TRIBUNA
¿Sumisión o rebelión?
No nos dejan otra opción. Soy europeísta pero constato con total certeza que la Comisión Europea se ha vuelto nuestra gran enemiga (la Comisión, no la Unión). Los gobiernos que siguen sus dictados son cooperantes necesarios, por lo mismo son enemigos de sus ciudadanos; léase Pedro Sánchez y su banda de mamertos zascandiles.
La Comisión Europea está empeñada en imponerse a todos los países europeos y que todos se sometan a sus mandatos que usarán como leyes de obligado cumplimiento. Son intrusos, ese no es su cometido. A juzgar por lo que se conoce, lo que se trasluce y lo que con toda razón y criterio se prevé, nos están implantando la dictadura Agenda 2030 de nefasto contenido. En ello están asociados los mayores partidos europeos, con la Von der Leyen a la cabeza de izquierdistas y peperos.
O nos resistimos desde ya, o tendremos que recurrir a la inevitable rebelión contra la dictadura que viene a gran velocidad impulsada por los globalistas, la ONU, los lobbies LGBT y demás tiranos con el dinero de ¡todos!
Como es bien sabido, la Agenda 2030 está en plena acción dictatorial, y si alguien lo duda, que pregunte a los hombres del campo. En nuestra España de hoy sufrimos ya lo indecible por ser el ‘sanchismo’ seguidor incondicional y manifiesto adorador de la tal agenda y de los esbirros de Bruselas.
Lamentable decir que al ‘sanchismo’ lo acompañan, lo secundan y lo aplauden tres tipos de ciudadanos: uno, los absolutos ignorantes de las realidades susodichas, dos los fanáticos sociatas que aún no se han enterado de que el PSOE ha sido engullido por el ‘sanchismo’, y tres los chupones de la agenda y del gobierno. En este tercer grupo hay de todo, desde cátedros que pertenecen además al grupo dos, hasta mangurrianes cagalindes que militan también en el grupo uno. Todos ellos son de las múltiples izquierdas, del peperismo y del no partido pero les voto.
A estas alturas uno se pregunta: ¿Cómo es posible tanta ignorancia sobre una realidad tan evidente? ¿Dónde están las universidades, los bachilleratos, los centros todos de formación, los intelectuales, la juventud inquieta, los sabios periodistas y comunicadores, los engreídos influencers y demás cabezas supuestamente equipadas? Están siendo todos ellos superados por las TVs, las radios, las prensas, … pagadas por Sánchez ¡claro!
Esta misma semana ha escrito un brillante artículo Fernando del Pino Calvo-Sotelo; un análisis objetivo, muy inteligente y crítico sobre la Agenda 2030. Lo titula: «La verdad sobre la Agenda 2030» y supera toda posible objeción. Recomendado.
Tanto el origen de la agenda, como sus bases conceptuales, la insistente propaganda y sus consignas, son una total imitación de lo que fue la propaganda comunista en el pasado siglo XX. Nunca, nadie, en ninguna parte del mundo se ha votado esa infame agenda. Viene impuesta por los globalistas amparados por la ONU y nutrida por lobbies LGBT. Su objetivo es implantar la dominación mundial, anulando la libertad humana en todos los órdenes, su ser y su actividad, desde el pensamiento hasta la economía pasando por la familia, los hijos, la propiedad, la educación, la sanidad, la alimentación y toda la vida humana.
Los 17 objetivos astutamente edulcorados en su enunciado (los 17 colorines de la insignia que veis por todas partes), disimulan y engañan arteramente sobre la virulenta maldad de las 169 acciones que desarrollan esos 17 objetivos.
Desde la ideología de género como base, que imponen porque sí, sin ningún elemento ni criterio de racionalidad, de ética ni de humanidad; hasta el paternalismo hacia los países pobres para los que el Estado será su dios omnipresente, omnisciente y omnipotente. En los 8 años que la agenda lleva en funcionamiento se constata, y ya es reconocido por la ONU, que el fracaso es patente y generalizado.
Excepción: La Europa, de la que se ha apropiado la Comisión Europea (el órgano de la Unión Europea que no es votado por nadie porque son puestos a dedo), avanza su proyecto de implantar a toda velocidad, con toda urgencia, todo el desastroso contenido de la agenda para llevar a Europa a su máxima destrucción. Las contradicciones son de magnitud sideral.
Algunos ejemplos de objetivos y su implementación; objetivo: «Eliminar el hambre y la pobreza en el mundo entero». Para ello se duplicará la productividad, y para doblar la producción de alimentos, que eliminarán el hambre, se plantean:
—Dejar que los ríos fluyan libremente (eliminación de presas y pantanos)
—Reducir drásticamente los fertilizantes en el campo.
—Eliminar el uso de pesticidas porque contaminan las aguas del mar.
Así, con esas tres imposiciones (y llevadas a cabo con perspectiva de género), consiguen eliminar casi todo el regadío, que las plagas pululen a discreción y no fertilizar los campos. Resultado: duplicarán la producción de alimentos ¿...?
Otro ejemplo. El cambio climático nos exige medidas tan sugestivas como reducir drásticamente la población, para ello es ideal la «cultura de la muerte»(aborto y eutanasia). Se eliminará la cría de animales que emiten metano, en especial el ganado vacuno; por el culto al clima reducimos alimentos. El campo es naturaleza a la que hay que dejar libremente desarrollarse, sin que la agricultura invada territorios, y que los animales tengan sus espacios en libertad. Así, mientras el hombre queda limitado, encerrado y esclavizado, los animales gozarán de un trato libre y generoso.
Más ejemplos: La familia desaparece, la educación es ideología, la sanidad centralizada y orientada a reducir población, la economía en manos exclusivas y excluyentes. Todo ello con perspectiva de género, por supuesto.
Nada escapa al control y tiranía que la agenda establece, y todo en beneficio de los regidores del mundo, esos pocos globalistas que se autositúan como tales regidores. Podemos intuir que Von der Leyen aspira a ser una de ellos. ¿Y todos los demás humanos? «No tendrás nada y serás feliz», ya nos lo han dicho así.
¿Nos sometemos, nos aguantamos, les dejamos que sigan con todo eso y nuestra esclavitud?
¿O nos rebelamos y hacemos la guerra junto a las gentes del campo, los manifestantes de todas partes y la denuncia permanente de lo que nos están ya imponiendo? Aquí, en España, con el sanchismo imperante lo tenemos muy claro, lo estamos sufriendo. ¡Y lo que viene!
El cierre me lo dicta Aristófanes: «La inmadurez se supera, la ignorancia se cura con formación y la embriaguez con sobriedad; pero la estupidez dura para siempre». Ellos, estúpidos, nos quieren más estúpidos que ellos.