Las pelotitas

Llama la atención la facilidad con que el PP se encuentra inmerso en jardines que no se merece. Ahora resulta que a un barco en ruta por el Atlántico se le caen seis contenedores al agua, llenos de unas pelotitas blancas con aspecto de caviar, pero no. Estas pelotitas, un mes después de caerse del barco llegan a las costas, a las playas gallegas y parece que también a las asturianas y cántabras. Y ya tenemos el lío formado.

El Think Tank de la Moncloa o quien sea, se pone manos a la obra y, como estamos en época electoral en Galicia, convierte el asunto de las pelotitas en arma de guerra para complicarles las elecciones a los gallegos. O sea, echar sobre el PP, gran culpable de todo, la mayor cantidad de la basura posible, sea o no verdad lo que digan, que no lo es.

Y comienza la batalla. El PP reprocha al Gobierno, no sin razón, que sabiendo éste lo que ocurría no se lo comunicó al PP hasta un mes más tarde. Como se suele decir ahora, esto es información, no es opinión. Naturalmente esta información no la acepta el Gobierno. Y ahora, por pertenecer este asunto a su negociado, queda en manos de don Puente, ministro de Transporte, por tanto, solo Dios sabe por dónde saldrá este hombre. Pero algo fuerte nos espera.

Se quiso convertir este incidente, por parte del Gobierno, en algo parecido a lo ocurrido con el Prestige , que tanto hirió al PP. Este caso es absoluta y totalmente distinto. Ahora no existe contaminación, no hay peligro alguno para el consumo ni de pescado ni de marisco. Y tampoco deja restos difíciles de eliminar de las playas. Producía mucha pena, cuando lo del Prestige ver a animales teñidos de chapapote. Ahora no. Ahora, debido al tamaño de las pelotitas, pues cuesta más tiempo retirarlas de la playa. Es más laborioso.

Vamos a ver si el Gobierno está a la altura, cosa harto difícil, y es capaz de apoyar las labores de limpieza de este desafortunado incidente. Ojalá.

Se están viviendo unos días donde los socios independentistas catalanes no sueltan la presa, Pedro Sánchez, a la que tienen bien cogida y que supone para ellos tener el poder absoluto de la gobernación de nuestro país.

Es cierto que Pedro Sánchez está pagando un precio altísimo por seguir durmiendo en la Moncloa. Pero debe reconocer, que quien gobierna en España es Puigdemont. Tan alta es la ambición del presidente mentiroso.

Han pasado las fiestas de Navidad y no se ha tardado ni un minuto en ponerse en marcha los que le han prestado los votos a Sánchez para la investidura, porque, ahora, ellos quieren la contraprestación. Y ya digo, están actuando como un perro de presa que sabe perfectamente lo que tiene en la boca.

Por ahora, es lo último que tenemos lo de las pelotitas, pero como ha dicho alguien con sentido común, ahora, cuando ocurre algo, que suele ser a los pocos días de lo anterior, pues ya se nos olvida lo anterior con lo cual esto es un no parar en ir conociendo incidentes o situaciones ridículas, o retrasos en el cumplimiento de algo.

Se nos olvidará lo de las pelotitas, pero como les decía lo de la velocidad con que ocurren los episodios pues aquí tenemos a la ministra de Sanidad, la Sra. García imponiendo el uso de la mascarilla en centros médicos, hospitales...

Esta señora, cuando estaba en la Comunidad de Madrid, pedía mucha prisa en arreglar los temas que el PP, naturalmente, estropeaba, pero ahora desde su ministerio parece que lo de la velocidad en solucionar los temas va con otro ritmo.

Soy consciente que estando setenta y dos horas sin escribir, cuando vuelva al ordenador ya habremos conocido un par de situaciones para arreglar. Intentemos descansar un poco, hombre.