Chopos cortados, una ilusión muerta Historias que no son Historia Respuesta al presdente de Fresno delCamino

Leo indignado la noticia del corte de 200 chopos en Posadilla de la Vega (Ayuntamiento de San Cristóbal de la Polantera).Hechos como éste suceden de vez en cuando en ciertas comarcas de nuestra provincia. Esta vez ha sido a un jubilado que, acostumbrado como estaba a trabajar y no queriendo despegarse a lo que toda la vida estuvo unido, sus tierras, decidió emplear su dinero y sus ilusiones de los próximos 15 años en una plantación de chopos. Actividad ésta que muchas veces no se tiene valorada como se debiera por la sociedad. Gracias a estas plantaciones, se puede evitar, por ejemplo, el expolio que se está produciendo en las selvas tropicales, se está creando un tejido económico que complementa a las zonas agrícolas que cuenta cada vez con más problemas (excelentes de cupo, precios ínfimos como los de la patata, multas de la UE... etcétera) y por último no hay que olvidarse que la madera es un material ecológico (a diferencia de otros como el aluminio, plástico, etcétera...) y fijador de CO2 causante del llamado «efecto invernadero». Las autoridades competentes han de evitar estos ataques contra la propiedad privada comparables a los que se produce cuando alguien roba en una casa o cuando roban un coche, y que son también ataques contra el medio ambiente. Asimismo no deben quedar impunes estos actos en los que muchas veces los autores son conocidos en el pueblo (incluso ellos mismos reconocen los hechos entre sus paisanos) evitándose así la sensación de desamparo y desánimo que producen en los propietarios forestales. Por último animar a los propietarios forestales a que continúen apostando por este sector, el forestal, que en esta provincia cuenta con grandes expectativas de futuro y que pese al escaso apoyo de algunas instituciones o estamentos sociales, cada vez va a más. Ángel Atienza Carreño, ingeniero técnico forestal (Asociación Forestal de León. Como familiar de Samuel Carrera quiero corregir y aclarar hechos que se cuentan como ciertos siendo irreales. Se dice, por ejemplo, que se casó con Basilia, que tenía un camión desvencijado que sólo arrancaba tras una sarta de blasfemias y que en un autobús de cuarenta plazas metía ochenta o cien pasajeros que empujaba desde fuera para cerrar la puerta. En primer lugar, la esposa de Samuel era Paula, que murió muy joven dejando seis hijos menores que cuidó Basilia Carrera (hermana de Samuel). En el Registro Civil figuran estos datos que, de haberse consultado, nos habrían evitado leer falsedades. En cualquier caso, al hablar del desaparecido Samuel Carrera, nadie ha tenido la delicadeza de preguntar a sus hijos (uno de ellos fallecido) o a cualquiera de sus dieciséis nietos. Que no arranque un camión que constituye un medio de vida es algo inusual. Blasfemar en ese momento responde a una expresión de desacuerdo con las circunstancias y a un sentimiento de impotencia, pero no tiene consistencia suficiente ni originalidad para hacer Historia. Es difícil creer que un autobús diseñado para cuarenta plazas admita ochenta o cien personas. De todas formas, ese notable exceso de pasajeros hubiera supuesto una holgura económica que no existió. La sobrecarga, que la había, obedece a la realidad social de aquella época donde no había infraestructuras, escaseaban los alimentos, no existían prácticamente los coches particulares y sólo había un viaje diario hasta Astorga en autobús, que nadie quería perder. Todos tenían que hacer gestiones y volver en el día: los comerciantes necesitaban comprar víveres, los ganaderos reses, los deudores pagar sus letras... No hacía falta obligar a nadie a subir al autobús. ¿Sería más ético empujar a la gente desde dentro y dejarla fuera? Tampoco se mencionan los viajes hechos sin pasajeros para buscar un médico, medicinas... Samuel Carrera podría ser cualquier superviviente de la posguerra en cualquier pueblo de España que, con sus escasos medios, tenía que enfrentarse diariamente a las adversidades del momento. Una vida que no fue fácil, aún se estremece uno al recordarla, no puede ser narrada con tanto desprecio. Esteban Carrera García. María Teresa García se pone en contacto con el Teléfono del lector diciendo: «Llamo para contestar al señor presidente de Fresno del Camino, que ha publicado un artículo su periódico del día 18 de enero. Primero, quiero destacar al señor presidente que la carretera de Fresno del Camino sigue cortada, que hay un cartel enorme que pone "Carretera cortada, prohibido el paso" con su señal y que este periódico y la Televisión de León lo han podido constatar, a partir de ahora hay vallas. Segundo, yo no informo mal a los concejales de la Unión delPuebloLeonés de Valverde de la Virgen, que a él no le guste lo que yo les informo es distinto. Y tercero, voy a seguir haciéndome eco de las quejas de los vecinos de Fresno del Camino, exponiéndolas en el Ayuntamiento, en la Diputación y donde haga falta. Si a esto le llama decirlo en corrillos, él sabrá por qué lo dice». Nota de rectificación. En el periódico de ayer, en el texto que acompañaba a la fotografía de la primera página, relativo a la concentración de escolares de colegios del centro de León frente a la Catedral, en un acto en defensa de la paz en el mundo, se decía que los niños portaban pegatinas con leyendas alusivas al inminente conflicto bélico conIrak, cuando en realidad se trataba de identificadores de los centros, y sólo en los globos se había escrito la palabra paz. Lo aclaramos a petición de las direcciones de los colegios.