Un grado de medicina para mejorar nuestro sistema sanitario
Los leoneses vienen solicitando, desde hace décadas, una Facultad de Medicina para la Universidad de León (ULE). Es esta una petición legítima con al menos una razón sencilla de entender: un grado de medicina será un motor de progreso y mejora de nuestro sistema sanitario. El anuncio del rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, de solicitar estos estudios ha reavivado el debate sobre la pertinencia o no de esa demanda. Creo firmemente que es una decisión acertada con más pros que contras, aunque soy consciente que el camino a recorrer no será sencillo.
Las razones por la que soy firme partidario de la instauración del Grado de Medicina en la ULE son fundamentalmente dos. La primera y más importante es el clamor de la sociedad leonesa en apoyo de esa petición. Hay unanimidad popular, social y política. La segunda es que una nueva facultad o grado puede ayudar a paliar la carencia de médicos en muchas zonas de nuestra Comunidad. En el momento actual la escasez de médicos es un hecho innegable y la inexorable demografía agudizará en los próximos años el problema, y se agravará aún más en la Medicina de Familia y en el mundo rural. La solución alternativa, incrementar el número de estudiantes de medicina admitidos en Salamanca y Valladolid, ya ha demostrado que no fue solución y les puedo asegurar que tampoco lo será.
En las últimas décadas se han producido cambios relevantes en las formas de enfermar en nuestra sociedad y los cambios en los modelos asistenciales y formativos no han ido al compás de las nuevas necesidades. Está costando mucho pasar de un sistema fundamentalmente hospitalocéntrico, basado en las enfermedades agudas y transmisibles, a otro que atienda y de respuesta a las enfermedades crónicas no transmisibles y a los pacientes pluripatológicos, y que se centre no solo en la recuperación de la salud perdida, sino también en la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud.
La ULE tiene cuatro grados (en breve cinco), cuatro másteres y cuatro programas de doctorado centrados en las Ciencias de la Salud
La Conferencia Estatal de Estudiantes de Medicina viene quejándose desde hace tiempo de la inadecuada formación que reciben en lo referido a las prácticas clínicas, y ha señalado algunas carencias clamorosas, como la ausencia o infrarrepresentación de la Medicina de Familia o de la Promoción de la Salud. No hay plazas suficientes y de calidad en los recursos sanitarios de las grandes universidades para dar respuesta adecuada a la formación de los estudiantes, y se fía mucho a la formación MIR. Por ello piden, los estudiantes, que las plazas existentes den respuestas a sus necesidades, y demandan más lugares donde rotar, y que se tenga en cuenta el porvenir (en tecnologías, enfoques y estrategias) y no el pasado nostálgico.
En este sentido, la ULE, junto con los profesionales sanitarios y la sociedad leonesa, será capaz de aprobar un Grado de Medicina con un reducido número de alumnos, pero con un proyecto docente atractivo, moderno y de calidad, que conceda prioridad a la formación de pregrado centrada en la Medicina Familiar y Comunitaria, y con especial atención a lo Rural. Tal vez el principal escollo sea la necesidad de contar con profesorado clínico acreditado. Pero este, no es solo un problema de la ULE, sino de todas las facultades de medicina del país. Para ser profesor universitario, en una facultad de medicina, se debe ser, en primer lugar, un buen clínico, pero dado el carácter académico se debe ser, además, un buen docente y un buen investigador. Las tres son y deben de ser exigencias de las agencias de acreditación y de las autoridades académicas.
La Universidad de León viene trabajando con los responsables de las Unidades Docentes de la provincia para facilitar la acreditación de más de 70 médicos doctores interesados en esa carrera académica. No se debe olvidar que la ULE cuenta con cuatro grados (en breve cinco), cuatro másteres y cuatro programas de doctorado centrados en las Ciencias de la Salud. También con grupos de investigación acreditados y de excelencia pertenecientes, entre otros, a CIBERHep y CIBERESP, y con un Instituto de Biomedicina de solvencia acreditada.
Evidentemente la decisión será política, no puede ser de otro modo, pero las razones para contar con un grado de medicina en la Universidad de León, son de peso, de mucho peso, y será complicado justificar la negativa para no ponerlo en marcha.