León ante los títulos de Patrimonio de la Humanidad

En este tercer comentario, sobre la posible denominación de León como Patrimonio de la Humanidad, pretendo analizar, además de los ya descritos, otros monumentos de relevancia artística y cultural de la capital leonesa: iglesias, palacios, torreones y mansiones de relieve. Se trata de resaltar los valores y símbolos históricos que concuerdan con la descripción de Patrimonio de la Humanidad y corresponden al título de «Memoria del Mundo» y que, a mi juicio, pueden ser: La Virgen Blanca, el Cáliz de doña Urraca y el Pendón de Baeza, entre los más destacados. (Ver Diario de León de 21.1.2023 y 1.3.2023).

Sobre las iglesias de relieve monumental hay que señalar, en primer lugar, la de Palat del Rey, quizás la más antigua con referencia a Ramiro II (931-951). Su emplazamiento se halla próximo al mercado del Conde Luna. De ella se conserva una cúpula y un gran arco de herradura. Otro templo, a destacar, es la Iglesia de Santa María del Camino, más conocida por la del «mercado del grano». Por delante de sus puertas pasa el Camino de Santiago. Se trata de una joya del románico, erigida en el siglo XII. De semejante trazado es la iglesia de San Martín, en el marco de la plaza Mayor. Sus orígenes se sitúan entre los siglos XI y XII. Y siguiendo la ruta por el centro de nuestra ciudad, encontramos la iglesia de San Marcelo, construida en el siglo XVI, sobre el solar de un monasterio del siglo X. En el otro extremo de la capital se halla la Iglesia de Santa María la Real, que era un antiguo monasterio del siglo XI, perteneciente a los jesuitas y contiene obras maestras de Esteban Jordán y de Juan de Juni. Desde este emplazamiento caminamos por la calle Renueva y tras pasar por la pequeña plaza, donde se encuentra la estación de ferrocarril de Feve, se puede contemplar la Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. Según el cronista Máximo Cayón Diéguez, este espacio urbano fue dominio del Cabildo de San Isidoro. Este templo perteneció, en su día, al monasterio de San Pedro de Eslonza, entre los ríos Porma y Esla. Esta iglesia reconstruida contiene restos del primitivo monasterio del siglo XI. Además de una nueva portada barroca del siglo XVIII, contiene arcos, columnas y bóvedas trasladadas desde su enclave a la ciudad leonesa para la nueva parroquia por iniciativa del Obispado. «Y de esta forma se salvó de las ruinas la abadía benedictina de las más florecientes de la provincia leonesa». En el otro extremo de la capital (cercas medievales), se halla el templo de San Francisco, rodeado de un parque del mismo nombre, donde se muestra la escultura del mítico Neptuno, (monumento que en época lejana estuvo frente a la Catedral). Dicha iglesia franciscana del siglo XVIII, expone un nazareno muy célebre en la Semana Santa, el Cristo del Dainos o Buena Muerte. Además, alberga en su interior parte de un retablo barroco de la «Pulchra leonina», según el escritor Juan Luis Puente.

Después de esta mirada a los templos leoneses más famosos, conviene no olvidar los edificios que conforman el marco monumental, dos palacios y dos edificios, entre otros. En este momento, es justo mencionar: el Palacio de Alfonso Séptimo, el Emperador (1126-1157), con una ubicación muy cercana a la Catedral y precisamente en el solar que ocupa actualmente el Colegio de las Teresianas. Es conocido popularmente como el «Torreón de la Reina Berenguela» (1181-1246), que era la hija de Alfonso IX de León. Y es muy probable que en esta mansión estuviera algún tiempo siendo usada como vivienda. En otro lugar de la muralla romana (el ángulo de la plaza Mayor del mercado), se halla la Torre de los Ponce de la época de Alfonso XI, el Justiciero (1311-1350), monarca que extendió el recinto amurallado hacia el sur las llamadas «Cercas».

En el marco central de la ciudad leonesa, encontramos el Palacio de los Condes de Luna, del siglo XIV que está construido con piedra noble en los que resaltan los escudos de la estirpe nobiliaria en su pórtico principal, es de estilo neoclásico. Como ampliación se completa con una torre llena de ventanales, el edificio da relieve, notoriedad a una de las familias de mayor relieve de León y provincia. Dicho inmueble, restaurado por el Ayuntamiento de la capital, se ha transformado en una sede de la Universidad Washington y de la Fundación Real (2010).

Otro edificio de carácter monumental y artístico es el Palacio de los Guzmanes (S. XVI). Se erigió por mandato del obispo Don Juan de Quiñones (hijo de Don Ramiro Núñez de Guzmán). Guarda el palacio las divisas de los guzmanes, incluidas las de Guzmán el Bueno (1256-1309) que consiste en un escudo con dos calderas, adornadas con cabeza de sierpes y armiños.

De frente, encontramos el Palacio de Gaudí, conocido como el edificio Botines de 1898 y destinado a almacén y venta de tejidos. Al decir de los «cronistas» es el edificio que más atención despierta después de la Catedral. Sin duda, el «estilo Gaudiano» que recuerda el carácter del neogótico, que evoca un palacio de hadas lleno de ventanas y torres de ensueño, construido con piedra de granito berciano, bien labrada. Después de la etapa comercial se convirtió en sede de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, es una obra singular que contrasta con los edificios contiguos: los Palacios de la Diputación y de los marqueses de Villasinta respectivamente.

Dentro del conjunto de la plaza de San Marcelo encontramos, en otro espacio cercano, el Palacio del Marqués de Torreblanca, del siglo XVII. Se trata de un edificio nobiliario enmarcado en la amplia y muy bella plaza de San Marcelo.

En el fondo de esta plaza, la más visitada de León, se halla otras edificaciones como el Ayuntamiento, que tiene como anexo al antiguo Teatro Municipal, y la mansión de Villafañe y Casa de las Comedias por otra parte.

Y, finalmente, el Palacio de los Prado del siglo XVIII, de estilo barroco, erigido en principio en la localidad leonesa de Valdetuéjar, edificio que fue trasladado a León en 1954. Una vez desmontado y reconstruido piedra a piedra que actualmente está destinado a clínica con la denominación de Nuestra Señora de Regla, al lado de la Catedral.