BURRO AMENAZADO
Urz
URZ, urces, frugales brezos, floridos en blanco, rojo y violeta que visten laderas y páramos. Elemento vivo de un matorral singular, adaptado a resistir incendios, roturaciones y diente ganadero. Nombre de guerra y paz de la Asociación para el Estudio y Protección de la Naturaleza, fundada en León hace veinte años. Grupo batallador, culto, imbricado con Biológicas, criticado por organizar trifulcas verdes y no rendir sumisión a las autoridades ambientales, encolerizadas ante personas que se permiten el informar, alegar y pleitear frente al poder. Puede escribirse un libro de caballerías con las obras de los urceros, gastadores de energía en causas no siempre perdidas. Evitar que la mítica laguna de Villadangos del Páramo se convirtiera en cutre urbanización chaletera, presentar diez mil alegaciones opuestas al embalse de Omaña colapsando el registro de Confederación Hidrográfica del Duero y desmontar la insensata carretera que llegaba a la Cuevona de las Médulas en pro del circo motorizado, son hechos positivos, sin busca de medallas. Los audiovisuales de «Riaño, poema de vida y esperanza», «El Agua» y «La Cordillera Cantábrica y su naturaleza», viajeros por toda España, muestran naturaleza a velar, y el programa Tomero y Romillo, en Radio Popular, levantó sarpullidos a variada fauna político-empresarial aludida en campañas intensas: minería a cielo abierto, depuración de aguas, carril bici (Plataforma Bicivilizados), maltrato a truchas y riberas, reciclaje de residuos y otras. A recordar la faz de Morano Masa, concejal de parques, jurando que el acebo era de vivero, cuando Urz se plantó delante del belén municipal en demanda de no usar este arbusto como ornato navideño. Pleitos, denuncias, anillamiento de aves, contar cigüeñas, Casa por la Paz en Quintanilla de Somoza, Picos de Europa, recibimientos hirientes al consultar evaluaciones de impacto: un no parar. El socio de Urz, además del sambenito de ecolojeta, tiene más moral que el Alcoyano.