La Atención Primaria afronta años difíciles
Hay falta de médicos, esta es una realidad con origen en el mal tratamiento que ha recibido nuestra Sanidad sobre todo en los últimos 20 años. Que después empeoró con la pandemia y que ahora como remedio, los gestores sanitarios sacan un conejo de la chistera en forma de contratación de 235 médicos «no formados en Atención Primaria», no MIR, que pareciera una subcategoría en la AP.
He leído muchos comentarios, algunos los he tenido que releer y hasta frotarme los ojos para entender que lo que decían era lo que esencialmente querían decir. Es un problema que tiene sus antecedentes bien entrado el siglo XX. Hasta entonces y durante los 70-80… y hasta nuestra época, no existía este problema, cada medico y me refiero a los de «cabecera» tenía asignada su población y su área. Las generaciones se cubrían espontáneamente y las plazas se asignaban en función de los méritos.
Por entonces, la conciliación era menos problemática que lo es en la actualidad por razones de todos conocidas. Los médicos propietarios adquiríamos méritos, trienios y otras gratificaciones económicas, era agradable trabajar con los mismos pacientes y para los pacientes lo era tener un mismo médico.
Todo cambió cuando se comenzó a no cubrir las jubilaciones, ni las vacaciones, ni los días de libre disposición… por los «recortes». Y de esta forma, las plantillas profesionales también recortadas dan paso a la situación actual. ¿Razones?
1.- Las plazas de médico de familia no se cubren porque, «pasamos» de que las generaciones se jubilen y no se pensó en esta contingencia.
2.- Los residentes de MIR comienzan a preferir quedarse en los hospitales cuando terminan su formación. En el medio rural hay áreas de difícil cobertura por la dispersión y el alejamiento. Son plazas sin atractivo.
3.- Como consecuencia de esta no cobertura de plazas, la Gerencia de Atención Primaria de la Junta comienza a cerrar consultorios locales.
4.- Los médicos formados en Atención Primaria vía MIR saben que atender a 50 personas al día es una locura por lo que muchos renuncian a seguir estudiando médico de familia.
5.- Malas condiciones salariales e incertidumbre en el futuro profesional.
6.- La propia Amnistía Internacional anuncia que debemos emplear el 25% que recomienda la OMS del presupuesto de Sanidad a la Atención Primaria, en España no llegamos al 15%.
7.- Los malos contratos y la falta de promoción con todas sus consecuencias han conseguido que en nuestro país ya pocos estudien medicina de familia y menos aún por la inestabilidad laboral a los 30 años tras muchos años de formación.
8.- Alegan desde la Consejería una normativa de 2008 que permite contratar médicos no especializados. No he leído la normativa, pero más que normativa puede ser una evasiva.
Ante estas razones y habrá más, es preciso sin tardanza llegar a invertir en Atención Primaria ese 25% del presupuesto sanitario previsto al menos para intentar que nuestra comunidad autónoma sea más atractiva, con incentivaciones económicas, laborales, familiares y de todo tipo. Que no haga que los MIR de Familia miren hacia otro lado buscando mejores condiciones.
El nuevo Ministerio de Sanidad, ahora dirigido por la Médico Mónica García debe comenzar a trabajar, convocar el Consejo Interterritorial del Sistema Sanitario de Salud, poner sobre la mesa el problema y consensuar soluciones a corto plazo, a medio y a largo. Las de corto plazo solo se van a conseguir con dinero, que es un gran estimulante y que convence incluso a aquellos que han renunciado al MIR de Familia. Después y teniendo en cuenta que el MIR son cuatro años y seis de carrera, pues ofrecer un número de profesionales adecuados para las necesidades que haya, en el futuro. Esto durara al menos 10-11 que solo se pueden cubrir ampliando el presupuesto en Sanidad. En nuestra CC AA ante la falta de facultativos, la Consejería de Sanidad ha decidido contratar a 235 médicos no MIR (con otros 100 más en la recámara). Los pacientes adscritos a estos médicos deben estar informados de que no son MIR y que por tanto no han recibido la adecuada formación. Será una competencia con los que han accedido vía MIR, competencia en mi modo de ver ilegal. Si el plan sigue adelante será responsable la conserjería de los posibles conflictos, incluso jurídicos que se puedan contraer. Contratar médicos sin especialidad puede ser un atentado a la salud y la salud es lo primero, pero no a cualquier precio. Cada cual debe saber hasta dónde puede llegar. ¿Soluciones?
1.- Como justificación, se hacen eco los medios de comunicación escritos que la actividad profesional ha decrecido en más de un millón de consultas en los últimos 10 años en los Centros de Salud. Como dato estadístico lo vamos a dar por bueno, pero ¿saben cuántos habitantes tenía la provincia de León en 2013? 489.247 ¿y en 2023? 447.685. Total: 41,562 habitantes menos en León. Importante cantidad y primer dato para deconstruir la teoría de que ha bajado el número de consultas de AP en CyL y por tanto también en León. A menor población menos actividad.
2.- Cierre de consultorios locales, sobre todo por jubilaciones, abandonos personales y porque esta población marginalizada tiene muy difícil el acceso a los existentes o a sus centros de salud por las difíciles comunicaciones, la no provisión de medios de trasporte y/o por tener que costearse el desplazamiento. Condicionantes que contribuyen a la merma en las consultas, que ha hecho que se abuse de las urgencias hospitalarias y a que la medicina de familia no cumpla su objetivo o que la cumpla de forma deficitaria con la contratación de médicos no MIR. Solución, reabrir los consultorios locales y financiar los traslados.
3.- La telemática ha invadido la atención primaria, la presencialidad ya es una anécdota, la burocracia ha tomado el día a día. Desde la atención primaria se exige menos burocracia.
4.- Prolongar el servicio activo o proponer la jubilación activa o hacer extras infravaloradas no son más que chapuzas que no nos han llevado a nada. Se prevé que en los próximos cinco años se van a jubilar unos 50.000 profesionales médicos en España. Las consecuencias de esta merma en las plantillas profesionales no están previstas.
Por todo esto, opino que no me parece un acierto contratar médicos no MIR para los consultorios locales que asoló la anterior consejera de Sanidad y no me parece justo porque su contratación es de «dudosa legalidad» y no disponen de certificado comunitario que les avale para cubrir las vacantes. No me parece adecuado esperar a que un juzgado diga si es legal o no porque en el camino pueden suceder estragos en nuestra salud. Tener médico sin titulación no quiere decir seguridad para la salud de sus pacientes y, sí supone una quiebra del principio de igualdad. Los no MIR en mi opinión desprestigian la especialidad y la hacen menos atractiva. Y no me parece justo ni aunque como dicen sea una medida puntual para una situación excepcional. Veamos y contestemos a esta pregunta: «A alguien le gustaría que le operase un cirujano que no hubiera cursado el MIR? ¿O un traumatólogo que «no fuese titulado»? Pues lo mismo pasa, con la atención primaria. Parece ser que ha habido propuestas para privatizar la atención primaria (eslabón básico para conseguir una atención sanitaria de calidad) lo cual supondría el golpe de gracia a la atención primaria. Llegaríamos a que la atención primaria sería selectiva y solo personas con recursos económicos podrían pagarse los servicios sanitarios. El consejero debe conseguir pagar bien, formalizar contratos dignos y fomentar la fijación de los profesionales en nuestra CC AA. Privatizar la atención primaria sería el principio del fin. Incógnita: Mónica García (ministra de Sanidad).