Diario de León

TRIBUNA

MATÍAS GONZÁLEZ. SOCIÓLOGO

Alquimia monetaria

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El personal ha visto las desnudez del emperador y empieza a preocuparse. Los Bancos centrales del mundo entero, comandados por la santa FED americana han inundado el planeta de papelines de colores, que llaman billetes de curso legal,  durante los últimos veinte años. En lugar de proteger a los ciudadanos, como padres responsables con sus hijos traviesos, conteniendo los excesos de gasto han hecho lo contrario. Como padrastros permisivos han tolerado las sucesivas exuberancias de los mercados, atizando el horno con la leña de la máquina de hacer billetes.

En algún momento, el señor Greenspan,  (el doctor Cebolleta) al que se considera el padre del invento, descubrió una idea revulsiva: Que la política económica se podría ejecutar con los mismos recursos que la antigua alquimia medieval. Es decir que  se podía encontrar la piedra filosofal de la abundancia con el simple acto de fabricar billetes. Lo cual evitaba los dolorosos ajustes de salarios y pensiones  que la economía clásica predicaba como inevitables para corregir  los excesos del mercado.

Asi que según la reglas  de esta neo alquímia capitalista, ya no había que torturar al contribuyente con subidas de impuestos para  compensar los sobre gastos sino simplemente se aumentaba la intervención del Estado emitiendo deuda continuamente incrementada.

Daban por descontado que la deuda llamada soberana, es decir del Estado, era el activo más seguro, como asi había sido y así seguiría siendo, No importaba que esta práctica de  aumentar las deudas sin tregua llevaría sin remedio a la devaluación de los billetes de papel. Ejerciendo un férreo control sobre los mercados del oro lograron que el truco quedará disimulado.

Así que siguiendo esta nueva economía alquímica, la FED y el BCE y el BoJ y los demás bancos centrales multiplicaron la masa de billetes, primero para evitar los recortes a que obligaba la crisis de la vivienda en 2008 y después lo volvieron a hacer en la crisis del COVID.

La multiplicación de dinero de papel sostuvo el edificio alimentado las subidas de todos los mercados, y en especial las Bolsas.

El artificio pareció funcionar durante veinte años porque el temido bicháncano de la inflación, provocado por este aumento masivo de masa monetaria, no aparecía. Con lo cual no había ningún obstáculo en bajar los tipos de interés hasta 0, como se hizo en 2015 y por tanto seguir aumentando las deudas estatales sin apenas coste financiero.

Pero, al fin, la inflación se presentó tras el Covid y la guerra  con el aumento de la energía y las materias primas. Así que hubo que subir el precio del dinero bruscamente en el año 22, lo cual pareció que doblaba el pulso a la inflación. Pero ahora en 2024, la inflación sigue presente, los Bancos centrales mareados en su propio tiovivo, ya no saben si subir o bajar el precio del dinero, Y este titubeo que es la evidencia de su descontrol es el que lleva al personal a perder la confianza en su mercancia:  los billetes de papel y a depositarla en los refugio de toda la vida, el oro, primero, la plata.. y para los jóvenes el bitcoin y compañía.

Dicen que los lingotes de oro se venden con furor en los supermercados de los USA. Dicen que los Bancos Centrales ahora compran oro como si no hubiera un mañana. Dicen que los ciudadanos chinos e hindúes  compran oro y joyas porque no confían en sus gobiernos. La desconfianza en los gobiernos y sus escuderos, los banqueros centrales, está cuarteada sin remedio. La fiebre del oro ya está en camino.

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