TRIBUNA
El secreto de los Tomases de Veguellina
Pocas personas de nuestra provincia no conocen a ‘los Tomases de Veguellina’. Especialmente quienes se preocupan por el porvenir de su tierra, más concretamente de la zona del Órbigo, y aquellos que saben interpretar las buenas acciones, los gestos desinteresados. Porque de esto, los Tomases saben, y mucho. Tomás Vaca y Tomas Benavides suelen ser nombrados en pack, son un equipo de dos, aunque su arrojo dentro del partido, cuyas siglas siempre han defendido, confundirían a muchos haciéndoles creer que son una veintena de hombres. Quizás ese haya sido su secreto, haber sabido abrirse a los compañeros y a las compañeras. Han escuchado, debatido y consensuado siempre con la mejor de las actitudes. Eternamente por el bien del PSOE.
De cada uno de ellos se podrían decir muchas cosas, sin riesgo alguno de caer en el aburrimiento. Tomás Vaca ha sido uno de los alcaldes más proactivos y reconocidos de Villarejo de Órbigo, durante más de ocho años en periodos alternos. Tomás Benavides, el concejal más comprometido al lado de su compañero mientras los socialistas mantuvimos el poder en el Ayuntamiento, demostrando una actitud responsable y productiva también desde la oposición.
Un esfuerzo, el de ambos, dedicado al municipio durante más de cuatro décadas que quiero poner en valor. Con un talante muy característico, que hace unos pocos días salió de nuevo a relucir cuando los Tomases, con generosidad y nobleza, dieron paso a nuevas compañeras en el Ayuntamiento. Porque entienden la política como una fuerza dinámica, ágil, que está en continuo cambio y crecimiento, pendiente para solucionar los problemas de los ciudadanos y las ciudadanas.
En lo personal y como secretario General de una provincia tan grande y diversa como lo es la leonesa, los Tomases siempre me han mostrado apoyo, disposición y ayuda cuando lo he necesitado. Y yo no puedo estar más agradecido.
Creo firmemente que a las personas nos definen nuestros actos y el suyo con los valores del socialismo denota una entrega incondicional.
Estoy convencido y me enorgullece saber que para ellos también ha sido muy satisfactorio. Disfrutar de tu trabajo, de tu vocación, de un empeño al que dedicas horas y horas, sin límite, haciendo partícipes de tu entusiasmo a las personas que te rodean. Gracias también por los momentos difíciles, que los ha habido.
Quizás, a los Tomases, siempre afables y dispuestos, más de una preocupación les ha robado el sueño por las noches. Nada que perturbase su impecable carrera política, no me malinterpreten, pero sí problemas del municipio, asuntos para mejorar las oportunidades de desarrollo y bienestar de sus vecinos y vecinas.
Gracias por no haber abandonado nunca la premisa de que los ideales existen y se trabajan, de que la historia se puede mejorar y que merece la pena implicarse por nuestras gentes. Gracias por vuestra lealtad.
Y, especialmente, enhorabuena Tomases de Veguellina: cada uno de vosotros habéis elegido al mejor compañero de aventuras posible. ¡Siempre referentes!