Diario de León

TRIBUNA

Isabel Cantón Mayo
Catedrática Emérita de la Universidad de León

El patrimonio de las escuelas rurales de la Valdería

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El interés de algunos investigadores románticos por las escuelas y su puesta en valor patrimonial no ha tenido muchos seguidores de éxito. En León, donde se han estudiado los puentes, los ríos o los palomares, las escuelas han quedado relegadas al olvido.

El estudio sucesivo de las escuelas rurales de determinadas zonas con algunas pinceladas y síntesis divulgativas pretende, en primer lugar, evitar su pérdida, y en segundo lugar, poner en valor su patrimonio humilde y olvidado. Avanzando las conclusiones de un reciente libro sobre las escuelas de Jamuz y la Valdería, unido a los precedentes sobre La Cepeda y la Maragatería, sintetizamos aquí algunos elementos referidos a las mismas. El libro sobre las escuelas de la Valdería y Jamuz ha sido presentado con motivo de la Feria del Libro el día 21 de mayo en el Ayuntamiento de León.

El modelo de estudio es diacrónico y hermenéutico, permitiendo categorizar las escuelas tanto en su diacronía como sincronía, ya que los modelos usados para el Valle del Jamuz son válidos también para la cuenca del río Eria. La Valdería abarca las escuelas de once pueblos agrupados en tres ayuntamientos: Castrocontrigo, Castrocalbón y San Esteban de Nogales. De ellos, solo se mantienen operativas las escuelas de Castrocontrigo y Castrocalbón en forma de CRAS (Centros Rurales Agrupados), que acogen e integran a los niños de sus respectivas zonas limítrofes.

El tipo de escuela colmena, propio del primer tercio del siglo XX, busca alojar a una amplia población escolar y se caracteriza por la existencia de edificios escolares nobles en las cabeceras de los tres ayuntamientos, diseñados por arquitectos muy notables.

En el caso de Castrocontrigo, Madoz señalaba a mediados del siglo XIX que poseía dos aulas básicas de planta baja, hoy inexistentes, pero cuya imagen hemos rescatado del archivo, a las que solo asistían 60 alumnos, dando a entender que quedaban bastantes fuera. Además, en los años veinte se construyó la escuela de párvulos, llamada El Plantel, un edificio coqueto y muy bello con forma rectangular y redondeada.

Algo similar ocurrió en Nogarejas, que comenzó teniendo solo escuela de temporada, aunque en 1931 se proyectó desde Madrid un lujoso plano de escuelas, rehecho en 1933, firmado por los relevantes arquitectos Antonio Flórez (descendiente de los donantes de la Residencia de San Mamés) y Andrés Sánchez Sepúlveda. Se trataba de un noble edificio con hastial escalonado frontal y dos aulas.

Por su parte, para Castrocalbón el 20 de septiembre de 1935, se aprobó por el Ministerio de Educación el proyecto de construcción de un grupo escolar capaz para cuatro secciones y dos locales anejos dedicados a biblioteca, subvencionados con 72.000 ptas., además de casa del maestro. Los pueblos restantes de ambos ayuntamientos no tienen edificios escolares específicos hasta el segundo momento.

La necesidad acuciante de escuelas en la Valdería se manifestó tanto en el plan de la República de 1932 como en los planes desarrollistas de los años 1950-60. Son las escuelas fábrica, de tipo estándar, funcionalistas, de planta baja, con acceso directo desde el exterior y sin concesiones a los adornos salvo en ventanas y puertas.

En Castrocontrigo se comenzó a gestar el gran grupo escolar para la concentración prevista en la ley de 1970, con seis aulas y tres viviendas, con proyecto de Ramón Cañas del Río y Juan Torbado Franco. En Castrocalbón, se construyeron dos escuelas de niños y dos viviendas en 1947, y se menciona el esfuerzo del pueblo, que para ello enajenó varias parcelas de terreno comunal y con su producto se llevó a cabo la construcción del grupo escolar que sustituyó al de 1930.

La visita del arquitecto escolar Ramón Cañas del Río en abril de 1959 constataba la viabilidad y la necesidad de atender las solicitudes y pidió que se le remitieran las certificaciones de los solares destinados a las escuelas.

Las mismas solicitudes y procesos administrativos paralelos se llevaron a cabo en mayo de 1958 para los pueblos del Ayuntamiento de Castrocalbón, Calzada de la Valdería y San Félix de la Valdería, firmadas por el alcalde Antonio Cenador, todas ellas supervisadas por el arquitecto escolar Ramón Cañas del Río.

Por su parte, los pueblos de Castrocontrigo también realizaron peticiones para solicitar las ayudas derivadas de la Ley de 1953 y realizaron edificios escolares simples, destacando los de Pinilla de la Valdería, Pobladura de Yuso, Calzada de la Valdería, Torneros, Felechares y el muy bello edificio escolar de Morla, que ha sido salvado de su demolición hace poco tiempo. De esta época es también la escuela de niños de San Esteban de Nogales, construida con piedras del monasterio.

Finalmente, señalamos las escuelas desaparecidas: la de Torneros de la Valdería, en cuyo lugar existe un jardín, pero cuya imagen hemos podido rescatar del archivo; la primera escuela de Castrocontrigo, situada donde hoy está el tanatorio y el museo del chocolate, que también tenemos en imagen; y finalmente, la de Castrocalbón, que se ha rehecho sobre el edificio original con tantos cambios que realmente es un edificio nuevo. Las viviendas de los maestros se han rescatado para instaurar un magnífico museo escolar que recoge los recursos escolares, los enseres y la memoria.

Muchas otras cuestiones quedan pendientes en estas líneas: una amplia información se recoge en las 354 páginas del libro. En cada pueblo hay personas con recuerdos que no han podido recogerse porque o no eran pertinentes para el edificio escolar, o no han llegado a tiempo para poder incorporarlas. Un profundo agradecimiento a todas las personas e instituciones que tanto han colaborado para que el libro específico sobre estas escuelas ya esté disponible.

La Valdería abarca las escuelas de once pueblos de tres ayuntamientos: Castrocontrigo, Castrocalbón y San Esteban de Nogales. Solo se mantienen operativas las escuelas de Castrocontrigo y Castrocalbón en forma de CRAS
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