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En este momento se puede escuchar que hay un debate sobre la «plurinacionalidad». Por eso creo importante aclarar los contenidos asociados al mismo. Miren por donde, soy de los que creen que desde la historia leonesa y en concreto desde el modelo del «Regnum Imperium Leonés» habría muchas cosas que aportar. En este artículo trataré de explicarlas.

Ante el concepto de plurinacionalidad hay una parte de los españoles que directamente la rechazan. Lo hacen apelando a una España uniforme en la que en algunos casos llegan a atribuir contenidos religiosos (la España católica en su versión más ultra) y también una cierta unidad en el pensamiento político. Parece que para ser españoles hay que pensar de una determinada manera. Creo que esa España es una España mutilada y que fomenta lo que supuestamente ataca. Hay españoles que son comunistas, ateos, musulmanes y habría un largo etcétera. Aquellos que no lo entienden así hacen un flaco favor a España.

También hay los que ponen la plurinacionalidad en la mesa desde posiciones nacionalistas e independentistas. Lo primero que habría que decir a estos grupos es que ese debate sólo es posible si se admite que son parte de España. Es decir lo no creo admisible es una división algo así como «Euskadi, Catalunya y España». Eso también sería una España mutilada. Euskadi o Cataluña no es menos España que Aragón o Andalucía (por poner un ejemplo). Podrán ser formas distintas, tendrán sus peculiaridades, pero todas forman parte del común español. Desde esas posiciones no se aclara demasiado las partes que deberían componer esa España plurinacional.

Independentistas y nacionalistas buscan relaciones bilaterales entre sus territorios y España. Es decir tratar de «igual a igual» España y Euskadi o España y Catalunya. Desde esas posiciones buscan que se les reconozca una especie de estatus más elevado al resto de territorios. De alguna forma esto se quiso recoger en la Constitución cuando se habla de «nacionalidades y regiones». Sin embargo para ellos no es suficiente. Hay que decir que lo que aquí se busca es la división en «unidades diferentes» y por ello mismo es contrario al reconocimiento de la diversidad (que siempre partirá de un tronco común).

Veamos ahora lo que es el modelo leonés de España que se recogía en el Regnum Imperium Leonés. Lo analiza Alfonso Sánchez Candeira en su monografía El Regnum-Imperium Leonés hasta 1037 (publicado en 1951). En dicha obra encontramos este texto «Esta idea hegemónica se aviene perfectamente el concepto de «imperio» tal y como se entendía en Europa medieval; esto es, como organismo político unificador, verdadero superestado encaminado a crear una unidad por encima del particularismo representado por los diversos reinos que dentro de él conservaban su independencia».

El emperador leonés era reconocido como «rey de reyes». Y ese «Imperium Regnum Leonés» es una búsqueda de la aspiración a reconstruir la unidad pérdida. En ese sentido este autor asemeja esa estructura organizativa leonesa con la del imperio nacional inglés tendente a «afirmar la unidad del territorio de Gran Bretaña por encima del fraccionamiento». Es decir hay una unidad como «británicos» aunque luego exista el reconocimiento de identidades como escoceses, galeses o ingleses. Tal vez ello pudiera tener algún punto extrapolable a la situación de España.

Esta idea del modelo leonés creo que es especialmente importante. Por un lado este «Imperium» nace como instrumento para fortalecer «la unidad». Pero por otro lado supone un reconocimiento a la diversidad territorial. A la vez hay una estructura que da cobertura a todos los reinos. Es decir se reconocen la «partes» pero también que como tales lo son «de un todo». ¿ El nacionalismo catalán o vasco asume que son parte de «un todo español»? . ¿ O quieren saltarse la escala española para pasar a la europea?

En ese sentido la plurinacionalidad debería contribuir a fortalecer España y no a debilitarla. La diversidad supone también el reconocimiento de una unidad. Es decir somos diversos si hay algo que se nos reconoce como común. Aquellos que no asumen esa identidad común no pueden ser los promotores de la plurinacionalidad. Tener como objetivo «constituir «unidades distintas» es lo contrario a buscar la diversidad.

El modelo leonés es el de «la unidad en la pluralidad». Vendría a ser que sólo desde el reconocimiento de la unidad se puede buscar el de la pluralidad. Pero también que la unidad hay que lograrla desde el reconocimiento de la pluralidad. El asumir estas posiciones puede ser clave para avanzar en el debate actual.

Llevamos siglos de ocultación de la historia leonesa. Lo seguimos padeciendo actualmente y sus consecuencias llegan también al conjunto de España.

La Región Leonesa a través de su historia nos muestra que la unidad se fortalece desde el reconocimiento a la pluralidad. Pero también que no cabe demandas de pluralidad sin un reconocimiento de la unidad.