Diario de León

TRIBUNA

FRANCISCO J. LÓPEZ RODRÍGUEZ
Profesor jubilado de FP

La autonomía de los fariseos

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El pleno de la Diputación de León aprobó recientemente una moción presentada por la Unión del Pueblo Leonés (UPL) que reclama la constitución de una autonomía propia para la Región Leonesa —León, Zamora y Salamanca—, con los votos a favor del grupo proponente y del PSOE, socios de gobierno en la institución provincial, y la oposición del PP y Vox.

¿Qué recorrido tiene esta votación para que León, Zamora y Salamanca formen una comunidad autónoma? Voy a recordar lo que dice la Constitución en el artículo 143: La iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las diputaciones interesadas o al órgano interinsular correspondiente y a las dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla

¿A las diputaciones de Salamanca y Zamora se les ha preguntado si quieren ir con León? Esta votación tiene que llegar a: Zamora, Salamanca y. quien tiene la llave son las Cortes Generales. Largo recorrido con previsión de que el tren descarrile. Yo no soy jurista, me limito a exponer lo que dice la Carta Magna.

Muchos leoneses deseamos tener una autonomía propia. La mayoría de los leoneses no queremos depender de una Comunidad que no es la nuestra que no nos sirve para nada. Que en Valladolid no se resuelve nada para León. Que Valladolid es un núcleo que no se debate nada para una provincia que se muere. En Valladolid no pintamos nada los leoneses. Hay un principio en Cataluña que dice: España nos roba. Pues sí Valladolid nos roba. León cada vez está peor. León va camino del destierro económico. Repito, los leoneses no queremos saber nada de Castilla.

Ahora bien, el objeto de mi escrito va por otro camino y voy a contestar al título y voy a recordar a algunos lo que se pretendió en diversas reuniones antes de decir con quien iba a ir León. Voy a tirar de hemeroteca. En una reunión habida en un salón de actos de un colegio de las afueras de León en la que se debatía la suerte de León como entidad autonómica y cuales eran las diversas opciones. Allí, el que suscribe, estaba presente.

Aquella mesa estaba compuesta por las siguientes personas: Miguel Cordero del Campillo, entonces catedrático de la Facultad de Veterinaria; Baldomero Lozano, diputado por el Partido Socialista Obrero Español, y Baudilio Tomé Robla, diputado por UCD, y alguno más que no recuerdo.

Cada ponente planteó con quien deberíamos ir. Baldomero Lozano era un firme defensor de ir con Asturias con quien nos unía muchos más lazos históricos que con Castilla. Miguel Cordero del Campillo opinaba que con Asturias era una locura, sobre todo, por las barreras orográficas y falta de comunicaciones con el Principado de Asturias. No se definió con quien debería haber ido León, y Baudilio Tomé Robla, íntimo de Rodolfo Martín Villa, era partidario de ir con Castilla.

La pretensión del buen socialista Baldomero era sincera, basada en lazos históricos y tenía visos de poder llevarse a cabo, pero, a sus compañeros de Asturias, no les interesaba esta unión por interés político dado que si León se unía a Asturias el gobierno autonómico caería en manos del centro derecha y eso era una afrenta para una región históricamente de izquierdas y con residuos nostálgicos de una guerra civil. ¡Qué avispados los políticos asturianos! Murió Franco y rápidamente salieron de la cueva.

Hace 40 años, jóvenes aguerridos gestaron el Grupo Autonómico Leonés (GAL) en el verano de 1977. Otros, constituimos UNLE, Unión Leonesista, de donde salió UPL. Toda aquella simiente estaba formada por románticos que solo queríamos justicia para una tierra que nos vio nacer. No queríamos puestos ni vivir de la política. De hecho, de todos aquellos, nadie estuvo ni está en puestos de mando. El único interés era luchar por una provincia a la que se le negaba la historia. Que se desgarraba y que nuestros hijos no podían trabajar en una tierra en la que nacieron y que tenían derecho a vivir y ganarse el pan.

¿Cómo se gestó que León fuera con Castilla cuando la mayoría de los alcaldes de la provincia de León eran de UCD, a priori, partidarios de constituir la Comunidad de León? Recuerdo trágico. Un domingo, Martín Villa reunió, en la entonces Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola, a todos los alcaldes y, como si fuera una reunión de ejercicios espirituales, convenció o mejor domesticó a «aquellas cabezas pensantes» el lugar era el ideal, para que votaran en favor de Castilla, ya que él se iba a postular como candidato a presidente de la autonomía, iba a ganar y, por tanto, León sería el dorado. La iniciativa autonómica cumplió con lo que dice la Constitución y ya que el resultado fue una aprobación por las dos terceras partes de los municipios que marca el artículo 143, mencionado. Día señalado en el calendario como la muerte de León y el entierro definitivo del difunto.

Aquel día, León perdió su identidad. Quién va a tener más derecho a una autonomía que León que fue el segundo Reino de España, después de Asturias. A León los partidos nacionales le negaron el pan y el agua.

