos al gran puerto para proseguir ruta marítima en un crucero hacia el sur de Italia antes de volver a España; y entre dos luces tuvimos la oportunidad de contemplar y admirar la isla de Malta con una nueva perspectiva: templos, palacios y el conjunto de su patrimonio monumental, iluminado. Una jornada para evocar gestas de los caballeros leoneses y castellanos.

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