La FED está desnuda
Dice el mandamiento más respetado de las Tablas de la Ley del mercado de valores, acciones y bonos, que «nunca te opongas a la política de la FED si no quieres que tu inversión sea un fracaso o sea salir como gato escaldado». Lo que implica una creencia ciega en el poder absoluto del Banco Central de los EE UU para dirigir la economía por los rumbos que le convienen, que son los mismos que los del gobierno de turno de los EE UU. Así ha ocurrido durante los ciento veinte años de su existencia; la FED ha timoneado la singladura de la economía, buscando sus objetivos fundacionales: mantener la inflación a raya (2% actualmente) y garantizar la estabilidad del sistema, por medio del manejo de los tipos de interés, o sea, el precio del dinero y las regulaciones sobre la liquidez del sistema bancario.
Su estrategia es más que conocida y resulta casi cansina de divulgar por su simpleza. Cuando la economía se acelera en exceso y aparece la inflación, la FED sube los tipos de interés, cuando ocurre lo contrario, los baja, Todo ello sirviéndose de una serie de indicadores que han fallado muchas veces por lo que las decisiones de la FED han errado, otras tantas, en la velocidad o la firmeza de su intervención. Por otro lado interviene en la liquidez del sistema, aumentado la cantidad de dinero en circulación con la emisión de dinero o reduciéndola, exigiendo unas reservas más elevadas a los bancos y ¡hasta comprando y vendiendo acciones y bonos de empresas y estados en los mercados como cualquier otro participante del mercado!
Así funcionó el invento durante un siglo entero y el capitalismo se fortaleció mientras su contraparte, el comunismo, se derrumbaba. Este hecho fue precisamente el que originó un cambio histórico que lo perturbó todo. A falta de contrapunto al que combatir la FED se inclinó por el camino más fácil a la hora de combatir las crisis que periódicamente se difunden en el sistema y son parte natural del capitalismo. Emitir en cantidades nunca vista dinero nuevo a precio cada vez más bajo, así lo hizo en la crisis de 2008 y después en la del covid. Esa operación se sabe que históricamente ha llevado sin remedio al despertar de la inflación y al la decadencia de sus emisores. Pero la FED se encontró para sorpresa de todos con que la inflación no apareció tras la crisis de la vivienda del 08, pese al aumento de la liquidez del sistema y por ello perpetuó su estrategia de emitir sin tasa dinero papel, tras el covid.. hasta que tanto al cántaro al agua que el cántaro se rompió... y apareció bruscamente el odiado bichancano: la inflación.
Ahora la FED tiene un problema nunca visto: ha debido de subir los tipos del 0 al 5 por ciento en 12 meses lo que ha hundido un 30 por ciento el precio de los bonos pero el gobierno no ha dejado de endeudarse con lo que el rating de los EE ya no es óptimo, triple AAA, que sino empieza a cuestionarse la capacidad del gobierno para devolver los 30 billones de dólares que adeuda a sus prestatarios, principalmente los bancos de Japón, China y Europa, aparte los domésticos.
Este pérdida de credibilidad del Gobierno para pagar sus enorme deuda y los propios errores de la FED durante 29 años alimenta una encrucijada muy probable: que la FED ya no pueda dirigir a su conveniencia el rumbo de la economía como acostumbraba y por tanto los mercados se queden sin timonel. Ahora, con el objeto de domar la inflación, la FED mantiene los tipos por encima del 5% (lo que amenaza con frenar a la economía) y lo hace, no para proteger a los ciudadanos de la inflación, sino para permitir al gobierno seguir endeudándose a intereses tolerables para sus altísimos déficits.Es mas que probable que cuando por fin llegue la recesión y la FED se vea obligada a bajar los tipos para reanimar la economía, no tendrá ya ese poder soberano con que antaño señoreaba los mercados para bajar los intereses de la deuda y los prestatarios del Gobierno de EE UU se nieguen a comprarlos con intereses por debajo de la inflación. O sea que si la inflación no se sujeta, como parece más que probable, la FED encontrará por fin el escenario que se ha buscado por su irresponsabilidad, que se descubra que el emperador está desnudo y ha perdido la capacidad de controlar el mercado, lo que sería el signo de una crisis nunca hasta ahora vista.