AL TRASLUZ
Manuel Martínez
Manuel Martínez ya ha demostrado, con sus humildes y prudentes declaraciones, que ha sido un acierto confiar en él. Podría haber recurrido a explicaciones desdeñosas, incluso haber mantenido silencio, pero tiene ese respeto al otro con que se forjan los grandes deportistas.. «Nada tengo contra el PSOE, ni contra la UPL» ha dicho. Simplemente, ha dado su confianza a quien le ofreció la suya. Por encima de efectos mediáticos o electorales, ambos legítimos, no conviene olvidar que se está hablando de un ciudadano con derechos. Y no se le está ofreciendo Economía, sino una labor para la que potencialmente está muy capacitado. Deberá ser el mejor administrador de su tiempo, en caso de conseguir el respaldo de las urnas. El sentido del deber hace eficaz al político, incluso en los reveses. Argumentar que se perderá un buen deportista para ganar un concejal a tiempo parcial es adelantarse a los acontecimientos. Además ¿no es humano que un deportista, con una vida profesional más breve que en otras profesiones, sopese las ofertas que le vayan saliendo? No estamos ante el hombre del anuncio, que ruge tras un lanzamiento, sino ante un leonés que destaca en su profesión, que pinta, lee y tiene un discurso vital ejemplar¿ obviamente, como otros muchos candidatos, en otros partidos. Nadie tiene el patrimonio exclusivo de nada. La política le dará satisfacciones y disgustos. Comienza su andadura con una polémica, y con una humildad que revela su categoría. Siempre he creído que no se puede ser buen político sin ser buena persona. Porque la política, no lo olvidemos, es la vocación de hacer más feliz a tu sociedad. Aunque, a veces, quizá demasiadas, se olvida.