Cincuentenario de la Biblioteca de Benavides
Hay servicios, en esos pueblos ahora vaciados por la avaricia de las ciudades, que relumbran como una gema de esmeraldas en medio de una pedrera. Son fanales en la noche o mejor, puestos de avituallamiento que ayudan a sobrellevar la jornada a los que por infortunios del azar o mandatos de su veleta, han optado por permanecer al lado de sus raíces, ahuyentado los cantos de sirena que desde las urbes les llaman a sumarse a la muchedumbre de desertores de lo rural.
Es el caso de la Biblioteca y ahora tambien Cibercentro de Benavides, la perla del Órbigo, la capital del antiguo Condado de los Quiñones, que abarcaba desde los valles de Babia hasta La Bañeza, con su mercado del jueves, uno de los mas antiguo del Reino de León desde que en 1306 el rey Fernando IV de Castilla concediera dicho privilegio a la villa de Benavides de Órbigo.
Esta Biblioteca fue inaugurada el 23 de marzo de 1973 y por tanto ahora se celebra su cincuentenario que lamentablemente no contará con clarines de fanfarria por la cercanía de las elecciones. Y compartió esta función con la de Salón de Baile de la Asociación de Jóvenes de la época. Incluso fue escuela pública para primeros cursos de EGB en la segunda parte de los 70.
Baste, al menos, el modesto recordatorio de este texto tribunicio para que quede constancia de tan glorioso evento. Porque no hay duda que mantener un servicio de aprovisionamiento de cultura, a través de los libros y también de ordenadores, es un hito mas que loable para una localidad que ya no llega a los 3.000 residentes, incluyendo pedanías adjuntas. Porque una biblioteca es una fábrica no solo de distracción sino también de cultura y de civismo en medio de este páramo, aunque ribera, de tractoristas y negociantes.
Es estimable esta biblioteca además por otras encomiables virtudes, la primera de ellas el admirable edificio en que esta ubicada, un vetusto caserón de ladrillo visto, con radiantes ventanales que hacen especialmente amable la lectura y una generosa calefacción que ayuda a pasar las horas de frío con un libro entre las manos. Y naturalmente por el servicio siempre afable de su bibliotecaria.
El cibercentro fue inaugurado por el entonces consejero Antonio Silvann en 2004 con un presupuesto de 150.000 euros como soporte a las nuevas tecnologías entonces emergentes. Y dispone de una docena de ordenadores y la atención siempre amable y cordial de su encargado, Óscar Benavides, Fox, para los amigos. Bajo su amable supervisión y en este inspirador ambiente compone este modesto servidor la mayor parte de los textos que publica en la Tribuna de este Diario.