El año en el que el leonesismo se presentó al Parlamento Europeo

Fue el 13 de junio de 1999. Aquel año, España se sumergió en un proceso electoral crucial. Era la primera vez que se celebraban elecciones al Parlamento Europeo en un mismo periodo en todos los Estados miembros de la UE. En total se eligieron 626 diputados para representar a los ciudadanos de la Unión. De ellos, a España le correspondían 64 escaños.

De acuerdo a la Ley Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral General, el plebiscito fue de circunscripción electoral única en España. Se presentaron 36 candidaturas en el conjunto del país; una de ellas la de Unión del Pueblo Leonés (UPL). Finalmente, solo ocho consiguieron representación. La participación general se situó en el 63,05 por ciento; los votos válidos ascendieron a veinte millones, concretamente 20.808.681.

Como veremos, UPL quedó bastante bien situada en el primer tercio de la lista con el puesto número 12, y la nada desdeñable suma de 33.604 votos recibidos a nivel nacional, después de los Verdes y el CDS.

Lo cierto es que este episodio electoral no es muy conocido, y por tanto suficientemente estudiado en los ámbitos de leonesidad, ya estemos hablando del plano político o sociocultural en la materia. UPL ha concurrido a comicios locales, autonómicos y nacionales, pero hasta ahora es la única vez que lo ha hecho a Bruselas-Estrasburgo con unos resultados dignos de análisis, más allá de la cuestión ideológica.

La lista de UPL del año 1999 al Parlamento Europeo se gestó desde el leonesismo asentado en Madrid. Por entonces, una «capilla leonesista» de escritores, intelectuales y profesionales formaba parte activa de la Casa de León en Madrid, «La Embajada». Desde el ambigú público de la Casa de la calle del Pez este grupo de socios lanzó la candidatura encabezada por Ricardo Magaz, con participación de Luis Manuel Esteban, Antonio Nevado y otros leonesistas audaces en la capital y también en León, que nutrieron la larga lista a Bruselas.

La campaña electoral estuvo marcada por debates intensos sobre temas clave para la Región Leonesa en aquellos momentos. Además de la autonomía, dos de ellos giraron en torno a la Política Agrícola Común (PAC) y la Europa de las Regiones.

Al tratarse de unos comicios de circunscripción única, la propaganda electoral en televisión se emitía por igual para toda España. Es decir, en Ceuta, en Lérida, en Vigo, en Mahón, en Huelva, en Cuenca, en Badajoz, en Fuerteventura, en Toledo, en Cádiz y en el resto del país se visibilizaron por primera vez las demandas leonesistas en un ambiente dominado ya entonces por el bipartidismo del Partido Popular, liderado en aquellos momentos por José María Aznar, y el PSOE, dirigido por Joaquín Almunia, principales contendientes en esa cita que a la postre ganó el PP.

En ese escenario, si se consultan las estadísticas oficiales de las elecciones de 1999 a la UE, veremos como leoneses en la diáspora de Melilla, de Granada, de Logroño, de Guadalajara, de Tenerife y de otra infinidad de ciudades y pueblos a lo largo y ancho de la geografía nacional introdujeron en las urnas de cristal al Europarlamento sus papeletas de apoyo a la candidatura leonesista hasta llegar, como queda dicho, a los 33.604 sufragios.

Resulta evidente que el leonesismo constitucional es un sentimiento con poso arraigado, independientemente de ideologías. Los años lo demuestran.