Voy a dar rienda suelta a mi título. Aquí hay muchos fariseos y aprovechados de conveniencia. Ya sabemos los tiempos que corren en los pactos. Renunciamos a nuestros principios. Cometemos todo acto de inmoralidad con tal de ocupar el poder. Lo estamos viendo en Cataluña donde un presidente rompe España y pacta con terroristas e independentistas para ocupar la Moncloa. Pero, León es distinto. No tiene capacidad de decisión ni la va a tener.

Ni el PSOE, ni el PP ni ningún partido centralista ha estado ni está por la Autonomía de León. Los perros han ladrado porque, por encima de todo, está ocupar y consolidar un poder para seguir comiendo el bocadillo.

Los diputados del PSOE y UPL saben que la votación realizada en la Diputación solo es imagen. No tiene recorrido. No sirve para nada. Es cumplir un pacto de poder y justificarlo ante los leoneses, porque si no hay poder no hay vida. No hay privilegios. Esta es la realidad del voto por la Autonomía de León.

No cabe duda de que ha sido una acción maestra del Partido Socialista de León. Cuestión muy distinta del Partido Popular. Como siempre, es corto de vista, memo y nunca va con las luces largas.

A pesar de que el PSOE, por conveniencia, votó a favor de la Autonomía no, por menos, debemos decir que este partido está lleno de fariseos, porque a los del Partido Socialista lo único que les interesa es estar en el poder a costa de sacrificar todos los principios éticos, porque, de no ser así, se produciría el desalojamiento del PSOE de las instituciones que gobierna con UPL, a saber: Diputación de León, Ayuntamientos de: León, de Villaquilambre, de Valdefresno, de Bembibre, por citar los más significativos.

El PSOE federal manifestó: León como autonomía no va a ninguna parte. Su voto fue un toque de atención a la Junta. Tal idiotez no puede ser creíble. Debería haber dicho que el voto solo tenía un objetivo: cumplir un pacto con UPL para ostentar mando y plaza.

UPL debería haber condicionado sus pactos a que se inicie la Autovía a Orense por Ponferrada; soterrar el paso de trenes por Trobajo; mejores comunicaciones con Ponferrada por vía férrea, dar salida al eterno centro logístico de Torneros o la eterna promesa, más bien, deseo de la autovía a Braganza, por Sanabria. Y, aún más, hay que preguntarse si UPL propuso al PSOE de León que interceda ante al jefe de Madrid e influya para poner en León alguna de esas factorías de baterías eléctricas que se van a instalar en Valladolid, que se están construyendo en Sagunto, en Barcelona o cualquiera otra industria de no sé qué. Estos proyectos son los que hay que pactar. No habrá nada de eso. Aquí lo que interesa es prometer para que los leoneses sigamos cayendo en la trampa, en la mentira y en la demagogia de unos políticos que lo único que les preocupa es el mando a costa de sacrificar una provincia para seguir yendo en el coche, en el Falcon o en el AVE. Por cierto, parece que ha perdido alguna ala y el vuelo es más lento.

Igual, a algunos de UPL, hay que aplicarles lo del evangelio del publicano y fariseo, porque si no hay poder ¿a dónde vamos o de qué vivimos? Los auténticos leoneses que pidieron la Autonomía para León y se manifiestan por León solo, ninguno está en el poder ni nunca lo hemos querido.

Si Pedro I el Mentiroso para estar en la silla de la Moncloa dependiera de los votos de León no dudaría en apoyar lo que fuera necesario para León. No es el caso, León no pinta nada en Madrid ni lo va a pintar ni será nunca Autonomía. Solo seguirá siendo, súbdito, esclavo y siervo de la gleba de unos señores feudales que seguirán ladrando para seguir comiendo.

¡Qué desgracia la de esta provincia! Que sigamos votando a los falsos profetas. Pues, tenemos que decir que la culpa la tenemos los leoneses, porque la Autonomía de León va a ser la de los fariseos ya que ni PSOE ni PP ni el gobierno del Principado de Asturias, quieren saber nada de una Autonomía para León. Por tanto, políticos, dejémonos de fuegos de artificio que León seguirá dependiendo de Valladolid y los del PSOE y UPL seguirán en el poder para justificar sus pactos.

El antiguo reino de León nunca tendrá Autonomía. Se la robaron en la Escuela Técnica de Ingeniería Agrícola y hay tesoros que nunca se van a recuperar.

A pesar de que el PSOE, por conveniencia, votó a favor de la Autonomía no, por menos, debemos decir que este partido está lleno de fariseos, porque a los del Partido Socialista lo único que les interesa es estar en el poder a costa de sacrificar todos los principios éticos, porque, de no ser así, se produciría el desalojamiento del PSOE de las instituciones que gobierna con UPL, a saber: la Diputación, ayuntamientos de León, de Villaquilambre, de Valdefresno, de Bembibre, por citar los más significativos
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