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¿Realmente León avanza? Los falsos valores del hombre actual El euro y su poder adquisitivo El engaño de las quitamultas

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León

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No hay nada que perjudique más a los ciudadanos que un gobernante que vive ajeno a la realidad. Mario Amilivia, alcalde de lacapital, demostró el domingo pasado, una vez más, que pertenece a este tipo de gestores. El alcalde se atrevía a afirmar en su periódico que «León avanza». Ese mismo día, el titular más destacado de la portada decía: «León pierde cada día 20 jóvenes en busca de futuro». La enésima tribuna del regidor glosando sus logros dibuja un panorama idílico. Ya lo decía el alcalde a principios del 2002 y no iba a dejar que la realidad modificara sus análisis. Pero esa realidad es tozuda. ¿Dónde está la «generación de riqueza» en una provincia que este año ha alcanzado las mayores cifras de paro de su historia? ¿A qué se refiere cuando dice que León es una ciudad cómoda para vivir? ¿Al incremento del 16% en el precio de los pisos? ¿O a la caída en picado de la construcción de viviendas protegidas? ¿Cómo explica que una «infraestructura fundamental para la conexión de nuestra provincia con la red de carreteras de alta capacidad de España y Europa, la autopista León-Astorga, tenga uno de los peajes más altos de todo el país? ¿Dónde está el avance en una provincia que sufre una pérdida constante de población? ¿Cuál es el mérito de conseguir un premio internacional, el Europeo de Urbanismo, otorgado por quién ha financiado las obras que ahora premia en la ciudad de la UE que más dinero europeo ha recibido en los últimos años? También el Centro Cívico se ha construido con fondos euro- peos: ¿Qué pasará cuando Castilla y León no tenga derecho a recibir buena parte de esa financiación? Quizá opte por la especulación. Ya lo hizo para integrar el ferrocarril en la ciudad y lo hará con el polígono de La Lastra, destinado a reducir la abultadísima deuda que ahoga al Ayuntamiento y que no deja de crecer por una misiva política de contratación de personal. ¿No recauda lo suficiente a pesar de dirigir el Ayuntamiento que más impuestos cobra a sus ciudadanos en toda España? Cuando habla del «reconocimiento internacional a la labor de recuperación y mejora de la Ciudad Histórica», ¿se refiere al derrumbe del Palacio de don Gutierre? Sólo son algunos datos, todos publicados en el periódico donde usted escribe casi cada semana una tribuna que nos recuerda sus logros y, sobre todo, lo mal que lo hicieron los socialistas. ¿Cuándo dejarán de mirar al pasado y se convertirán en un gobierno de verdad y no en la oposición? «León avanza» es un buen lema electoral, pero un falso análisis de la realidad. Y León necesita gobernantes realistas, no estrategas electorales centrados en engañar a los ciudadanos. Lo peor es que asegura que son «sabedores de que el futuro en León» está en sus manos. En sus manos León no tiene futuro. Rosa María Fernández (León).«Lo que no es eterno no es nada». Este inspirado dicho encierra una enseñanza práctica de gran transcendencia para el hombre en estos tiempos de confusionismos y contrasentidos y en los que se quiere dar por bueno «el todo vale». Pero sí que es válido siempre el dicho: «Lo que no es eterno, no es nada». Efectivamente, lo que no es eterno, o sea lo que no tiene una validez estable, se queda en lo inútil, la nada. Pasa a ser como un cero a la izquierda de la cuenta matemática. Vale citar como ejemplo de la nada el ruido de los aplausos clamorosos que se lleva el viento, cumpliéndose el dicho de que «el ruido hace poco bien, y el bien hace poco ruido». También carecen de valor los dimes y diretes de conversaciones intrascendentes. Al fin todo sigue igual, cumpliéndose el dicho, «la mona, aunque se vista de seda, mona se queda». También se queda en nada la rapidez con que pasan las modas en el vestir; pero es muy lamentable el desbarajuste de las modas femeninas, prodigando el desnudo de la mujer en brazos y espalda, piernas y pecho, convirtiéndose muchas veces en escándalo, contra el que el Evangelio cama: «¡Ay del escandaloso, más le valiera no haber nacido, etcétera». Al fin, los casos expuestos, no pueden ser eternos, quedándose en la nada, sin valor alguno transcendente. Como final a lo expuesto, lo acertado es concluir diciendo que nuestra vida temporal en la tierra, merece la pena cuidarla, evitando se quede en la nada, sino cargada de valores eternos, que son los del bien obrar, que nos señalan los divinos mandamientos. Nicolás García (León). No dudo del progreso, pero ¿alguien puede responder a las preguntas que me hago? Hace pocos años que me he jubilado; el salario de mi condición apenas ha variado un 10%, en tanto en cuanto el valor de las cosas ha subido considerablemente. Pongamos el ejemplo del valor actual de la vivienda, que dobla exactamente su valor de aquella fecha, en tanto mis ahorros han sufrido un triste varapalo y sin perspectivas. No hay duda que nos estamos empobreciendo vertiginosamente y sólamente un milagro puede variar el curso de la cosas. Pero la gente sigue endeudandose alegremente. Una tontería, pequeño ejemplo: todos los valores pequeños se están aproximando a un euro, las golosinas están envasadas para redondear en los que en un futuro no muy lejano se convierta en la moneda más baja de nivel. Las bebidas convencionales como el vino, el café, etcétera, acaban de subir en estos primeros días un 10%, los empresarios lo justifican para cubrir ese pequeño desajuste de los costos... ¡Qué pena! Creo que muchos de nosotros debemos ir pensando en considerar nuestros hábitos. Davo (León). Antonio Marcos Fernández dice lo siguiente: «Mi denuncia es para una empresa que se dedica a recurrir las multas de tráfico. Por una multa de 30.000 pesetas me hacen un recurso y me cobran 7.000 pesetas. Al año pago la multa de 30.000 pesetas con su recargo correspondiente del 20%. Voy a que me devuelvan el dinero, las 7.000 que me cobraron, que me las devuelvan como me lo garantizaron, y me dicen que no han recibido todavía del contencioso administrativo, una respuesta después de dos años y ocho meses».

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