Súplicas del Papa por la paz y un alto el fuego en la guerra palestino-israelí

El Papa Francisco, el domingo 5 de noviembre, cuando se dirigió a más de 20.000 peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, apeló «en nombre de Dios» a un «alto el fuego» en el conflicto palestino-israelí. Después de 30 días guerra en Gaza, pidió que se busquen todas las vías «para evitar absolutamente» la extensión del conflicto en la región de Oriente Medio, así como la liberación de todos los rehenes, y la entrega de ayuda a los heridos y a toda la población de Gaza « donde la situación es más grave».

«Les ruego que se detengan en el nombre de Dios. ¡Alto el fuego!». Su llamada vino precedida de una llamada similar hecha el día anterior, 4 de noviembre, por los ministros de Relaciones Exteriores de Jordania, Egipto y Catar cuando se reunieron con el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, en Ammán, Jordania. La misma llamada a un alto el fuego la había hecho la Asamblea General de la ONU el 27 de octubre. En las últimas semanas, cientos de miles de personas se han manifestado en las principales ciudades del mundo, incluidas Londres, Berlín, París, Roma, Madrid, entre otras, pidiendo también un alto el fuego.

En esa misma intervención, dijo el Papa: «Sigo pensando en la grave situación en Palestina e Israel, donde muchísimas personas han perdido la vida».  Se refería a los cerca de 10.000 palestinos que, según el Ministerio de Salud de Gaza, han muerto como resultado del bombardeo israelí sobre la Franja de Gaza de 365,18 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes. El bombardeo israelí ha sido la respuesta al ataque que Hamás perpetró el 7 de octubre en el sur de Israel. Según Israel, el ataque de Hamás provocó la muerte de 1.405 israelíes, cuya memoria Francisco también ha incluido en sus oraciones y llamadas a la paz.

El Papa Francisco pidió que «se exploren todas las vías para evitar la propagación del conflicto».  Existe un temor creciente y generalizado en todo el mundo de que el conflicto pueda extenderse a toda la región si Israel continúa bombardeando Gaza. Ya se han lanzado ataques contra Israel por parte de grupos que apoyan a Hamas o la causa palestina desde Yemen, Irak y particularmente desde el Líbano, donde Hezbollah entró en el conflicto el 8 de octubre.

El Papa pidió también que se permita la entrada de ayuda a Gaza para atender a las decenas de miles de palestinos heridos y para proporcionar ayuda humanitaria a los 2,3 millones de personas allí atrapadas, que carecen de alimentos, agua potable y suministros médicos. El Papa Francisco describió la situación humanitaria en Gaza como «muy grave» y dijo: «pensemos en los niños, en todos los niños involucrados en esta guerra, como también en Ucrania y en otros conflictos.  De esta manera se está matando su futuro». Unos 3.900 niños han muerto desde el 7 de octubre como resultado de los continuos bombardeos israelíes sobre el enclave, según el Ministerio de Salud de Gaza. Y han muerto no en el campo de batalla, sino cuando las bombas han alcanzado edificios residenciales, hospitales, ambulancias, escuelas de las Naciones Unidas, campos de refugiados, mezquitas e iglesias. Según Caritas Internacional y Save the Children International, «un niño muere cada diez minutos en Gaza».  Pidió también el Papa que «los rehenes sean liberados inmediatamente».  Israel dice que Hamas mantiene cautivos a más de 240 rehenes en Gaza, en su mayoría israelíes, pero también de otros 30 países.

El Papa Francisco concluyó su llamamiento con estas palabras: «Oremos para que la gente tenga el coraje de decir «¡basta!’».