TRIBUNA
¿Por qué?
¿ Por qué es tan difícil, a pesar de tener argumentos de sobra que justifican con creces la veracidad de la pregunta? ¿por qué es tan difícil que la Justicia actúe en tiempo y hora para remediar un asunto importante? La ínclita Francina Armengol ha retenido en un cajón, nada menos que seis días, seis, una información que debía haber enviado ella al PP. Eso está confirmado y sin embargo nadie hace caso y menos la Justicia que, sabiéndolo, sigue con los brazos cruzados, o sea sin hacer nada. ¿No habíamos quedado que todos los españoles éramos iguales ante la Justicia? Eso no se lo cree nadie, pero nadie hace nada para que eso sea verdad.
Tiene España tantos asuntos que renovar, cuando no aclarar, que algunos de esos asuntos se enquistan y no recorren el camino adecuado para su solución final.
¿Cree la presidenta del Congreso que el ciudadano de a pie no se da cuenta de las, llamemos anormalidades, que siempre suelen tener como protagonistas a nombres conocidos y siempre del partido en el Gobierno? Los ciudadanos saben y piensan más de lo que parece. Ocurre que no reaccionan aún y como consecuencia no plantan cara cuando el asunto lo requiere. Ahora, casi todos los asuntos pendientes necesitan una explicación que el Gobierno debe dar.
Es muy cierto que no se debe desistir de pedir explicaciones y que los responsables den la cara y asuman sus funciones. Es su trabajo, por cierto, muy bien pagado. Está muy claro que el caso que les comento en un clarísimo ejemplo de cómo está el patio.
El Gobierno sigue sus conversaciones con Junts pero nadie conoce el contenido de sus conversaciones. ¿Por qué tanto misterio y tanta opacidad? El presidente habla en Davos y pide ayuda para fortalecer nuestra democracia. La ministra de Sanidad está que o puede con los problemas de médicos que se le amontonan, ni puede con las mascarillas. Esta ha llegado al ministerio y pensaba que estaba en jauja. Le nuevo ministro de Hacienda coloca a su pareja para que comience a chupar de la teta del Estado. Y así un caso y otro y otro...
Cada vez con más frecuencia en las tertulias radiofónicas o televisivas o en la prensa diaria o en las Redes o en internet, o vaya usted a saber dónde, la gente se pregunta y se contesta cuanto tiempo va a durar esta legislatura. Desde luego si seguimos a este ritmo debe durar poco ya que, si no los centros psiquiátricos del país no darán abasto, un problema más para la ministra de Sanidad, con lo fácil que era criticar a la Sra. Ayuso desde la oposición al Gobierno de la Comunidad.
Así está el panorama de nuestro país. Da pena. Y a la vez sorprende la poca atención que nos presta Europa. Somos un país con todos los derechos de los países europeos, pero se respira una sensación de que no se nos atiende como a los demás.
Quizá sea que, a causa del encantador de serpientes que tenemos como presidente, Europa esté encantada por este personaje y no se den cuenta del momento crítico que atraviesa nuestro país. Ya saben que detrás de los conflictos siempre hay un problema de dinero y este caso no es una excepción.
Una vergüenza total el uso que hace el Gobierno de los pellets encontrados en las playas de La Coruña. Es de niños pequeños agarrarse a los pellets y convertirlos en arma arrojadiza para intentar sabotear las elecciones gallegas. No puede ser que un Gobierno que está continuamente dando lecciones de democracia se arrastre y haga lo que sea necesario para querer derrotar al adversario sin utilizar las urnas. Y mientras tanto el prófugo que huyó en el maletero de un coche, se fuma un puro y se ríe, de cómo se ha dado la vuelta la situación política en España. Ahora manda él. Y Sánchez, a obedecer. Vaya tela