Diario de León
Publicado por
Carlos Simo Mateos
León

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Ahora que vivimos días tormentosos en lo informativo, después de que llovieran aerolitos o vaya Vd. a saber que, Pedro Sánchez, negocia con Puigdemont no se sabe bien que, amnistía, referéndum y más cosas, sigue la guerra en Ucrania y no se sabe cuándo terminara gente, purgando los gastos extra de las vacaciones, el colegio de los niños y las subidas de los tipos de interés en eso que llaman la cuesta de septiembre, vaya Vd. a saber, pudiera ser, como relatan algunos cuentos medievales, que además de agua, nieve y aerolitos, llovieran «sapos y culebras»; pues, después de todos los trastornos ocasionados por la corriente de agua cálida del Pacifico, mas conocida por el «Niño», léase inundaciones en Grecia y Libia, terremotos en Marruecos, ahora, viniera la respuesta atlántica al fenómeno anterior, más conocida entre los profanos en el tema, como la «Niña», y ya se sabe que, aunque las «niñas», son mas dulces, también son más imprevisibles en sus reacciones, y pudiera ser, como digo, que además de agua, nieve y aerolitos, llovieran «sapos y culebras».

No termino de imaginar, por lo curioso que resultaría el enfrentamiento, un duelo dialéctico claro, entre un «niño», fajador demostrado pero mucho me temo que sin demasiados recursos lingüísticos, y una «niña», mas avezada en los asuntos de las letras y con la lengua mas afilada, en el ruedo que libremente, nos brindan a todos y cada uno de los ciudadanos, los medios de comunicación, no, todavía no me lo imagino, pues en este terreno, la lucha seria desigual, y al final de la contienda, como no habría acto de contrición por parte del «nene», y se empeñaría en sacar pecho, la «nena», que vale mas por lo que calla, que por lo que cuenta, provocaría revuelo en el gallinero, y lo que digo, lloverían «sapos y culebras».

Pero tranquilo el personal, que de momento, Merlín el encantador, con su varita, parece querer dominar a los elementos, aunque el cambio climático se lo está poniendo difícil, esperemos a ver, si el paso de frentes y bajas presiones, y un remiendo en la capa de ozono, dan paso al anticiclón, y de una vez por todas, se instala sobre nosotros, y con su influencia, nos puede proporcionar, un resto del otoño y un invierno de aquellos que predica el calendario zaragozano, como de libro, por el día, cielo azul y sol, con alguna que otra lluvia o tormenta y nieve si hubiera lugar, que luego falta agua, y por la noche, al gusto frío y heladas, y a esperar la llegada de la tan ansiadas primavera, a ver si con ella, tanto el «niño» como la «niña», hacen que en vez de llover «sapos y culebras», llueva por ejemplo «café del campo».

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