Diario de León

Las heroicas damas del ‘Soterramiento ¡ya!’

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Casi dos años ya han pasado  desde que una tarde de octubre se reunieron en un local  en Trobajo, no lejos del puente, la docena de personas que asumieron la pesada carga de agitar la conciencia de los vecinos sobre la mortal amenaza que para sus vidas y haciendas suponía el proyecto de concluir la reforma del AVE en León sin soterrar las vías. Hubo que recordar para excitar los ánimos, los triunfales pasquines de publicidad  emitidos en 2004 por Diputación, Ayuntamiento y Junta cuando se propuso el proyecto de integración del AVE en León. En aquel proyecto, con Gobierno del PSOE en Moncloa, se prometía  un soterramiento desde la estación de Renfe en León hasta más allá del puente de Párroco y un maravilloso pasillo  que dejaba expedita la comunicación viaria  entre el suburbio de Trobajo y en el centro de la ciudad.

Luego llegó la maldita crisis que tantas esperanzas ahogó y que sirvió de pretexto a la ministra Pastor,  con un Gobierno del PP en Moncloa, para mutilar el proyecto original por una mezquina obra que dejaba el municipio de San Andrés y especialmente a Trobajo en el camino de la catástrofe. Ante esta miserable traición del Gobierno del PP al proyecto inicial, la entonces Corporación del PSOE de San Andrés debía haber emprendido una enérgica campaña de oposición vecinal a lo que era claro arruinamiento del futuro municipal. Pero extrañamente el asunto se silenció y nada se movió en Trobajo  y tampoco en la Corporación, durante dos largos años. 

Hasta  los restantes partidos en el Ayuntamiento se mantuvieron en un intolerable silencio ante la amenaza que el futuro sin soterramiento se cernía  sobre Trobajo.  Hubo que esperar al final de las obras en el Crucero para una primera llamada del PP a todos los partidos en la oposición en San Andrés para encarrilar un movimiento de rechazo al cambio del puente que significa el inicio del proceso de sepultamiento de Trobajo. El resto de los partidos ignoró dicha llamada, mostrando que los intereses de grupo se ponían por encima de los comunes del municipio. 

Pero aquella convocatoria, un frío día de septiembre de 2021, al pie del puente, alumbró una inesperada criatura: un puñado de asistentes frustrados por la raquítica respuesta a la manifestación partidista se conjuraron para promover unos contactos que llevaron finalmente a esa reunión que encabeza este artículo y la formalización de la Plataforma por el Soterramiento el 1 de octubre.

Han transcurrido dos años de la heroica lucha de un minúsculo grupo de personas, mayormente de género feminil, que, con un coraje admirable han logrado mantener la esperanza de un futuro prometedor para el barrio de Trobajo y el municipio de San Andrés, con su demanda innegociable del ‘Soterramiento ¡ya!’  Esta lucha les ha forzado de dedicar a la causa cientos de horas de trabajo, hurtadas a sus familias y a su descanso. Cientos de horas consumidas  en la confección y colocación  de carteles y pasquines  por las calles y locales de Trobajo, en la recogida de firmas en la calle, en las reuniones con colectivos con afinidad de miras, en la asistencia a los plenos del ayuntamiento, en la participación en las marchas semanales de cada viernes en el puente, en la presencia ante las autoridades  que se acercan a León, en la atención a los medios de difusión..  Todo ello en medio de la fría acogida de la mayor parte de los residentes en Trobajo que, con un egoísmo que solo la envidia o intereses bastardos, pueden explicar se resisten a salir de sus casas a colaborar en la empresa que garantice el futuro del barrio. Una respuesta que hubiese llevado a la deserción a cualquier activista de cualquier causa, pero no a este cuadrilla de damas heroicas con mínima presencia, aunque laudable,  del género masculino.     

Con paciencia admirable, una laboriosidad  febril, y un ánimo indesmayable han seguido empeñadas en su hermosa contienda, en medio de la hostilidad del ya exgobierno del PSOE San Andrés y de la dudosa complicidad de la oposición. Solo el Diario de León, con el servicio impagable del señor Urdiales, ha apoyado sin fisuras esta pugna informando con regularidad de sus episodios,  y algunos de los medios de internet

Esta épica lucha, la más longeva en la historia de León, no ha sido en balde: ha conseguido al menos la paralización del proyecto en curso, la apertura de un debate que ha llevado a una reforma del proyecto que sin embargo no satisface aún la exigencia del soterramiento, una demora en la sustitución del puente de Trobajo,  la retirada de la vergonzosa pasarela en el Camino de Santiago, que es un escupitajo de desprecio a los habitantes de León, a los de Trobajo y a los peregrin@s y finalmente han desalojado de la alcaldía a la inconpetente alcaldesa del partido  que ha gobernado estos cuatro con más que evidente sumisión a los dictados de su partido en Madrid en complicidad con los jerarcas del Adif. 

Los que tapan sus vergüenzas y excusas su pasividad con la acusación  de que la plataforma esta politizada, porque admite y persigue la ayuda y la colaboración de los políticos de San Andrés, se niegan a entender que  siempre se les ha invitado a participar o al menos a colaborar con ella. Ha llegado la hora de la verdad, el relevo en el Ayuntamiento es una realidad, gracias en su mayor parte al efecto de las acciones de la Plataforma por el Soterramiento. L@s nuev@s concejales ya saben el precio de mantener  una actitud no combativa a favor del soterramiento: el final de su carrera en la política de San Andrés. Confiamos en que la nueva corporación sea capaz de defender con firmeza la exigencia del Soterramiento porque esta obra es decisiva para el futuro de los habitantes de Trobajo, para el valor de sus propiedades y la prosperidad de sus empresas. Y todo ello se lo debemos a esa  docena de damas heroicas, nuestras Agustinas de Aragón, nuestras Marianas Pinedas,  que mantienen levantada la bandera de Soterramiento con admirable entereza e inagotable laboriosidad.  Porque, como proclaman  aguerridas cada viernes, en la marcha del Puente, «Si esto no se arregla.. guerra, guerra, guerra».

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