TRIBUNA
Óscar López y compañía
¿Qué coño tienen los políticos que cuando les encargan la gestión de una empresa privada, casi siempre o siempre hacen las cosas muy mal?
Su propio trabajo, en política, lo hacen mal, pero, cuando intentan la empresa privada la dejan mucho peor que cuando la encontraron. Hay muchos ejemplos, pero hoy les traigo el de Paradores de España.
El que fuera presidente de esa empresa en los años 2020 y 2021, parece que no hizo la labor tan bien como se esperaba. Ahora se descubre que existen, había, muchas irregularidades que, como no, afectaban a la caja. ¡Qué obsesión la de los políticos que siempre merodean cerca de las cajas de las empresas!
Mi humilde pregunta es, ¿Qué sabía Óscar López del mundo hotelero para que le nombrasen (Pedro Sánchez) nada menos que presidente de esa envidiable empresa? Pues sencillamente nada. Este buen señor, si no hubiera sido político nunca hubiera accedido a conseguir la presidencia de Paradores.
Y así se escribe la historia en numerosísimas ocasiones. Salta a la vista el ex presidente de Correos, Juan Manuel Serrano. Él solito ha dejado a Correos en la más absoluta miseria. En una empresa privada, hubiera durado este señor, un cuarto de hora. Pero estamos hablando de otra cosa.
Pérdidas millonarias por la gestión de este ejecutivo de pacotilla que han supuesto, ya era hora, su salida inmediata de la empresa.
Quiero recordar, precisamente en este punto que en el historial laboral de Núñez Feijóo figura haber sido presidente de Correos, pero claro, nada que ver con el amiguete de Sánchez y exjefe de su gabinete, Juan Manuel Serrano.
En todo caso, llama la atención que, en las empresas, los políticos que están en sus puestos ejecutivos le cogen gusto a tirar con pólvora del rey y entonces viene la debacle. Tampoco con estos ejemplos, el presidente mentiroso Sánchez no aprende o no quiere aprender. Ha salido de Correos Juan Manuel Soriano y Sánchez le ha vuelto a colocar como director general de Seitt, empresa pública que gestiona las autopistas.
Es una malísima noticia para las autopistas y como consecuencia para el ciudadano español, ese que el presidente mentiroso siempre pone como ejemplo de receptor de lo bueno que hace el gobierno. ¡Olé!
Óscar López ha recuperado su trabajo de jefe del gabinete del presidente, a la espera de que éste le vuelva a situar en un puesto, siempre de altísima remuneración para que allá donde esté se vuelvan a descubrir irregularidades, cuya culpa, como no puede ser de otra forma, será del PP o como suelen decir los borregos obedientes de la derecha y la ultraderecha.
En todo caso, este Óscar López, siempre fue muy sinuoso en sus intervenciones En charlas o comentarios, excepto cuando es llamado por el jefe. Entonces acude presto porque sabe que las órdenes del jefe siempre son buenas y está preparado para cumplirlas sin dejarse ni una coma.
Ha sido el Tribunal de Cuentas quien ha puesto de manifiesto las irregularidades existentes durante la gestión de Óscar López como presidente de Paradores. No es la opinión de unos amigos-enemigos. Es nada menos que la del Tribunal de Cuentas.
Bueno, pues esperaremos las explicaciones que debe dar el propio Óscar López y que por supuesto él no será el responsable de esas irregularidades.
Me entristece que políticos que ahora están en el poder, que están gobernando España sean tan malos haciendo su trabajo y tan mentirosos cuando proponen soluciones a los problemas. Ellos siempre tienen la razón. Nunca se equivocan y mucho menos piden perdón por los fallos cometidos.
Estamos viviendo estos días un verdadero caos en la estación de trenes de Chamartín en Madrid. Los expertos, culpan a Renfe y Adif del absoluto descontrol y falta de información sin mentir. Los presidentes de Renfe y Adif miran para otro lado y dejan sin solucionar los enormes errores que llevan a cabo sus empleados y el enorme prejuicio que supone para los viajeros. ¿Por cierto, donde está el supermán Óscar Puente?
Quizá esté intentando arreglar esos problemas para que la gente no se queje tanto de Renfe y de Adif.
¿A que todavía tendremos la culpa los viajeros de los fallos de Renfe y de Adif?