TRIBUNA
Parece de chiste, pero es muy serio
Recuerdo que antaño los veranos eran, de verdad, periodos de tiempo donde se descansaba y se acumulaban fuerzas y ánimos para atacar el otoño-invierno que se avecinaba, en forma. Eso era, como digo, antaño. Hoy ha desaparecido, como tantas cosas, esa costumbre veraniega que daba preferencia al descanso y al ocio, sin olvidar el resto.
El verano de este 2024 pasará a la historia, además de por haber alcanzado temperaturas que nos tenían agotados y sin dormir por las noches a parte del calor, por dos, tres cuatro y más acontecimientos que dejan muy preocupado al ciudadano. Helos aquí:
La aparición de Begoña Gómez, mujer del presidente mentiroso, en el juzgado, los continuos problemas de los trenes en varios lugares de España, especialmente en Madrid, donde la estación de Chamartín parecía un zoco marroquí más que una estación de salida y entrada de trenes. Todo ello mientras el ministro machos-man, don Puente, se ha lanzado a jugar al golf, que por cierto, al decir de gente cercana, juega francamente mal.
En este caso, ambas cosas, gestionar el buen funcionamiento de los trenes y jugar al golf, cada uno vale para lo que vale.
Y, de pronto, o no tan de pronto, la investidura del nuevo presidente de la Generalidad catalana, Sr. Illa que, cumpliendo los deseos del mentiroso Sánchez por fin llega donde Illa quería. Estaremos expectantes para conocer cómo va a trabajar la nueva Generalidad. Y mientras al fugado de ida y vuelta, que le den…
Y como caso estrella, el viaje de ida y vuelta del fugado Puigdemont ante las narices del Gobierno y sobre todo ante las narices de Marlaska y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Ambos se han quedado con cara de tontos ante la maniobra del escapista y prófugo Puigdemont.
Esto es muy serio, pero parece un chiste. Los medios de comunicación internacionales incluyen, como no, en sus informativos otro ridículo llevado a cabo por el Gobierno español, claro que, a éste, estos casos y muchos otros similares se la sopla.
Esto es muy serio, pero parece un chiste. Los medios de comunicación internacionales incluyen, como no, en sus informativos el enésimo ridículo llevado a cabo por el Gobierno español.
¿Alguien con dos dedos de frente puede creerse que el mentiroso Sánchez no conocía y permitía toda esta pantomima, toda esta simulación de algo llevado a cabo por gente conocedora de tal situación? Imposible.
Sánchez, que a estas horas está en la Mareta, cambiando de aires, está muy ¿tranquilo? Con los problemas que arrastra su mujer, muy ¿tranquilo? Con lo que NO está resolviendo don Puente y muy ¿tranquilo? con el esperpéntico caso del fugado que viene y, tranquilamente vuelve a fugarse. Y el Gobierno, o sea el mentiroso Sánchez con las manos en el bolsillo y silbando. Y el ciudadano de a pie, con cara de tonto por lo que está ocurriendo ante sus narices y sin que nadie levante la voz de forma firme. Vdes. me entienden. Es decir, como de chiste, pero, no.
¿A dónde nos va a llevar todo esto?
Desde luego, a nada bueno. El presidente mentiroso sigue agarrado a la Moncloa y está continuamente haciendo trabajar a su chistera para seguir como el quiere. Nada importa que los presupuestos generales del Estado sigan sin aprobarse. Nada importa que la ciudadanía española proteste por estar viviendo el verano más caro en vacaciones desde hace muchos años. Nada importa que se rían de nosotros fuera de nuestras fronteras.
Aquí lo que importa es seguir en la Moncloa y que no dimita nadie. Con eso tenemos bastante. En muy recientes declaraciones hechas por el jefe de la oposición, Núñez Feijóo, la oposición está perfectamente preparada para iniciar el nuevo curso que comienza en septiembre.
Ojalá sea así. La oposición debe emplear métodos y maneras de presionar más al Gobierno y avergonzarle por su escasa, repito su escasa dedicación a los problemas del ciudadano. No basta con que el ministro Bolaños, parezca la señorita Rotenmeyer teniendo la solución para todo.
Basta ya de cohetes y de ir como un tiro. Hay que trabajar sin mentir por el bienestar de todo un pueblo. (Perdón, por un momento pensaba que estaba en un país demócrata) Pero no, lo nuestro, es cierto que parece un chiste, pero no lo es.
Esto es muy serio.