TRIBUNA
Bocalanes
En toda banda se necesita un sicario que reparta los mamporros en caso de desacuerdos. Don Tigrekhan tenía un caniche... sevillano; Don Termineitor un doberman... asturiano. El hoy inquilino de la Moncloa, Doctor CumFraude, se bastaba para ejercer de mamporrero él mismo pero ahora que anda apretado con problemas domésticos lo ha encontrado en un bocalán... pucelano.
El carácter de un pueblo se revela en el talante de sus gobernantes —Ciceron dixit—. El del pueblo de Pucela ha quedado en evidencia con la estela de su exalcalde, ahora ministro en la Corte. Será que la cochambre del agua del Pisuerga se ha inoculado en las venas de quienes la padecen a diario.
La ciudad del Esgueva se está consagrando como cuna de politiqueses de enjundia. Debe ser que su ascenso a la capitalía de la autonosuya le ha mejorado la genética. Antes del invento de ese engendro de Martín Villa, el de Santa María, no era más que capital de la nada o sea de los Montes Torozos y la paramera circundante, un villorrio en medio del secarral. Apropiarse del Foro, primero, y de las riquezas de la Autonomía, digo Suya, la ha levantado en volandas. Sus dos últimos alcaldes ya están, con sobrados méritos, en el podio de los bocalanes, como dos de los especímenes más energúmenos del zoológico politiqués patrio.
Al extinto De la Riva, de la ganadería de la gaviota, que ya lució su ingenio de macarra de tugurio en los tiempos del Profeta, me refiero a don Zapatustra, le sucedió un gañán, de la ganadería de enfrente, pero de no menor trapío chulesco.
Este matasiete de suburbio que pretendió birlarnos, como alcalde de Pucela, la única esperanza de progreso industrial que nos queda a los leoneses, el polo logístico y el tren subterráneo de Trobajo, dijo que Tony Cantó presidía un chiringuito con un sueldo de 75.000 euros «por rascarse los cojones a dos manos», una frase digna del más rucio cabrero de mi pueblo. Y remató su cañonazo describiendo al pobre socio de la Tigresa de Chamberí como «un mierda», expresión que lo pone a la altura de los rufianes de alcantarilla.
Ahora se ha lanzado al trapecio con garbos de Spiderman y sugiere que el inquilino de la Casa Rosada argentina se droga. El Gobierno de este lado del charco es tan tributario del peronismo que se ha lanzado a la yugular del enterrador de la Marquesa de Kirchner. Con barbianes de esa catadura, en el consistorio del Pisuerga y ahora en el Ministerio de las obras faraónicas ¡cuánto se echa de menos un leonés de casta que les temple la lengua!