Dieta mediterránea y «oro líquido»

La revista «Sesenta y más» que publica mensualmente el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, dedica un reportaje a las virtudes del «oro líquido» refiriéndose al aceite de oliva, más concretamente al llamado extra virgen, que es el zumo natural de la aceituna, como pilar fundamental de la dieta mediterránea, en la que no tiene equiparación con ningún otro alimento, haciendo hincapié en que es de sumo beneficio para el consumo a cualquier edad, resultando ser una garantía de salud. En nuestro país y de manera más predominante durante las fiestas navideñas, el consumo de grasa y de productos con muy alto grado de colesterol «malo», si lo comparamos con otros países desarrollados es muy notable, por ello el aceite de oliva virgen es esencial para alcanzar una dieta equilibrada. El consumo de aceite de oliva, «oro líquido», es aconsejado cada vez más por los grandes expertos en medicina y nutrición de todo el mundo, como se puso de manifiesto durante el último Congreso sobre Nutrición que tuvo lugar en la paradisíaca isla de Capri, donde además coincidieron quince especialistas pertenecientes a cardiología, medicina interna, medicina preventiva y ciencias de la alimentación, quienes leyeron sus ponencias, entre otras sobre el infarto de miorcardio, la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad y la trombosis, y entre las conclusiones finales destacaron la importancia de modificar algunos hábitos de alimentación incorrectos, como por ejemplo sustituir los ácidos grados saturados por los polisaturados contenidos éstos en grandes cantidades en el aceite de oliva virgen extra, ya que son numerosas las propiedades que el «oro líquido» aporta a la salud del ser humano. Otros estudios llevados a cabo durante las últimas décadas, han demostrado que los países mediterráneos, España, Italia, Grecia y Portugal tenían un menor porcentaje de infarto de miocardio y una tasa inferior de mortalidad por cáncer, debido a que la dieta ha tenido un papel fundamental, compuesta principalmente por pasta y arroz, verduras, legumbres, abundante fruta, poca carne, mucho pescado y pan integral; todo ello sazonado por especias como el ajo, orégano y otras, pequeñas cantidades de vino, habiendo usado generalmente como condimento aceite de oliva. El consumo del aceite de oliva extra virgen, «oro líquido», es bueno desde la cabeza a los pies, desde el aparato digestivo, como para la piel, el aparato circulatorio, el sistema óseo, la infancia, el sistema endocrino, para las personas mayores, la arterioesclerosis, el cáncer, la diabetes, el oído, la obsesidad, etcétera, etcétera y como valor nutritivo no tiene parangón con ningún otro alimento, porque además de ser el pilar fundamental de la dieta mediterránea, considerada como el régimen nutricional más equilibrado de todo el mundo, constituye el alimento más parecido a la leche materna. En cuanto a las persona mayores, el consumo del «oro líquido» contrarresta la natural reducción de la capacidad digestiva por efecto de la edad, así como de la deficiente absorción de la sustancial nutritivas y de las sales minerales que el aceite de oliva virgen con su consumo logra equilibrar. Además investigadores de otros países coinciden en señalar la necesidad de consumir el más preciado aceite de oliva, tanto en época de crecimiento como en la vejez, para evitar las pérdidas de calcio y las lesiones cutáneas. Además el «oro líquido» previene la artritis reumatoide, así como la soriasis; favorece la eliminación de cálculos biliares gracias a los ácidos grasos monoinsaturados, que cumplen una importante función protectora por la activación del flujo biliar, por el aumento de colesterol de alta densidad, mejor conocido como colesterol «bueno», en detrimento del colesterol, más conocido como colesterol «malo»