TRIBUNA
Pasado, presente y futuro inmediato de San Andrés del Rabanedo
Ha pasado más de un año desde las últimas elecciones municipales. Un año sin avances significativos para San Andrés del Rabanedo. Un año del equipo de gobierno de la UPL que, con buenos propósitos pero con gran desconocimiento del funcionamiento del Ayuntamiento, ha llevado al municipio a periodos de bloqueo.
Para entender la situación, es necesario, como siempre, contextualizar. UPL sólo tiene 6 de los 21 concejales, todos ellos noveles y gobierna en minoría. Lo hace en un Ayuntamiento complicado por su fragmentación: seis partidos y una concejala no adscrita lo conformamos. UPL se empeñó en gobernar en solitario, sin el respaldo de ningún grupo y lo están pagando caro.
Y es que lo que mal empieza, mal acaba. También es por todos conocido que todo, absolutamente todo, es susceptible de empeorar… y así ha ocurrido en nuestro municipio. Me explico: la inexperiencia de los concejales de la UPL, la ausencia de un secretario y un tesorero municipal, así como la falta de habilidad del equipo de gobierno para resolver esta carencia de técnicos imprescindibles para el funcionamiento diario del Ayuntamiento ha producido un tremendo cúmulo explosivo.
Esto último, de hecho, parecía un problema irresoluble y para el que, casualmente, y de la noche a la mañana, se encontró una solución. ¿Será porque los pasos a seguir en sus nombramientos no eran los adecuados?
Gobernar en minoría fue un «acto de fe» en un Ayuntamiento como San Andrés y su soledad se ha hecho patente ya en varias ocasiones. La primera vez que el equipo de gobierno la sintió fue cuando la oposición rechazó la ordenanza de Gersul, impidiendo el cobro de las tasas. La segunda, cuando la oposición tumbó el pago de una veintena de facturas debido a informes desfavorables de intervención por no ajustarse a la legalidad. Y la última cuando toda la oposición, excepto Ciudadanos, se unió para echar abajo la propuesta para ampliar los usos del Edificio de Araú, imprescindible para una posible cesión a una fundación sin ánimo de lucro.
Sin embargo, como dice el refrán, «agua pasada no mueve molinos» . Así que hablemos del presente y del futuro inmediato:
El presente del Ayuntamiento de San Andrés se puede resumir en una palabra: «paralización». La UPL nos prometió un presupuesto para el 2023 que no cumplió y otro para el 2024 que tampoco se va a cumplir. Se prometió una relación de puestos de trabajo para el personal municipal y, prácticamente, no se ha hecho nada. Se prometió un control horario a los trabajadores y lo que tenemos realmente es descontrol. Se prometió un plan de absentismo y los concejales de la oposición, muchas veces, nos preguntamos dónde están los de la UPL. Se prometió reactivar la oferta de empleo público y no han sido capaces. Este es el lamentable presente: incapacidad y paralización municipal.
Pero el futuro, permítanme decirles, no es mucho más alentador desgraciadamente y es que, en las próximas semanas, este equipo de gobierno se enfrentará a una situación crítica que determinará su viabilidad y definirá el rumbo del resto de su mandato. Este futuro vendrá marcado por dos cuestiones: la estabilización de los trabajadores y el uso de los remanentes de tesorería.
La estabilización de los trabajadores, presentada por la UPL y rechazada por la Delegación del Gobierno tras una denuncia anónima, habrá que reiniciarla deprisa y corriendo, para tenerla antes del 31 de diciembre que es cuando vence el plazo dado por Europa. Este proceso es esencial para que el Ayuntamiento pueda acceder a subvenciones de la Unión Europea.
Como he dicho en líneas anteriores, el equipo de gobierno ha manifestado que no va a presentar un presupuesto en 2024, por lo que su única alternativa será recurrir a utilizar parte de los remanentes de tesorería para poder hacer inversiones esenciales y necesarias en nuestro municipio, así como el pago de las nóminas de los trabajadores municipales.
Ahora mismo, estos remanentes rondan los 14 millones de euros y deben ser aprobados en un pleno en el que UPL se encuentra, recuerden, en minoría. La UPL tendrá que demostrar habilidades persuasivas y de seducción hacia el resto de grupos. Cualidades que, hasta ahora, no han demostrado porque, a fecha de hoy, no se han sentado con ningún grupo con el fin de obtener los apoyos suficientes para su aprobación.
En Ciudadanos trabajamos por el bienestar de todos los vecinos y es por eso que, en muchas ocasiones, hemos apoyado a la UPL en sus votaciones. Consideramos que es necesario mantener un equilibrio entre respaldar acciones positivas para el municipio y criticar aquellas que consideramos perjudiciales .
Como partido que busca facilitar la gobernabilidad, nos gustaría apoyar más a menudo la gestión municipal, pero la UPL lo complica mucho con su incapacidad y falta de gestión.