Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

LA paz es mucho más que una pegatina o un póster, pero también la guerra es mucho más que una imagen en televisión. Nuestros políticos aprueban respaldos o los rechazan, pero da la sensación de que ni unos ni otros conocen todas las claves del caso, tan esenciales para darle rigor a sus respectivos posicionamientos. O peor aún, que no quieren decírnoslas. Por eso, el ciudadano teme que se peque tanto por exceso como por defecto; ni quiere colaborar en el bombardeo de inocentes ni ser el último en enterarse de que mañana los inocentes pueden estar bombardeándolo a él. El Parlamento Europeo ha rechazado el ataque a Irak en las actuales circunstancias, pero siete países, entre ellos España, han dado su respaldo a Busch. Estoy con Gerardo Galeote, portavoz del PP en la Cámara Europea, en que existe un «pacifismo irresponsable», pero también debe admitir la existencia de un belicismo irreflexivo. Nadie debe escoger entre dos posibles irresponsabilidades. Se nos muestran imágenes de unos señores que buscan armas de destrucción masiva como mi amigo Durruti busca setas, mirando al suelo. Y ese Sadam, megalómano, con los duros públicos invertidos en emular a Fumanchú, mientras su pueblo muere de hambre. Por su parte, Busch no es el tipo al que uno confiaría los destinos del mundo libre. El ciudadano español anhela saber con pruebas rotundas qué amenaza representa Sadam para que sea necesario destruirlo, pero también los motivos que llevan al PSOE a negar la existencia de tal amenaza. Vivimos en un mundo donde hay pacifistas violentos y hombres pacíficos que recurren a la guerra, donde cada luz esconde cien sombras. Ni pacifismo irresponsable, ni belicismo imprudente. Información veraz. Las guerras son más difíciles de justificar en democracia, pero esa es la grandeza de nuestro sistema. El pueblo¿ tiene voz además de voto.

Cargando contenidos...