Desmemoriados cazurrines, queridos
Rafael Escuredo, en Diario de León de fecha 27-7-2022, dijo: «Que León no tenga autonomía fue culpa del PSOE y de UCD, no sólo de Martín Villa».
El 17-4-2023, en Diario de León, el ministro Bolaños desautoriza y para los pies al alcalde socialista de León, José Antonio Diez, diciéndole: «El Estatuto de Autonomía de Castilla y León es claro. Y ahí es donde está el Partido Socialista».
Parece lógico que un partido que está en el poder, gobernando, como es el caso del PP en Castilla y León, no tenga mayor interés en cambiar el «statu quo» y meterse en líos para dividir la «comunidad».
Sí es más difícil de entender que el PSOE, estando casi siempre en la oposición (y con pocas posibilidades de lograr gobernar a castellanos y leoneses), fuera el primero en rechazar una Autonomía para León, y además se lo pasara de miedo bailando en la campa de Villalar con el pañuelito rojo-morado al cuello en compañía de comunistas y sindicalistas. El fervor de la izquierda por mantener invariable la situación de Castilla y León ha sido y es muy triste, y además le echa la culpa al PP de no haber consolidado en todos estos años un sentimiento colectivo de unidad en la Comunidad. Pretenden que sigamos todos juntos y revueltos, castellanos y leoneses, pero siendo nosotros los obligados a seguir perdiendo, sin permitirnos una verdadera solución que bien pudiera ser: «Tanto monta, monta tanto León como Valladolid», dos regiones distintas, claramente distintas, y un «dios» verdadero: España.
Los mandamases del PSOE y de UCD, con buena voluntad pero con escasa visión histórica, quisieron unir una parte de Castilla con León para que se fortalecieran entre sí y juntos significaran más y tuvieran mayor poder y mejor futuro político, económico, social. Pero Valladolid no ha cumplido bien, y ya son demasiados años soportando su egoísmo, su incapacidad para reconocer el «problema leonés» y tratar de resolverlo.
El señor Rodríguez Zapatero, en más de siete años como presidente del Gobierno de España, ¿ qué hizo para favorecer a León en su deseo de ser una Autonomía separada de Castilla? No hizo nada. Tampoco recuperó La Ruta de la Plata, cerrada en 1985 por el PSOE, ni eliminó el peaje de la AP-71 León-Astorga, que tantas veces había prometido. En cuanto a la desaparición de nuestro tesoro económico, financiero y social, Caja España, «joya de la corona de León», casi toda la culpa es «cazurra».
Es grande la alegría de la UPL por el buen resultado logrado en las elecciones del 28 de mayo, en las cuales alcanzó 5 concejales en el Ayuntamiento de León, pero es necesario recordar que en 1999 tuvo 7, igual que el PSOE, y 13 el PP de Amilivia. Luego vinieron aquellos pactos...
En el 2005, se publicó el libro 500 razones por las que habrá una autonomía leonesa, han pasado ya 18 años y seguimos esperándola.
El 14 de marzo de 2006, don Francisco Sosa Wagner, Catedrático de Derecho Administrativo de la ULE, en el Club de Prensa de Diario de León, explicó que el proceso autonómico estaba cerrado y León no tenía posibilidad de lograr su Autonomía, salvo que se modificara la Constitución. En este mismo año publicó su libro El Estado fragmentado , y criticaba la política que practicaba el que había sido su alumno y a la sazón Presidente del Gobierno.
En aquellos tiempos, Greta Torres, defendía, a capa y espada, a León y su Reino. Recuerdo acaloradas discusiones con el profesor vallisoletano Julio Valdeón.
Intentando recuperar la memoria, me encontré con este texto de un gran escritor, profesor, ya fallecido, que dice: «El Bierzo se hunde en una especie de fatalismo senil, sin iniciativa ni voluntad para nada. Al no existir un sentimiento comarcal fuerte, esta unidad geográfica un tiempo equilibrada y armónica es hoy una tierra de nadie por donde a salto de mata se mueven y husmean negociantes y especuladores sin escrúpulos y donde algunos de los sobrevivientes matan el tiempo urdiendo teorías ridículas al servicio de bobas quimeras políticas. Me estoy refiriendo entre otras a eso de la provincia del Bierzo. Teoría no más ridícula, por otra parte, que la de ese Reino de León resucitado por quienes manipulan gratuitamente la historia, cuando lo que importa es la historia todavía por hacer, es decir, un futuro donde no habrá ya Ordoños (buenos ni malos), Sanchos (fuertes, crasos o deseados) ni Bermudos (con gota o sin ella)».
Soy buena persona y no caeré en la tentación de poner el nombre del «pecador», pero sí doy cuatro datos:
1ª. La «parrafada» está escrita en septiembre de 1989.
2ª. Figura en la página 11 de un libro publicado en 1998.
3ª. El libro ha sido editado por la Diputación Provincial de León y el Instituto Leonés de Cultura.
4ª. Nunca dijo cosa parecida sobre Cataluña.
Este escritor, muy reconocido por todos los leoneses de cualquier ideología y condición, al opinar así demostró que ignoraba muchas cosas, entre ellas el Manifiesto Berciano publicado en 1978, firmado por personas de todos los campos del saber, del arte, del periodismo, comerciantes y empresarios, que pedían la restauración de la provincia del Bierzo. Por caridad cristiana, también omito la relación nominal de estas personas.
Hoy, que estoy muy atrevido, me permito la osadía de hacer estas inocentes preguntas:
¿Castilla consentiría el traslado de una Consejería a Zamora, otra a Salamanca, y otra a León?
¿León capital y provincia consentirían que dicha Consejería, traspasada por la Junta, se pusiera en El Bierzo?
¿Ponferrada, y el Bierzo, permitirían que la sede de dicha Consejería, con sus muchos empleados, estuviera en Villafranca?
¿León daría el visto bueno para que la sede de la Diputación fuera trasladada a Astorga, que está más centrada en la provincia y más cerca del Bierzo?
¿Astorga aceptaría que su obispado se pasara a Ponferrada, que es más grande, habla gallego y está más cerca de Valdeorras?
Un de los esenciales problemas del leonesismo es que la gran mayoría de sus votantes son de izquierdas, votan a UPL en elecciones locales y autonómicas, pero no en las generales. Veremos si el 23 de julio rompen con esta tradicional situación y votan a UPL para lograr representación en el Parlamento de España.
La Historia hay que contarla bien. Yo me acuso de haber estado en todas las manifestaciones a favor de la identidad leonesa y sus intereses.
No es lo mismo ser «soplagaitas» que gaitero.
El que esté libre de culpas...
Con toda Burbialidad.