TRIBUNA
Israel y los filisteos
El día 28 de mayo de 2024, en el programa de debate de la televisión de Castilla y León Cuestión de Prioridades, en la entrevista del presentador, con don Javier Nart, diputado europeo, al que siempre he considerado una persona inteligente, me sorprendió su idea en cuanto a la guerra de Israel con Hamás, posicionándose contra el presidente Netanyahu.
Supongo que este escrito no llegará a leerlo, pero si por alguna razón llegara a leerlo, me gustaría conocer su opinión.
El Gobierno de España ha reconocido oficialmente al Estado Palestino. Este hecho no tendría ninguna trascendencia si previamente dos ministras del Gobierno no hubieran declarado que Israel está cometiendo un genocidio en su guerra contra Hamás. La vicepresidenta del Gobierno también ha declarado que Palestina es todo el territorio entre «el río y el mar», (objetivo de Hamás); lo que significa, ni más, ni menos, que el Estado de Israel, tiene que desaparecer; ni a las dos, de su partido, ni a la «anti sistema democrático», el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desautorizado, lo que también implica que está de acuerdo con esas declaraciones.
Lo sorprendente es que el presidente del Gobierno diga, no sé si con cara de niño que nunca ha roto un plato o con el mayor cinismo del mundo, que este reconocimiento, no es motivo para que España e Israel dejen de tener unas buenísimas relaciones.
Ni Israel puede admitir semejante afirmación y ya ha reaccionado a semejante provocación y por si esto fuera poco, los antisistema democrático, con los que gobierna y quieren que España se convierta en una dictadura comunista, le piden que España retire su embajada de Israel.
Hagamos un pequeño ejercicio de historia, de la historia real, no de la de memoria democrática.
Los hebreos y los filisteos, han estado en conflicto, más o menos grave, desde la Edad de Hierro; el primer conflicto fue por la propiedad del «pozo de Beerseba», entre Abraham y Abimelec, rey de los filisteos, el conflicto se resolvió, con la donación de siete corderas, sin llegar a la guerra, ambos personajes tenían principios y palabra, no como algunos políticos, demasiados, de ahora, que no tienen ningún principio y su palabra vale menos que un duro de madera; sería deseable que los tratantes de ganado, se dedicaran a la política, ya que su palabra, se cumple siempre, es como un acta notarial.
Desde aquel episodio, los conflictos entre hebreos y filisteos, ha sido una constante histórica, siendo muy conocidos el de Sansón y los filisteos y el de David y Goliat.
En las últimas décadas, han surgido numerosos conflictos, el de la guerra de los seis días y el actual, son de los más graves, el de la guerra de los seis días, año 1967, (5 de junio al 10 de junio), acabó con la conquista de todo el territorio del reino del Rey David, los filisteos, permanecieron en la franja, pero los cisjordanos atravesaron el Jordán y se refugiaron en Jordania, donde la OLP, creo una especie de estado dentro de Jordania, que acabó con una verdadera guerra entre el reino de Jordania y la OLP.
Creo que es muy importante señalar que un Estado Palestino, formado por dos pueblos, uno de origen desconocido, con sus dioses propios, «Beal, Astarté, Aserá y Dagón», y otro semita, con el dios de Abraham, le llamen Yawé o Alá, no importa el nombre, no han tenido nada en común, hasta la conversión de los filisteos al Islán y comparten la misma religión, religión que comparten con otros estados, como Egipto, o Arabia Saudita.
No tiene ningún sentido histórico un estado palestino, lo lógico es que se hable de dos estados, bien diferenciados el uno del otro.
La guerra actual, ha sido iniciada por Hamás, que gobierna (de hecho), la franja, pues Hamás no sólo no reconoce a la Autoridad Nacional Palestina, ha tratado de eliminar de Filistea, hoy conocida como Gaza, a todos los partidarios de la OLP, que es quien gobierna en Cisjordania.
Qué sentido tiene, que si Israel proporciona un tercio del agua potable a Gaza y la mayor parte de la energía eléctrica, ¿Hamás haya Atacado a Israel?
Milicianos de Hamás entraron en Israel el día 7 de octubre de 2023, mataron a 1.200 personas y tomaron como rehenes a otras 200.
La respuesta de Israel ha sido declarar la guerra a Hamás, no a Cisjordania, con la que puede tener problemas por otros motivos, que pueden resolverse con acuerdos pacíficos, al fin y al cabo, aunque sus gobiernos no se reconozcan, son pueblos hermanos, ambos descienden, del patriarca Jacob, nieto de Abraham.
En esta guerra, se ha dado algo nunca visto en otros conflictos armados, nunca uno de los contendientes ha avisado que quiere evitar, en lo posible, daños a la población civil, recomendando que se desplazasen de los lugares, en los que van a atacar al contrario. Israel recomendó que la población civil abandonara la zona al norte del río que divide en dos la superficie de la franja, y se refugiara al sur, pero no toda la población civil lo hizo, lo que fue la causa de que en los ataques a los arsenales de Hamás, murieran civiles. ¿Por qué no se desplazaron?, por voluntad propia o por imposición de Hamás, en cualquier caso, la responsabilidad no es toda de Israel.
La población civil, en el sur, estuvo a salvo hasta que, como era de esperar, milicianos de Hamás, también bajaron al sur y se infiltraron entre los civiles y desde sus campamentos, atacan objetivos en Israel.
Lo lógico, lo deseable, hubiera sido que esos casi dos millones de civiles, hubieran podido pasar a un campamento de refugiados en Egipto, hasta que la guerra terminase, bien con un acuerdo, o bien, con la rendición de uno de los contendientes; en cualquiera de los dos casos, firmada la paz, con la mediación de las Naciones Unidas, el problema casi eterno entre israelitas y filisteos, quedaría solucionado.
¿Por qué Egipto no permitió el paso a su territorio? ¿Por qué ninguna nación del mundo ha presionado a Egipto? ¿No hay un solo jefe de gobierno, o espiritual, en este planeta, con prestigio suficiente como para sentar a una mesa a las partes implicadas y que se llegue a un acuerdo, acuerdo con el que la comunidad internacional pueda reconocer, a los tres estados, Filistea, Israel y Cisjordania y olvidar el denominado «problema palestino»?
No quiero terminar este escrito sin recordar estos dos momentos históricos:
Asanblea General de las Naciones Unidas 1974. Arafat: «Vengo con el fusil del combatiente de la libertad en una mano y la rama de olivo en la otra. No dejen que la rama de olivo caiga de mi mano».
Premios Nobel de la Paz: En 1994, Isaac Rabín, Shimon Peres y Yasir Arafat, fueron galardonados con el Nobel.
¿Por qué se desaprovecharon aquellas oportunidades? ¿Por qué se ha llegado a esta situación?