Plazos desesperantes en la obra pública
La construcción del nuevo tren desde León hasta Asturias afronta el que se prevé como último paso. Se trata de las obras pendientes en el tramo desde la capital leonesa hasta La Robla, una zona en la que no se ha promovido una variante y se ha apostado por renovar el actual trazado. El ferrocarril quedará, cuando concluyan estas reformas, transformado en un infraestructura del siglo XXI. Se saltarán dos siglos de una vez, al superar el decimonónico trazado de la Rampa de Pajares utilizado hasta hace demasiado poco. Cabe la crítica sobre la inexistencia de un siglo XX. Se salta de trazado con unos 150 años de diferencia. Y con décadas literalmente de retraso desde que se iniciaron los preparativos para esta renovación. Por eso, urge cuando antes que se activen las cosas en el enlace hacia Galicia, imprescindible para fomentar a León como polo logístico con acceso a los puertos gallegos. Cuanto más se tarde en anteproyectos, estudios y demás fórmulas disuasorias más tiempo habrá que esperar por la alternativa del Manzanal.