Diario de León

Todo es poesía, poesía para vencejos

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El próximo domingo día 6 de agosto, a las 19.00 horas, recitaré poemas en La Bañeza, recordando a Conrado Blanco León, a su hijo Conrado Blanco González y a su esposa Charo González. Muchas gracias a Luisa Arias González, secretaria de la Fundación Conrado Blanco, por haberme invitado. No podía negarme a tal honor, placer y alegría, pues Conrado y Charo fueron mis queridos amigos. Además, debo decir que me siento muy unido a esta tierra bañezana, por «partida doble» (perdonen la expresión, pero he sido contable): mi única hermana se casó, felizmente, con un bañezano, y mi hija también.

Tengo escrito que «ser poeta es una desgracia como otra cualquiera si se sabe llevar con resignación». Todo en la vida es poesía, a veces triste y dolorosa, pero siempre hay que intentar que el día a día y el balance final sea satisfactorio, alegre, feliz.

No hay poesía mala, sí algunos poetas desorientados que cuando suben a las altas tribunas no pueden evitar que se les altere el ritmo cardíaco, la cara, la voz; hasta tal extremo y punto que la sencillez y la humildad salen huyendo, despavoridas. Una cosa es la oratoria excelsa, con sustancia, y otra muy distinta la soberbia vana y alargada. Lo dijo muy bien Antonio Machado: «Desdeño las romanzas de los tenores huecos, y el coro de los grillos que cantan a la luna».

Por cierto, cuando alguien pronuncia el apellido Machado sólo se piensa en Antonio, y no es justo, pues también existe Manuel, tan poeta como su hermano, mas, por cuestiones políticas-partidistas, se magnifica al de «yo voy soñando caminos» y se «desprecia» al de: «Mi voluntad se ha muerto una noche de luna en que era muy hermoso no pensar ni querer».

Conrado Blanco González, siempre amable, de buen humor, y cariñoso, dejó escrito: «Soy libre en mi componer,/ de «ismos» no soy esclavo,/ y mi principal hacer/ es cantar a La Bañeza/ con la pasión y el amor/ que la cantaba Conrado».

Me encanta esta sencillez, que es clara virtud poética. Por eso creo que a Conrado hijo, marido de Charo, le cuadra a la perfección esta frase que he leído en un texto de Sarita Álvarez Valladares: «Con algunas personas ocurre como con las estrellas, que cuando las miramos a simple vista parecen pequeñas, pero comprendemos que son muy grandes cuanto más nos acercamos a ellas».

Conrado era, y es, muy grande, un coloso de la amistad generosa, verdadera.

Todos somos poetas. Hay poetas para todos los gustos, disgustos y opiniones, por ejemplo el monárquico Antonio Carvajal Álvarez de Toledo, amigo protector de Antonio Pereira, que en diciembre de 1942, en la revista el  Eco Franciscano , publicó  Poema a los Reyes Magos,  y le coló un gol a la censura al exclamar: «Vengan, pues, los Reyes, todos lo pedimos;/ esa es nuestra dicha, ese es nuestro afán./ ¡Vengan, pues, los Reyes y entren en España,/ al son armonioso de la Marcha Real».

Juan Carlos Mestre, me ha dicho: «Querido Bouza, sólo hoy he sabido que andabas con alguna preocupación de salud afortunadamente ya superada. Tengo la intensa necesidad de hacerte llegar este abrazo, a ti, a tu legendaria burbialidad, a la memoria y el cariño que a todo lo tuyo me une, te deseo lo mejor, siempre, y me alegra como propia tu recuperación. Salud y poesía, fraterno poeta. Tu amigo Mestre». Yo, sin que él lo supiera, hacía tiempo que había escrito: «Nuestro querido poeta Mestre, todos los días conquista el vellocino de oro haciendo angelicales cabriolas en su mágica bicicleta. Lo suyo es, y debe ser, volar con la ilusión del aire sobre tiernas nubes de ensoñación, sin manillar ni ruedas ni pedales ni cadena y, desde lo más alto, cerca de la divina gloria, lanzarnos versos sin medida, como nieve salvaje que cae en los chorros de amor y vida de nuestras fuentes de la Libertad y los Colmenares».

La poesía siempre intenta hacernos mejores. En consecuencia, el domingo, tendré el honor y el placer de acompañar a Luisa Arias González, a Antonio Colinas, a Adolfo Alonso Ares, a Antonio Manilla, a Sara Otero del Amo, a Luis Pedro Carnicero, a Inocencia Montes, a Víctor Santos Vázquez, a Esther Ruvira, y al lucense Miguel Anxo Fernán Vello, que este año es el ganador del Premio Conrado Blanco León.

Habrá apoteósico final musical con el arte de Antonio-Odón Alonso Ramos y Fernando Uña.

Quedan invitadas todas las personas que quieran disfrutar de lo lindo celebrando la XXXVIII Poesía para Vencejos en el parque Charo González, de La Bañeza.

El que esté libre de culpas...

Con toda Burbialidad.

tracking