TRIBUNA
A toda velocidad
Y a tenemos una red de 3.400 kilómetros de líneas de alta velocidad (LAV) y aumentando. Mientras, los trenes tradicionales, o incluso el AVE (nada es perfecto) con incidentes frecuentes; vagones que no caben por los túneles y que tanto enfadan a Revilla, el ministro Puente echando la culpa a Talgo… (vaya propaganda). Ahora, las compañías extranjeras que han entrado en el negocio de la AV compiten con Renfe y le hacen bajar las altas tarifas a la empresa pública.
En León, el día del viaje inaugural del AVE a Madrid un alto cargo leonés declaró que aquello representaba un antes y un después para esta tierra. Pobres. Recuerden, cuando la empresa actual adquirió las instalaciones de Vestas en Villadangos ¿Qué pidió? No pidió AVE sino conexión para su mercancía al ferrocarril. Pues eso, logística empresarial, progreso. Mientras la AV es a altos precios (más rebajas desde Valladolid para allá), Feve languideciendo; problemas entre trenes de mercancías y de viajeros; los nostálgico del Ruta de la Plata manifestándose por su reimplantación, ¡ay utopías!, aunque no es pedir mucho pues las inversiones en el Zafra-Huelva siguen, al menos 165 millones de euros, y es deficitario, como sería el Astorga-Plasencia, pero aquel continúa funcionando (íbamos seis viajeros un día de junio al entrar en la provincia de Huelva). Lo que también continúa fluyendo a centenares de litros/s es el agua de la cuenca del Bernesga hacia Asturias, Adif se llama a andanas y no pasa nada, no hay una movilización leonesa ¿cabe mayor desastre ecológico que el agua vaya de una cuenca deficitaria a otra excedentaria? Que la bombeen hacia acá con energía renovable; energía que, según nos «venden», va a sobrar.
Debido sobre todo al coste de las LAV, la deuda de Adif, ya asciende a 23.000 millones de euros y crece año a año.
Hay ingenieros de caminos, economistas y grupos ecologistas que consideran que el coste por kilómetro de las LAV estaría en torno al doble que si se hubiera optado por reducir la anchura del ancho ibérico en la red tradicional, igualándolo al estándar europeo (233 mm. inferior al ibérico), ampliar curvas y modificar parte de las pendientes, para que pudieran circular trenes de viajeros a una velocidad punta de 210-220 Km/h., (actualmente algo superior). Creo que con esas velocidades hubiéramos competido con la carretera, e incluso con el avión en distancias inferiores a 350-400 kilómetros. Portugal, con más sentido común que nosotros, eligió esta opción para su AV y por sus vías pueden circular trenes de mercancías, incluso en la línea nueva Évora-Elvas (a 250 Km/h max.); similar situación en Alemania, país práctico donde los haya. En la casi totalidad del trazado de alta velocidad español no es posible la circulación de mercancías. En España circulan por ferrocarril el 4-5% de éstas, cifra ínfima; estamos en ello a la cola de los países europeos. Cerca del 80% de mercancías es por carretera (el resto, vía marítima o aérea); tenemos por tanto gran emisión de CO2 por este sector, vamos en sentido contrario a la descarbonización promovida por la UE, saturamos de tráfico algunas zonas y más carriles de asfalto (producto petrolífero).
Como es sabido nuestra red ferroviaria tiene una estructura radial, siendo Madrid el centro; es decir que, en mi opinión, grandes distancias solo las hay a Cataluña, Galicia y Andalucía, lugares a los que sería mas justificable la circulación a 300Km./h. hasta un nodo que se hubiera establecido en cada una de ellas; el resto, a los dichos 210-220 Km./h. Considerando que tenemos una red de ancho ibérico de 11.211Km. hubiera sido más útil reducir el ancho y renovar esta red con arreglo a los criterios de los técnicos citados. Con los 61.000 millones de euros invertidos hasta ahora en LAV, los 73.000 estimados para proyectos pendientes y lo gastado en estas tres décadas en el ancho ibérico, se hubiera podido renovar probablemente toda la red preexistente. Habríamos solucionado de una vez por todas la singularidad del ancho ibérico español, dado un gran impulso al tráfico de mercancías por ferrocarril, logrado sinergias entre estas y pasajeros y un impacto ambiental menor por el simple hecho de un inferior movimiento de tierras. Y, probablemente, hubiéramos contribuido más a la riqueza del país.
