Haciendo pasillo

La formación del nuevo Parlamento Europeo, esta vez se nos presenta con mucha más transcendencia que en anteriores ocasiones para los próximos cinco años, 2024-2029. Ya no solo se trata de esa relación más o menos cercana que como europeos podamos sentir con las instituciones de los 27. Tampoco se trata simplemente de la identidad de la UE, de su madurez y su fuerza dentro de su territorio y fuera de sus fronteras.

Se trata además de todo el paisaje que ha venido para quedarse alojado en nuestras realidades, con sacudidas como el cambio climático, la migración, los nacionalismos, la invasión de Ucrania, el extermino en Gaza, etc. En este escenario, la extrema izquierda y la extrema derecha se han posicionado para tomar parte de la gobernabilidad a lo largo del territorio europeo. Es el caso de nuestro país, donde, además, los nacionalismos sostienen a un Gobierno de coalición cada vez más dividido y convulsivo.

El deslizamiento hacia la extrema derecha, además de en los diferentes territorios también se hace relevante en este ineludible Parlamento Europeo. El palacio Vistalegre Arena nos ha mostrado como está el patio de la voz y la voluntad, organizado por Vox. En él se han sentido lemas tales como los de Le Pen «comenzar a reorientar a la UE» o de Orbán «es el tiempo de los patriotas para ocupar Bruselas», y comparecencias extra-europeas como las de Amichai Chikli ministro de Asuntos de la Diáspora de Israel y lucha contra el Antisemitismo, y de Javier Milei anarco-capitalista en proceso de escalada.

En este proceso, la motosierra verbal de Milei ha irrumpido en ira contra la estratégica supervivencia de Sánchez, viniendo ya resentido de las atribuciones de Puente sobre su ingesta de sustancias asociadas a su carrera política. Nos queda por contemplar el duelo o desafío pendiente; de si Milei logra venir a nuestro país próximamente o Sánchez se lo impide. ¡Cómo se enfanga la política!, y dos pueblos hermanos son llevados a un conflicto abierto, en el marco de unas elecciones europeas.

El Parlamento Europeo que se forme, con sede en Bruselas y Estrasburgo, tendrá que aprobar leyes y presupuestos que nos afectarán a todos los ciudadanos de la UE. Por ello los resultados del plebiscito del 6 al 9 de junio van a ser cruciales para los diferentes gobiernos de los 27. Pueden ser determinantes, por ejemplo, para evitar una repetición electoral en Cataluña y que Illa gobierne, bien en coalición o en solitario. Podría hacerlo; su éxito electoral se debe principalmente a él, y no tanto a las habilidades políticas de Sánchez.

Una de ellas ha sido el oportuno y simbólico reconocimiento del Estado de Palestina. Pero al mismo tiempo también va a ser una oportunidad bien aprovechada en campaña electoral. Sin embargo, frente a esta puesta en escena, nos parece ser desacertada, la reciente reunión de Abascal con Netanyahu en Jerusalén. La masacre en Gaza, no solo está siendo rechazada en la comunidad internacional, sino que, además, el Tribunal Internacional de Justicia de las Naciones Unidas ha emitido una orden para que Israel detenga su ofensiva en Rafah.