Hemos creado una pomposa burbuja con la red de AV; cuando se termine tendremos dos redes en toda España (y habrá que mantener las dos en condiciones): la de AV para viajeros, interconectada con Europa y la de ancho ibérico, paralela en grandes tramos a la anterior, aislada e infrautilizada, en la insignificancia; ¡con los esfuerzos económicos y humanos que costó levantar esa red en el siglo XIX! Eso sí, la de AV será sin duda la red más capilar del mundo, la más tupida, pero también la menos utilizada.
No faltan voces laudatorias de los gobiernos de turno y de empresas ferroviarias sobre el progreso competitivo logrado con las LAV por nuestras empresas de ingeniería. Gracias al erario público, digo yo. De haber optado por la alternativa antes reseñada no me cabe duda de que el avance competitivo hubiera sido el mismo. Para mí, con la generalización de las LAV se tomó la peor decisión y hemos sido el conejillo de indias de las empresas del sector.
Zapatero presumía de tener la red más extensa de AV del mundo después de China; ¿es que los dirigentes de Alemania, Italia, Francia, etc. son tontos del culo? El AVE, del que alguien escribió «une las ciudades y aleja los pueblos», y vacía más la España vacua. Este medio, en mi opinión, deja fuera de conectividad modernizada a demasiadas localidades de tamaño medio, que se trasladarán por carretera. Tanto la Airef como el BCI han cuestionado el exceso de inversión en AV en España; ni caso, los políticos nos dicen que nuestra AV es señal de progreso y mucha gente así lo cree y quiere. Francia, de mayor superficie que España, pionera junto con Italia de la AV en Europa, ha ido aumentando su red de AV (allí TGV) pasito a pasito, nosotros «de prisa y corriendo». Un ejemplo: aquí vamos construyendo a «toda velocidad» el ramal Burgos-Y vasca; los franceses acaban de decir que calma, ellos no tendrán su alta velocidad Burdeos-frontera de Irún antes de 2030. Allí los políticos hicieron caso al Informe Rouvillois que puso contención y mesura en los ambiciosos proyectos pendientes de su TGV. Aquí, los políticos, como si oyen llover. ¿Cómo es posible que aún esté sin electrificar el 30% de la red tradicional, incluyendo los grandes puertos de Algeciras, Gijón o Ferrol para las mercancías a exportar o importadas?
Mucho ha «volado» el AVE desde 1992, pero aún le falta hacerlo a las capitales de provincia que restan, según lo previsto; esperemos que no le ocurra lo que a Ícaro.
Además de la AV veloz, también disponemos de una gran red de autovías «gratis» (el mayor % de Europa), que estamos pagando entre todos, usuarios o no; mientras, parte de las antiguas carreteras nacionales se deterioran, bachean y descarnan; la gente da rodeos para recorrer 25 kilómetros de autovía con tal de no coger la bacheada y va a 120 Km/h aunque no tenga prisa; no nos importa el hecho de que a 120 consumimos un 15-20% más de combustible que a 90. Una mayoría de ciudadanos rechazan pagar peaje por circular por las autovías; no obstante, derrochamos petróleo conduciendo. ¿Quien, circulando a 90 Km/h por una carretera con ese límite, no ha sido adelantado por la mayoría de vehículos?
Y mas de velocidad: medioconsumimos ropa de «moda rápida» o fast fashion en inglés; lo duradero, slow, sostenible, no cuaja; muchos jóvenes compran vaqueros raídos de fábrica, para que duren menos y adquirir pronto otros. Y vamos veloces con nuestro ordenador lleno de gigas, o caballos. La velocidad nos hace adictos a ella; si el ordenador no responde en pocos segundos nos ponemos nerviosos. Hemos llenado el mundo de velocidad, de prisas, ¿para qué? Ahora, que el ciudadano medio dispone de más tiempo de ocio que nunca.
Rapidez hasta para cocer el pan de cada día, con aceleradores de la fermentación y cocimiento rápido para que dore exteriormente y quede el molledo sin cocer, que luego se hará goma; ¿duraría el pan de ahora 12-13 días como las hogazas horneadas antes en los pueblos? Sin conservantes, eh. ¿Y cual fue la causa de las «vacas locas» sino una reducción del tiempo y la temperatura de preparación de los alimentos cárnicos que utilizaban en los piensos de ellas?
Lo dejo ya, que tengo prisa.